Chile
Javier Muñoz, CEO Mineral Forecast.
martes 17 de diciembre del 2024.- La crisis mundial de credibilidad en las instituciones es un fenómeno que ya lleva bastantes años en nuestro país. Los niveles de confianza en la política, las iglesias, las fuerzas armadas, los medios de comunicación, entre otros, ha sido medido permanente por diferentes estudios. Sus niveles de credibilidad, muchas veces nos dan pena. Sin embargo, nos llamó bastante la atención que, el reciente estudio de Cadem mostrara que la percepción positiva hacia la minería creciera 10 puntos en los últimos 4 años, bastante por sobre del resto de la industria. ¿Qué pasó?
Hace algunos años, la industria tomó la decisión de dejar su hermetismo y abrirse más a la sociedad chilena, buscando ser más cercano, creíble, transparente, involucrado. Iniciativas como Compromiso Minero son reflejo de esto. Probablemente este cambio ayudó a mostrar sus avances concretos como industria en temas prioritarios para la sociedad chilena, como el cuidado del medio ambiente, las relaciones comunitarias abiertas y respetuosas, y una producción que se hace cargo de desafíos globales.
Además, la relevancia que han adquirido los minerales que produce Chile para enfrentar el cambio climático, ha llevado, sin duda alguna, a una revalorización del sector. Desde pequeños nos han enseñado a los chilenos la relevancia de nuestro cobre y litio para el mundo, por lo que hemos tomado conciencia como sociedad de la responsabilidad que tenemos en ayudar a acelerar la descarbonización mundial, dada la relevancia de estos elementos en electrificar el mundo. Este proceso, probablemente, no habría sido tan rápido si la industria minera no hubiera dejado atrás ese hermetismo que la caracterizaba.
Los años de trabajo están comenzando a dar sus frutos y esto no solo se limita al plano social y medioambiental. También lo vemos claramente en la incorporación de nuevas tecnologías e innovación como motores clave para avanzar hacia una minería más eficiente y sostenible. Las compañías mineras, que alguna vez vieron la innovación como algo incierto, superficial o poco seguro, ahora lideran iniciativas tremendamente innovadoras y se muestran mucho más abiertas a introducir tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA).
Así lo hemos experimentado nosotros al menos. La IA, antes percibida con mucho más recelo, hoy se está utilizando cada vez más para optimizar procesos como la exploración minera, reduciendo tiempos, costos y riesgos. En este aspecto, la colaboración con startups tecnológicas es otra prueba de la apertura del sector a buscar soluciones innovadoras para desafíos complejos. Este cambio de paradigma no solo refuerza la competitividad de la industria, sino que también envía un mensaje claro: la minería chilena está dispuesta a pasar a un próximo nivel y liderar los cambios que la sociedad demanda. Si mantenemos o, aún mejor, aceleramos este ritmo, Chile tiene la oportunidad de posicionarse no solo como un gigante minero, sino como un referente global de minería responsable, inclusiva e innovadora.
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