El proceso, que debiese durar varios años, contará con instancias de participación ciudadana, recopilación de datos pertinentes y análisis de impacto medioambiental.

Este proyecto, con el cual Antofagasta Minerals busca internacionalizar sus operaciones en Estados Unidos, obtuvo un nuevo respaldo esta semana, luego de que un tribunal federal decretara que la administración de Donald Trump actuó de manera correcta al devolver los permisos de arrendamiento denegados en el gobierno anterior, detalló hoy El Mercurio.

En este contexto, la empresa afirmó mediante un comunicado que «esta decisión una vez más valida nuestra posición de que estos arrendamientos minerales han sido mantenidos por Twin Metals Minnesota y sus compañías predecesoras durante más de 50 años y deberían haberse renovado en 2016».

Cabe destacar que una vez que la mina esté operando, generará más de 700 nuevos empleos directos en la región, además de unos 1.400 externos.

Además, TMM ha invertido más de US$450 millones en el proyecto. La construcción de la mina implicaría una inversión total cercana a los US$1.700 millones, lo que se traducirá en un reimpulso de la actividad económica en la zona gracias a la generación de empleos e ingresos para los gobiernos estatales y federales, a través del pago de royalties e impuestos.