Carlos Quezada – Trader senior de Libertex
miércoles 03 de marzo del 2021.- A fines de 2020, Bloomberg destacó que el alza que mostraba el cobre, la principal exportación nacional, tenía similitudes con el experimentado en la década del 2000, cuando el aumento de las compras en China llevó a un superciclo de las materias primas.
En perspectiva, se espera que el rally del cobre se mantenga por todo el 2021. De hecho, ya cotiza en máximos no vistos desde el 2012, incentivado por la recuperación económica, estímulos monetarios y el proceso de vacunación que se desarrolla en el mundo. Como hecho encadenado, la debilidad del dólar se debiera mantener durante todo el 2021, lo que aumentaría la demanda de acciones americanas y commodities que cotizan en dólares (cobre), ya que a un precio más bajo se puede comprar más a medida que la divisa continúe a la baja.
Este puede ser un gran año para el metal rojo, pues se proyecta que en el corto plazo se estabilice sobre los US$4 la libra, independiente de la volatilidad que pueda rodear a esta tendencia alcista.
La incertidumbre sobre la trayectoria de la pandemia, el alto desempleo y la inflación -por eso suben los bonos y caen las bolsas- permitirá una vida más larga a los estímulos. A esto se suman los avances proyectados en la vacunación, con lo que se espera que la economía mundial retome su recuperación en el segundo trimestre, liderada por China y Estados Unidos en tasas que van de 4,5 a 5,5% este año.
Así, los mercados financieros asumirán una menor incertidumbre sanitaria de mediano plazo y una recuperación más sostenida, lo que aumenta el apetito por el riesgo, los flujos de capitales a los países emergentes, los precios de las acciones en los mercados globales y los precios de las materias primas.
Esta mejora esperada en el entorno externo se traduce en mejores perspectivas para nuestras exportaciones, un mejor precio del cobre y condiciones financieras externas más favorables.
¿Qué podemos esperar de este proceso? Unido a otros factores, puede ser una herramienta muy útil para «ordenar la casa». El «sueldo de Chile» será más robusto en un año que muestra un proceso de vacunación que avanza de manera ejemplar, si se compara con otros países de la región. Se trata de un buen escenario para mejorar las ayudas estatales para sectores golpeados por la pandemia y para poner en marcha el proceso constitucional, que debería generar una mejora en el ambiente político. Junto a ello, plantea un adecuado punto de partida para reformas como la de las pensiones.
Que Chile se beneficie de estas mejores condiciones externas requiere, sobre todo, controlar la pandemia, un diálogo político más constructivo, dejar de lado la violencia que se hizo presente desde el estallido social y mejorar los niveles de inversión. El cobre ayuda, pero no lo es todo.
Carlos Quezada – Trader senior de Libertex
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