Esta vez, se liberó la inversión global para este tipo de energías durante el 2022, la que por primera superó el billón de dólares, lo que significa un aumento del 31% respecto al año anterior. Número récord, el cual se dio incluso con diversos problemas de índole mundial, como interrupciones en la cadena de suministro y obstáculos macroeconómicos, y que por primera vez empata a los combustibles fósiles.

Los países que más contribuyeron con inversiones para la transición energética tienen en primer lugar a China, con 546.000 millones de dólares, es decir, casi la mitad del total global. En segundo lugar, pero muy por detrás del gigante asiático, se encuentra Estados Unidos, con 141.000 millones de dólares. Después vienen los países europeos, con Alemania completando el podio, Francia en cuarto y Reino Unido en quinto lugar.

Para tomar como punto de comparación, en cuanto a nuestro país, este contó, en 2020, con $4.600 millones, una cifra bastante marginal considerando el panorama global, pero que incrementa las oportunidades de inversión, considerando que nuestro país es uno de los líderes del mundo en condiciones para el desarrollo de ERNC.

“Más allá de la participación en cifras, el ejemplo de Chile pasa más por otros factores. Por ejemplo, porcentaje de la matriz que se torna verde, que en estos momentos se encuentra en un tercio. Por otro lado, la cantidad de MW que se han ido incorporando al sistema interconectado en los últimos años es realmente destacable, muchos de ellos perteneciendo a parques solares que forman parte de la red de PMGD. Estos ya se encuentran en gran parte de Chile, cercanos a algunas de las ciudades más importantes y son una gran solución para logran abastecer de energía a las zonas de mayor demanda”, señala Mario Gómez, commercial manager de Solek.