martes 04 de junio del 2019.- Chile es un país minero y como tal, los metales pesados (tóxicos para los seres vivos en cantidades sobre lo normal) están presentes en nuestro día a día. Los trabajadores de faenas mineras ya sea en labores de extracción, transporte y fundición, están en continuo contacto con diversos metales pesados. El problema no es el contacto con estos metales en sí, sino que la dosis consumida es la que determina la peligrosidad de una sustancia.

Por ley, los trabajadores mineros deben ser sometidos a exámenes, cada 6 meses, para cuantificar, por el momento, arsénico (uno de los más peligrosos) presentes en el organismo. Así, en caso de detectarse una cantidad elevada, se puede actuar de forma oportuna. La dificultad radica en que actualmente el período de entrega de resultados de estos análisis, es muy extenso, llegando a tardar hasta varios días y  generando así un grave problema para otorgar tiempos de tratamiento oportunos.

Además, considerando que no sólo la industria minera está expuesta a este riesgo, sino que también personas que trabajan en la manipulación de metales como aluminio, bronce, cobre, hierro u otros, además de la población en general, es que BK Lab, a través de la empresa global proveedora de instrumental científico, Perkin Elmer, trae a Chile el ICP – Masa, instrumento para uso clínico y con el que se podrá medir los niveles de estos elementos en el cuerpo de las personas.

Este instrumento detecta y cuantifica elementos químicos, incluidos los metales pesados, acoplado a un autosampler único en Latinoamérica para uso clínico, que permite arrojar resultados o mediciones de presencia de entre 32 a 40 metales en una sola medición y en tan sólo 3 minutos. Otras técnicas usadas actualmente, requieren calibrar los equipos, por cada metal a medir, y demoran más de una semana en entregar resultados. Además, no existen lámparas (necesarias para realizar el estudio) para todos los metales, quedando excluidos, radón, galio, criptón, entre otros. El ICP – Masa incinera la muestra a analizar a una altísima temperatura, permitiendo conocer qué metales están presentes en la muestra y cuál es su concentración en forma casi instantánea.  

El sistema prepFAST al cual se ha acoplado este equipo, permite además conocer el origen de los metales detectados, ya sea orgánico o inorgánico, ya que en algunos casos hay algunos metales pesados de origen orgánico que no son nocivos para la salud. Además, es posible profundizar en la historia del paciente dependiendo del tipo de muestra estudiada: pelo o uña para conocer un mes de historial, y orina para intoxicación de data reciente.

«Obtener resultados rápidos nos permite conocer cuál es el estátus real de la intoxicación de la población chilena. De la misma manera, ya que es posible cuantificar muchos elementos químicos, podremos determinar la falta de algunos metales que son necesarios para el organismo», afirma Esteban Barnafi, director técnico de BK Lab.

Asimismo, agrega que «la importancia e hito de traer este instrumento a Chile, radica en que, en nuestro país, se han logrado importantes avances en toxicología industrial y ambiental, sin embargo, como en todas las áreas del conocimiento era necesaria una sustancial modernización en estos métodos para ofrecer un servicio de calidad con tiempos de respuesta acordes a las necesidades actuales. La intoxicación por metales pesados es muy difícil de detectar, frecuentemente se confunde con otras patologías, en consecuencia, los pacientes pasan por varias etapas de evaluación no concluyentes, perdiendo tiempo valioso de tratamiento. Con esta tecnología, BK Lab permite la detección oportuna».