Chile
Vanessa Autien, subgerente de camiones JAC en Dercomaq.
Luego, durante el 2021 comenzó a tener mayor impacto en el mercado hasta que este año son más los clientes que se atreven a apostar por transporte pesado eléctrico.
Además de los evidentes beneficios de optar por el tipo de vehículo eléctrico, como la reducción de emisiones y en costos de mantenimiento – de hasta un 65%-, existe otros igual de importantes: la calidad de vida de los conductores que se ven menos sometidos a los ruidos y vibraciones de un camión convencional y una oportunidad importante para el país para el despegue e integración de fuentes limpias de energía.
Como este es un tema que requiere una guía, la estrategia de las compañías que se dedican a la comercialización de transporte debería ser la de acompañar al cliente en todo el proceso de decisión, es decir, desde la cotización y prueba de los vehículos hasta la asesoría en infraestructura de carga de acuerdo a los estándares requeridos por la SEC. Es fundamental crear una relación de socios con los usuarios en cuanto a la electromovilidad, brindar la confianza necesaria, entregar respuestas rápidas, brindar acceso a la información y todo lo que se requiera para un uso óptimo de un vehículo de este tipo.
Optar por este tipo de transporte es un cambio importante, mejora la experiencia de conducción al 100%, pero hay que tener en cuenta que conducir un camión eléctrico requiere un periodo de adaptación, por lo cual el proceso de ajuste es un trabajo donde todos los estamentos involucrados deben poner de su parte, desde el fabricante hasta quien será el responsable de su conducción.
Debemos unir fuerzas para masificar la electromovilidad lo más posible, aportando esta forma al medioambiente con cero emisiones y a las compañías a mejorar su eficiencia y seguridad.
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