El apoyo se concretó gracias a la alianza de Finning con la Fundación América Solidaria, quienes, a su vez, destinaron el premio a  la Fundación Niños en la Huella, uno de sus socios territoriales.

De esta forma, se mejoraron los espacios físicos del Centro Mi Refugio en la Población Jorge Inostroza, de la ciudad nortina,  donde -entre otras tareas- se habilitaron estanterías en las bodegas para mantener mayor orden y optimizar los espacios, se realizó una exhaustiva limpieza de escombros en el exterior del recinto para mejorar su aspecto y proteger a los menores de posibles accidentes y se comenzó a dar forma a la creación de un  huerto horizontal, que fue, sin duda la actividad que más gustó a los niños.

El entusiasmo  fue el sentimiento que primó en todo los colaboradores motivados por la Fundación Niños en la Huella, la que acoge y vela por la integridad de más de 100 niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo social y vulnerabilidad, procurando que tengan un mejor vivir en el ámbito personal, familiar, espiritual, social y profesional, a través de la reparación y prevención.

Al concluir la actividad la directora ejecutiva de la Fundación, Patricia Díaz Galeas junto con agradecer la contribución material y laboral de Finning y de sus voluntarios instó a  que otras empresas se sumen a esta iniciativa puesto que es un beneficio para todos, ya que  no solo es un gran aporte para ellos, sino que además  resulta muy gratificante para el voluntariado «de esta forma será posible lograr nuestro principal objetivo que apunta a que todo los menores tengan una gran niñez», destacó la directora, quien finalizó señalando: «Hoy se cumple un sueño que abrazamos por 10 años. Gracias a Finning vamos a poder seguir trabajando por una infancia más feliz en Iquique».