La autoridad sostuvo que, si bien «hemos compartido antes nuestra ambición de mantener nuestro liderazgo en la producción de cobre, hoy fortalecemos nuestro compromiso de convertirnos en uno de los países más importantes para la minería verde y sostenible».

Durante su presentación, el secretario de Estado subrayó en la necesidad de transmitir los aportes que hace el sector para construir una sociedad más sustentable, especialmente durante las crisis económicas, por la vía de las inversiones y los puestos de trabajo que estas generan.

Detalló que en Chile «Codelco y las mineras privadas tienen actualmente 19 proyectos mineros en ejecución o que se comenzarán a construir en los próximos dos años. Estos proyectos desplegarán aproximadamente US$5 mil millones de inversión en la región de Tarapacá, otros US$5 mil millones en Antofagasta y más de US$4 mil millones en Atacama. Y crearán más de 30 mil nuevos empleos en los próximos dos años».

Asimismo, insistió en la oportunidad que tiene nuestro país y la industria nacional de aprovechar la demanda de cobre que se anticipa a futuro para hacer una contribución frente al desafío del cambio climático y de este modo afianzar su legitimidad.

«Esperamos que las energías renovables y electromovilidad sean los principales impulsores de la demanda futura de cobre. No podremos reducir las emisiones de CO2 sin ellas, y como ambas requieren mucho cobre la conclusión es evidente: no podremos frenar el cambio climático sin la minería del cobre», aseguró Jobet.

En esa línea apuntó a la estrategia de Chile de convertirse en carbono neutral en 2050, así como las metas del sector minero para reducir sus emisiones al transitar hacia el consumo de energías provenientes de fuentes limpias, ya sea solar, eólica o hidrógeno verde.

También resaltó la importancia que tendrá el cobre en este proceso de transformación, ya que estas fuentes de energía «requieren más cobre, por lo tanto, la conclusión es que no seremos capaces de frenar el cambio climático sin la minería del cobre».

El biministro detalló que para este año se proyecta una demanda de cobre de 23.9 toneladas, un 3% más que el año pasado, mientras que para 2022 se espera un incremento de 2.8%, hasta alcanzar 24.6 millones de toneladas.