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Chile

La actividad transmitida por La Red fue organizada por Escenarios Hídricos 2030, iniciativa coordinada por Fundación Avina, Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Chile, y tuvo por objetivo poner en el centro el sentido de urgencia de esta crisis en línea con su propósito de lograr la seguridad hídrica del país al año 2050.

Candidatos presidenciales coinciden en la necesidad de modificar el modelo de gestión del agua

lunes 25 de octubre del 2021.- El debate presidencial «Futuro del agua en Chile», transmitido por La Red, que organizó Escenarios Hídricos 2030, iniciativa coordinada por Fundación Chile, Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Avina, fue el escenario que congregó a los aspirantes a La Moneda en torno a un tema crítico que enfrenta Chile en materia de Cambio Climático: la escasez hídrica.

El país se encuentra dentro de las 30 naciones del mundo con mayor estrés hídrico, arriesgando el suministro de agua y llegar a ser la única nación latinoamericana con un estrés hídrico extremadamente alto al año 2040. Más del 50% de las comunas del país están bajo decretos de escasez hídrica vigentes a la fecha, según ha informado la Dirección General de Aguas (DGA).

Durante las dos horas del programa -20.00 a 22.00 horas- se generó un intenso diálogo entre los aspirantes a la presidencia Gabriel Boric (Apruebo Dignidad); Yasna Provoste (Nuevo Pacto Social); Marco Enríquez Ominami (Partido Progresistas de Chile); Sebastián Sichel (Chile Podemos Más) y Franco Parisi (Partido de la Gente). Los candidatos Eduardo Artés (Partido Unión Patriótica) y José Antonio Kast (Partido Republicano) cancelaron su participación por motivos de agenda.

Ulrike Broschek, líder de EH2030 y subgerenta de Sustentabilidad de Fundación Chile, quien participó en el debate en su calidad de experta, dando contexto a la crítica situación hídrica que vive el país, comentó que «lo que se haga en el corto plazo para abordar la brecha y el riesgo hídrico va a ser muy relevante; las decisiones que se tomen los próximos cuatro años serán determinantes, por eso es tan crítico conocer qué proponen los candidatos y la candidata presidencial en esta materia».

El debate estuvo dividido en 4 bloques, en los que se abordaron temas esenciales para hacer frente a la situación de escasez hídrica que vive el país: institucionalidad y gobernanza del agua; modelo de gestión, derechos de agua y regulación; soluciones para alcanzar la seguridad hídrica; y medias concretas para los primeros 100 días de gobierno.

En relación con la institucionalidad, que en Chile se encuentra muy fragmentada y centralizada, los candidatos coincidieron en la necesidad de hacer modificaciones profundas. Hubo consenso -aunque con variados matices- en el hecho de que se requiere una gobernanza a nivel de cuencas hidrográficas y, a nivel central, las propuestas fueron más diversas: la senadora Yasna Provoste señaló que propone «la creación a nivel central de una Autoridad Nacional del Agua», mientras Sebastián Sichel dijo que «debemos avanzar en el proyecto que crea la subsecretaría del agua, pero además avanzar en la creación de una agencia independiente que administre a nivel central el agua». A su vez, Franco Parisi subrayó que «la Dirección General de Aguas no puede depender del presidente de turno (…) debe ser un organismo técnico y completamente independiente»; Gabriel Boric dijo que «la crisis actual de la gestión de los recursos hídricos no va a esperar un cambio en la institucionalidad, por lo tanto lo principal es fortalecer la fiscalización hoy (…) Creemos que hay que crear una única autoridad del agua, avanzar a una planificación de la estructura hídrica con enfoque de cuenca y con enfoque de género», y Marco Enríquez Ominami, junto con recordar que el país está en un momento constituyente que será determinante en esta materia, agregó que «se necesita una institucionalidad que escuche a todos, a los territorios (…) y que planifique a corto, mediano y largo plazo (…) sería mejor crear un gran ministerio del agua».

Otro de los temas críticos que se abordó en la instancia tiene relación con los derechos de agua, dado el debate que existe en la actualidad sobre la propiedad privada de los derechos de aprovechamiento de agua. Respecto a este último punto los aspirantes a La Moneda fueron consultados por la opción que tomarán sobre éstos: dejarlos como están, perpetuos y de carácter privado; expropiarlos; propiedad o régimen de concesión sujeto a caducidad, revocación, retroactividad y reparto en crisis.

Sobre la materia Gabriel Boric indicó que «la prioridad de nuestro Gobierno va a ser asegurar el agua para las personas y los ecosistemas. No vamos a mantener el actual sistema de otorgamiento de propiedad sobre los derechos de agua».

El candidato añadió que «hoy existe una institucionalidad hídrica que está al servicio de la industria extractiva y que no se corresponde con la disponibilidad hídrica real. De las 101 cuencas que tenemos, más de 90 están absolutamente sobreexplotadas».

En tanto, Provoste, sostuvo que «no nos cabe la menor duda de que la propuesta de la Convención Constitucional, que se plebiscitará en un poco tiempo más, se va a referir al agua, al menos, como un derecho humano y probablemente como un bien nacional de uso público, un recurso natural que tiene que ser objeto de una protección adecuada de todos».

El candidato Sebastián Sichel propone impulsar «más facultades que se integren al Código de Aguas, para que la autoridad limite, regule, este derecho en la medida que se priorice el consumo humano». En este aspecto, la propuesta del presidenciable será «primero lanzar el Desafío Sequía liderado por el Ministerio de la Ciencia e Innovación», y así abordar la sequía y avanzar en fuentes de innovación. Asimismo, propuso avanzar en un proyecto de ley que ponga tarifas volumétricas para establecer la idea de que «el que más consume, más paga agua domiciliaria». Añadió establecer una ley que habilite un modelo de gobernanza por cuenca, modificando los derechos existentes y, por último, «utilizar la ley del 2005 para sacar a remate todos aquellos derechos de aprovechamiento que no estén en uso y podamos ponerlos a disponibilidad de agricultores o pequeños y medianos agricultores para que realicen su actividad vital».

Marco Enríquez-Ominami, en tanto, propuso «una expropiación cuando se demuestre que hay derechos de agua que no se están utilizando. Con el agua no se juega». Además, se manifestó partidario de construir «ciudades esponjas», señalando que «hay muchas medidas concretas que hacer en materia de contención y recuperación del agua».

Para Franco Parisi, asegurar el uso humano será la prioridad y en segundo término asegurar el agrícola, señalando que «en este ámbito hay que cuidar el recurso de verdad. Se está construyendo una gran cantidad de campamentos en el Valle de Azapa que están contaminando las napas subterráneas. Yo voy a fiscalizar férreamente el uso ilegal y el abuso de las grandes terratenientes en el uso del agua».

Soluciones

El 76% de la superficie de suelo en Chile está afectada por desertificación, erosión y degradación de suelo (Convención ONU 2015), lo que pone en jaque a las comunidades y zonas rurales, el gran Santiago y ciudades como Valparaíso que están cerca del racionamiento, los ecosistemas hídricos están afectados y los sectores productivos dependientes del agua están en riesgo. El país se está desertificando progresivamente de norte a sur.

Ante este panorama, los candidatos fueron consultados por las soluciones que plantean para atender la crisis.

Gabriel Boric manifestó que se debe «cambiar el foco y comenzar a invertir en soluciones basadas en la naturaleza, así como gestionar la demanda para poder equilibrar el consumo de agua (…) Ya no sirve invertir plata en embalses cuando no hay agua para llenarlos; son los ecosistemas naturales los tienen hoy un rol clave en la generación de la cantidad y la calidad del agua, por eso para nosotros es importante avanzar en soluciones basadas en la naturaleza, como protección de humedales, bosques, ríos y otros , además de restauración de cuencas y de ecosistemas degradados. Nos vamos a jugar por obras públicas verdes».

Yasna Provoste explicó que hay «que avanzar en eficiencia hídrica (…) Consideramos que todos aquellos cultivos que usan grandes superficies deben someterse a evaluación ambiental donde el componente hídrico es un elemento muy relevante, ya sea por los eventuales contaminantes (como pesticidas) o las afectaciones a la biodiversidad. También vamos a preocuparnos de que las bonificaciones en materia de riego puedan focalizarse en pequeños y medianos agricultores, con una contraparte técnica de apoyo para que los ahorros de agua se puedan devolver a las cuencas».

En tanto, Sichel apuntó que «el Estado tiene que hacer una alta inversión en innovación, es decir, construcción de microembalses, infiltración de napas y desalar donde se pueda hacer y sea eficiente (…) necesitamos un proceso de seguridad alimentaria para que los agricultores tengan agua y eso incluye pequeños productores (…);  tiene que haber una gran inversión en infraestructura hídrica, y no estoy de acuerdo con la propuesta de Kast de las carreteras que trasladan agua de un lado a otro, sino que tenemos que enfocarnos en construcción de microembalses».

El candidato Marco Enríquez Ominami habló del agua potable rural y dijo que «para los APR vamos a duplicar el presupuesto (…) porque ahí hay un esfuerzo gigantesco que hacer, porque es un drama; también el subsidio de agua que es muy importante, porque al usar tecnología nueva han subido los precios del agua, así que vamos a aumentar del 16 al 32% de los hogares vulnerables los subsidios de agua que son muy importantes. Y el plan de obras públicas, con la creación de 500 mil puestos de trabajo en 2 años, tiene que ver con la cantidad de obras hídricas».

A su vez, Franco Parisi comentó que «hay mucho que se puede hacer, por ejemplo 30% del agua potable de las ciudades se pierde, por lo tanto, tenemos que apretar correctamente a las empresas para que hagan las mantenciones que corresponden (…) se necesita apretar a quien hay que apretar: las mineras, las forestales y aquellos terratenientes que están ocupando más agua de la que corresponde».

Uno de los miembros de la Secretaría Ejecutiva de Escenarios Hídricos 2030, Diego Luna Quevedo, representante en Chile de Fundación Futuro Latinoamericano, destacó la importancia de este debate señalando que «el Gobierno entrante recibirá en marzo 2022 un país sumido en una profunda crisis hídrica. Será crítico en términos políticos, las medidas de respuesta y acuerdos que se puedan alcanzar en los primeros 100 días de gobierno».


Portal Minero

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