Síguenos
  • Instagram
  • Youtube
  • Linkedin
  • RSS
0 elementos

Rocío Pérez . Gerenta de Estudios de la Consultora de Innovación Transforme.

Rocío Pérez. Gerenta de Estudios de la Consultora de Innovación Transforme

El estudio Innoprofile, elaborado por la consultora Transforme y el Centro de Innovación de la Universidad Católica de Chile arrojó que el rango de edad entre 60 a 64 años son los más innovadores, seguidos por el grupo etario de 35 a 39 años y no en la generación millennials como se podría pensar.

El constante y rápido cambio que ha tenido nuestra sociedad ha provocado que el proceso de adaptación de las empresas sea mucho más exigente. Dicha situación, ha generado que las organizaciones intensifiquen aún más su búsqueda por personas que posean un perfil innovador para enfrentar esta transformación. Por lo general, este trabajador posee un patrón común en su manera de pensar, que se basa en cuestionar todo, observar, aprender, conectar, experimentar, tomar riesgos y asociar ideas con problemas. Si tomamos todas estas aristas, uno podría llegar a pensar que por lo general los jóvenes son las personas que mejor cumplen estos requisitos. Pero la realidad es bien distinta.

Un estudio que hizo nuestra consultora Transforme, junto al Centro de Innovación de la Universidad Católica, arrojó que los perfiles más innovadores se encuentran entre los rangos de edad de 60 a 64 años, seguidos por el grupo etario de 35 a 39 años y no en la generación millennials como se podría pensar. Y eso pasa, simplemente porque la innovación se basa en buscar soluciones a ciertas problemáticas que pueden surgir en un proyecto, nueva idea de negocio, procesos internos, etc, por lo que una persona de mayor edad, además de tener más experiencia, va a poseer una mejor visión de cómo enfrentar ciertas situaciones.

Y con esto, no quiero decir que solo recomiendo trabajar con personas sobre ese rango etario, sino que las empresas deben tener la percepción de que la persona que busque trabajar bajo estos cargos tiene que estar en constante generación de nuevas ideas, lo que se traduce en acciones concretas para resolver problemas o capitalizar nuevas oportunidades, ojalá de la forma más novedosa posible.

Por otro lado, un mito que se tiende a creer es que hay personas que vienen con un rasgo de personalidad distinto a otros que lo hacer verse más innovador, y si bien suele pasar que existen estos tipos de perfiles, la verdad es que, la gran mayoría de las personas que desempeñan este tipo de labores, son trabajadores que han adquirido estas habilidades y desarrollan cualidades con su experiencia. Bajo este mismo punto, la mayoría de las empresas están recién exigiendo postgrados en el tema, los que son recientes, por lo que tener un segundo estudio formal no siempre es requisito. Lo más relevante es que esa persona esté muy atenta a las nuevas tendencias y tener la visión de cuáles serán las siguientes prácticas en la industria que se mueve

Finalmente, el mismo estudio ya comentado, nos muestra que Chile está muy bien enfocado en este tipo de prácticas si lo comparamos con otros países de la región, dado que se observa que los chilenos son más cuestionadores y experimentadores que el resto, mientras los profesionales de Ecuador solo nos superan en observación y conexión. Nuestro país, va por un buen camino, dado que la mayoría de las carreras de pregrado han incluido la innovación y emprendimiento en sus mallas, se trabaja por proyecto desde la ideación hasta la validación de problemas y se utilizan conceptos tipo «elevator pitch» para «vender» sus ideas. Además, hay una creciente oferta de postítulos sobre estas materias, por lo que hoy contamos con un buen personal que podría a llevar a cabo este tipo de tareas.

lunes 30 de mayo del 2022


Rocío Pérez. Gerenta de Estudios de la Consultora de Innovación Transforme

Share This
X
X