viernes 10 de enero del 2020.- En estas fechas en la que la Corporación Alta Ley celebra su primer aniversario, asumo con mucho entusiasmo el desafío de liderar esta institución, que sin lugar a dudas ha significado un gran aporte para la minería; una industria de gran relevancia para nuestro país, por lo que aportar en este ámbito me parece muy estimulante, desafiante y gratificante.

Este primer año ha sido una transición exitosa de la incubación a la institucionalización, que además posicionó a Alta Ley como un referente en la industria minera en temas de articulación e innovación con iniciativas de gran convocatoria como la actualización del Roadmap Tecnológico para la Minería, y el diseño de una propuesta para el futuro Instituto Chileno de Tecnologías Limpias con el consorcio ASDIT.

Ahora comienza una nueva etapa y uno de los objetivos principales de la Corporación Alta Ley es su consolidación como el faro de la innovación de la industria minera y como el principal articulador y generador de roadmaps. Alta Ley nació para esto; fuimos creados específicamente para ser una guía, sin sesgos ni conflictos de interés, de los cambios que esta industria necesita.

Como parte de este proceso de consolidación, viene otro de institucionalización del conocimiento y los pertinentes cambios que eso conlleva. Principalmente la generación de procedimientos estandarizados y que estos patrones sean guardados dentro de una «biblioteca del conocimiento» en Alta Ley, para el futuro de ésta y la industria. En concreto, que Alta Ley se posicione y se transforme en el go to de la industria minera en estas materias.

Ese es el punto de partida. Una vez que sabemos lo que tenemos que hacer, nosotros articulamos y facilitamos la asociatividad para que esos proyectos se concreten, con un ojo siempre en la catalización del desarrollo de una industria nacional compleja y estratégicamente posicionada. Después viene la ejecución de esos proyectos, donde intervienen otros actores, pero Alta Ley sigue estando presente desde la gobernanza y la idea es diseñar esas gobernanzas, que sean idóneas para la innovación, sin fricciones.

Para este año tenemos varios proyectos en carpeta, el primero de ellos lanzar oficialmente la actualización del Roadmap Tecnológico de la Minería, que significó un profundo trabajo de análisis y repriorización de nuestra Hoja de Ruta, con el objetivo de desarrollar nuevos proyectos colaborativos de alto impacto que apunten a generar una mayor productividad y sustentabilidad en la industria.

Por otra parte, empezar a trabajar en una Hoja de Ruta Tecnológica para la Industria del Litio y para la Minería 4.0 (digital), con el objetivo de comenzar a enriquecer al ecosistema y facilitar la transformación digital de la industria. Por último, reforzar también la minería sustentable de a través del diseño de nuestra postulación al Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL) de CORFO, donde este tema es uno de los ejes programáticos para el desarrollo de una industria minera nacional basada en el conocimiento y no solo en la exportación de minerales.

Tenemos un gran trabajo por delante y los desafíos son muchos, pero la energía está y debemos seguir avanzando, colaborativa y coordinadamente, en la construcción de una mejor minería para un mejor país. En eso estamos.