Chile
Las mangueras que se ocupaban en la planta para labores de limpieza pesaban cerca de 14 kilos y eran trasladadas manualmente por las y los operadores.
Para evitar aquellos factores de riesgo ergonómicos, asociados al manejo manual de carga, la División instaló carretes retráctiles en diversos puntos, lo que elimina la necesidad de trasladar las mangueras, además de reemplazarlas por unas de menos pulgadas que son más fáciles de maniobrar.
“Como área tenemos el deber con nuestros trabajadores (as) y con la compañía de evitar al máximo la exposición a los riesgos derivados del manejo manual de cargas y, de esta manera, hacer de nuestra planta un mejor lugar para desempeñar nuestras funciones”, explica Héctor Piña, jefe de unidad de la Planta de Molienda Convencional.
El operador Carlos Lobos plantea que “esta manguera es bastante más práctica. Antes era un rollo de seis metros, ahora es de aproximadamente doce lo que nos permite cubrir una mayor extensión de limpieza. También nos ahorramos el trabajo de tener que conectar, enrollar y desenrollar, porque ahora solo tiramos de la manguera y luego de ocuparla vuelve a su posición automáticamente, entonces es más cómodo”.
Aporte a la seguridad y salud ocupacional
Eliminar la necesidad de cargar estos elementos contribuye a la prevención de eventuales dolencias y patologías osteomusculares ligadas a la extremidad superior y de columna, además de eliminar los riesgos asociados al tránsito con carga dentro de la planta (como golpes y caídas), donde para llegar a ciertos lugares es necesario subir y bajar escaleras.
“Las antiguas mangueras eran de 2 pulgadas y las que reemplazamos son de 0,5 pulgadas. Al ser un diámetro bastante menor, las y los trabajadores percibieron un mejor agarre y un chorro mucho más potente que facilita aún más las tareas de limpieza”, complementa Matías Correa, ergónomo de la Dirección de Salud Ocupacional de El Teniente.
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