Chile
Nitza Sánchez, gerente general (I) Dinámicas Humanas y DHumanLab.
viernes 30 de agosto del 2024.- El mes de agosto, conocido como el Mes del Minero, me llevó a reflexionar sobre la labor incansable de quienes forman parte de la minería en Chile.
El trabajo en minería es mucho más que la extracción de minerales; es una combinación de habilidad técnica, rigurosidad operativa y, sobre todo, una preocupación constante por la seguridad y el bienestar de todos. A diario, equipos enteros dedican largas jornadas en condiciones a menudo adversas, con un enfoque meticuloso en garantizar que todos regresen sanos y salvos a sus hogares. El mantra del “cero accidentes” guía cada decisión y cada acción dentro de la faena, y es un principio que refleja el compromiso profundo con la vida y el respeto por los demás.
Pero más allá de la operación diaria, la minería tiene un rostro humano. Quienes trabajan en esta industria no sólo están comprometidos con la producción, sino también con las comunidades que las rodean y con el medio ambiente. He visto cómo, más allá de los resultados, se construyen lazos con las comunidades locales, buscando siempre un desarrollo sostenible y una convivencia armónica.
La minería ha sido, y sigue siendo, uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico de Chile. No solo impulsa nuestra economía, sino que lleva consigo una historia de esfuerzo, superación y trabajo duro. Aunque estamos cerrando el Mes del Minero, nunca es tarde para reconocer la labor de quienes hacen posible que esta industria siga moviendo a Chile hacia adelante.
Hoy, más que nunca, es crucial valorar el trabajo de estos hombres y mujeres. A cada persona que, con la convicción de que lo que hace importa, sale de su hogar para marcar la diferencia cada día, quiero decirles: gracias. Gracias por su dedicación, por su compromiso con la excelencia y la seguridad, y por ser el corazón de la minería en Chile.
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