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Jonathan Namuncura, Analista de Software de IDC Chile

Jonathan Namuncura, Analista de Software de IDC Chile

jueves 12 de diciembre del 2019.- Hace más de un mes, hemos vivido una situación que los medios y expertos han denominado «estallido social». Si bien nuestro país se reconoce como una de las economías más fuertes y estables de Latinoamérica, los descontentos y desigualdades, en diversos ámbitos como la salud, educación, transporte, pensiones, entre otros, han gatillado la situación en que actualmente se encuentra Chile.

Muchos paradigmas, como los teníamos concebidos, cambiarán y precisamente ese escenario se presenta como una oportunidad. Es aquí cuando las TIC pueden convertirse en grandes agentes para apoyar este cambio.

Si analizamos los cambios en los últimos años, la tecnología nos ha aportado múltiples beneficios y a veces no nos damos cuenta de ello. Hace no muchos años atrás era impensable poder lavar la ropa en casa, comunicarnos a distancia y desde cualquier lugar, consultar información de forma instantánea o poder orientarnos en tiempo real con solo pulsar un botón.

Antes de todo, debemos comprender que la tecnología no puede relacionarse únicamente al control de la producción de determinada empresa, las comunicaciones o en su uso para el crecimiento del país, sino también el impacto que produce en todas las áreas de actividad social. Es así como cualquier propuesta de cambio social, requiere de su incorporación como elemento de transformación en tiempos de crisis.

Respecto al impacto económico e inversiones relacionadas a las TICs, desde IDC concluimos que, hasta el momento, no se observan mayores impactos o cambios negativos. Sin embargo, dado el escenario, que implicará la reconstrucción de espacios físicos como sucursales, infraestructuras en puntos de atención y reparación del sistema de transporte, es de esperar que los proyectos tecnológicos que se estaban desarrollando por parte del gobierno, cambien de prioridad y queden aplazados en un segundo plano, incluso pudiendo ser absorbidos por proyectos de reconstrucción.

Pese a la delicada situación que vive el país, se observa cómo comienzan a tomar fuerza algunos elementos que serán claves para enfrentar los desafíos que depara este nuevo escenario, donde la tecnología nuevamente se pone a disposición como facilitador de los grandes procesos transformacionales al interior de organizaciones, empresas, instituciones educacionales y gobierno. Es así como, el espacio de trabajo digital, el desarrollo del talento a través de aulas virtuales y las herramientas de colaboración, tomarán un rol fundamental, particularmente, para las empresas que se verán desafiadas en la forma de relacionarse con sus clientes.

La situación actual está dando paso a cambios y redefiniciones de prioridades, no sólo a nivel de medidas de gobierno sino también en políticas medulares del país. Es de esperar que esta redefinición se apoye en medios e infraestructura tecnológica que permitan entregar de mejor forma los beneficios de la demanda social.

A fin de cuentas, el desarrollo tecnológico, es el motor fundamental para el progreso de la sociedad, la cual tiene en sus manos, un potente habilitador para el cambio, y por ello, debe ser utilizada para potenciar aquellos aspectos que sean necesarios e impactar positivamente no solo sobre la economía, sino fuertemente en la calidad de vida de las personas.


Jonathan Namuncura, Analista de Software de IDC Chile

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