Un vehículo mal conducido es nuestro peor enemigo

Christian Spratz, Gama Leasing

Nuestro país necesita fortalecer una cultura de conducción responsable que invite a las personas a cambiar el switch del manejo ofensivo a uno defensivo y donde se considere el historial del chofer, tal como se hace en Europa con los sistemas de puntajes. Mientras tanto, es vital tomar conciencia de las consecuencias que pueden tener las conductas y maniobras irresponsables.

En Santiago lo que más se repite son los choques por alcance, aquel que implica golpear a otro vehículo por detrás. Eso generalmente va asociado a algunas conductas de manejo que son impulsivas y/o agresivas, como el salir primero del semáforo rojo o no mantener suficiente distancia de frenado. En tanto, en regiones se dan más los relacionados con exceso de velocidad, donde el conductor pierde el control.

Sea cual sea la causa, en la mayoría de los casos, una elevada siniestralidad es producto de una mala praxis. Los gerentes de las empresas vinculadas al rubro minero son plenamente conscientes de ello y por esta razón son muy estrictos en el interior de las faenas, donde cualquier movimiento se encuentra absolutamente regulado y bajo constante supervisión. Esto hace que en su interior, los siniestros relacionados con errores de conducción sean escasos…

Por lo mismo, la mayor cantidad de los accidentes ocurre en las afueras, cuando el usuario del vehículo se encuentra libre de la zona de control y adopta conductas peligrosas, como superar la velocidad mínima permitida. En el norte hay muchos siniestros producto de esto, debido a las largas distancias que se  deben recorrer para llegar de las faenas a las zonas urbanas.

Mi experiencia como gerente general de Gama Leasing, me ha demostrado que el sector minero se preocupa mucho del cuidado de sus colaboradores y proveedores, por lo que las flotas que administramos en este rubro cuentan con altas medidas de seguridad, como barras interiores y exteriores, pértigas, cintas reflectantes y una serie de accesorios que hacen que el vehículo sea prácticamente a prueba de todo. Pero todo esto pierde sentido si no trabajamos con las personas que las conducen y su jefatura directa.

Hace poco más de un año, detectamos que nuestros clientes tenían siniestros reiterados, que podían evitarse con una adecuada formación de seguridad vial e incentivos. Este fue el inicio del innovador programa “Camino Seguro – Destino Seguro”, una iniciativa que en un corto periodo de tiempo nos ha permitido impactar en la conducta de los usuarios de los vehículos y por tanto en su seguridad.

Para lograr este cambio, es necesario que los gerentes de las empresas y sobre todo, los coordinadores de los usuarios de los vehículos, tomen conciencia de los costos vinculados a los accidentes laborales en los funcionarios y en sus propias finanzas. Para enfrentar este escenario, en Gama Leasing nos preocupamos de trabajar en conjunto con nuestros clientes entregando mediciones periódicas de su siniestralidad actual y como han avanzado. Este método nos ha permitido recolectar diversas historias de éxito en poco tiempo.

Las consecuencias de un conductor irresponsable no sólo lo afectan a él, también podría atropellar a un peatón o causar un problema grave a las personas que van en otro vehículo, porque un auto mal conducido es nuestro peor enemigo. Vale la pena tomar conciencia de nuestros hábitos a la hora de manejar y preocuparnos más del tema. La seguridad también está tras el volante y puede marcar una importante antes y después en la vida de una persona.

Christian Spratz, Gerente General de Gama Leasing