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Chile

Estudiantes de primer año de Ingeniería de la Universidad San Sebastián junto a menores del jardín infantil y sala cuna CEIA, de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, implementaron una huerta orgánica que les permita comprender la importancia de crear hábitos para el cuidado de la Tierra y sus recursos.

Lunes 05 de Diciembre de 2016.- El cuidado del medio ambiente y el entono es una prioridad a nivel mundial, por lo que las acciones que cada ciudadano realice pueden marcar la diferencia para el futuro de nuestro planeta. Así, es fundamental que la educación ambiental comience en los primeros años, a fin de crear hábitos que trasciendan en el tiempo y logren transformarse en acciones que se traspasen de generación en generación.



En 2015, la carrera de Educación Parvularia de la Universidad San Sebastián en su sede Santiago, implementó el proyecto “Construyendo una nueva relación Universidad-Centro Escolar” en conjunto con los jardines infantiles de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, que busca igualar las condiciones de instrucción, potenciar la formación inicial de los niños y niñas, además de mejorar los aprendizajes de la primera infancia. Y tal ha sido el impacto de esta iniciativa, que se han fortalecido las redes entre la casa de estudios y los jardines infantiles de la comuna, lo que ha dado pie a que otras carreras de la Universidad sumen acciones que permitan contribuir con el desarrollo comunitario y social.



Así, el jardín infantil y sala cuna CEIA, de Pedro Aguirre Cerda y la carrera de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental (IESA) de la USS se reunieron para concretar una anhelada iniciativa: la implementación de una huerta orgánica que permita a los menores aprender sobre medioambiente, familiarizarse con el cuidado de los seres vivos, valorar la importancia de las especies vegetales para mantener el equilibrio ecológico y disminuir la contaminación.



Pequeños pulmones verdes



Así, y en el marco de la asignatura de Taller de Sustentabilidad, los estudiantes de primer año de la carrera tuvieron la misión de diseñar, planificar costos e implementar la huerta, con ayuda del personal y los niños del jardín.



Ya en terreno, 18 universitarios crearon distintos espacios con hierbas aromáticas para infusiones, condimentos y algunas frutas y verduras; todos en distintos formatos: huertas a ras de tierra, en cajones de madera, en columpios y neumáticos, entre otros. Como parte de este proyecto, se estableció una colaboración con la empresa “Mi Jardín Secreto”, que donó las plantas necesarias para construir la huerta.



Sobre la iniciativa, la directora del jardín y sala cuna CEIA, Ximena Pérez, señaló que “tener este tipo de espacios para los niños es muy bueno y un anhelo desde hace mucho tiempo. Estamos con una crisis mundial con respecto al cuidado del medio ambiente, entonces es ideal que los niños vayan aprendiendo el cuidado de la naturaleza y que lo repliquen en sus casas para crear conciencia en las familias, porque ahí es donde todavía cuesta”.



El estudiante de IESA, Lucas Benavides, planteó que trabajar desde primer año en una iniciativa concreta “me hace sentir más preparado para cuando me toque salir a terreno siendo profesional”. Sobre ese aspecto, la académica de la carrera, Pamela Kunz, resaltó que “uno de los aspectos fundamentales del ingeniero en Energía y Sustentabilidad Ambiental es que durante el ejercicio de su profesión estará en contacto con el entorno, que se verá impactado en mayor o menor medida por un proyecto. Por eso, nuestro modelo de enseñanza plantea que de principio a fin los estudiantes se vinculen con problemáticas de la comunidad. Mientras más temprano sea el vínculo, mejor”.



El compromiso de la USS con los niños de Pedro Aguirre Cerda, también contempla a la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente, que implementó la iniciativa “Estudios de diagnósticos para mejorar la seguridad de los jardines infantiles de la comuna de Pedro Aguirre Cerda”, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de los establecimientos en ese aspecto, realizando una verificación y control en ellos, además de reparar aquellas instalaciones que sean potenciales peligros; todo con el objetivo de reducir la posibilidad de accidentes por la exposición a riesgos eléctricos o instalaciones defectuosas, logrando disponer de un ambiente sano y seguro para todos los niños. En esta iniciativa participa una veintena de estudiantes de primer y segundo año de la carrera.

Universidad San Sebastián

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