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Expertos de la U. de Chile descubrieron en 2008 yacimiento indígena de 12 mil años de antigüedad.


24 de Abril de 2012.- En el año 2008, Diego Salazar y un grupo de investigadores de la Universidad de Chile descubrieron una antigua mina en la quebrada San Ramón, al norte de Taltal.

El año pasado los restos encontrados y las cotas analizadas arrojaron su data: entre 10 y 12 mil años de antigüedad.

Hoy la revista Current Archeology confirmó el hallazg el yacimiento encontrado es la mina más antigua de América, y según Conicyt es una de las investigaciones más importantes realizadas en el país durante el 2010.

Se trata de una mina de óxido de hierro, mineral de altísimo valor en la época, pues se usaba para realizar pinturas con fines ceremoniales en los cuerpos de los difuntos y para ornamentar objetos. "Su hallazgo revoluciona la concepción que teníamos de los indígenas que habitaron el área", cuenta aSalazar, refiriéndose a la cultura huentelauquén que habitó la zona entre lo que hoy es Los Vilos y Antofagasta hace 9 y 12 mil años.

Su cultura siempre fue concebida como la de una sociedad básica que recolectaba y pescaba en la costa del norte de Chile. Sin embargo, el tamaño de la mina y la cantidad de extracciones que eran capaces de hacer cambiaron esta creencia.

El yacimiento tiene 40 metros de largo, y por lo menos seis metros de profundidad y fue explotada intensamente por miles de años. "Hemos establecido que durante el tiempo que funcionó sacaron unos 700 metros cúbicos de roca, que equivalen a unas dos mil toneladas. Esto indica que había producción de excedentes y por lo tanto una economía más compleja de lo que pensábamos", explica Salazar. Esto, porque los excedentes de mineral pudieran haber originado un intercambio comercial con otras culturas de las zonas colindantes.

Es por eso que Salazar y el equipo de expertos de la U. de Chile seguirán investigando el lugar en busca de nuevos restos que permitan dilucidar más aspectos de los huentelauquén. "Hoy sólo tenemos rocas y huesos pintados, por lo que los próximos pasos serán determinar con qué indígenas intercambiaban el material y detallar cómo era usado por los mismos indígenas", concluye Salazar.

La Tercera