Andrzej Zablocki, De Polonia con amor a la minería

Chile

Su trayectoria de más de tres décadas en Chile lo ha convertido en uno de los ejecutivos más experimentados y con mayor trayectoria en la minería nacional.

Miércoles 10 de Enero de 2018.- Un tranquilo caminar y su prominente bigote, son dos características de este Ingeniero Polaco avecindado en Chile hace 35 años. Se define como un hombre tranquilo y apasionado por la minería.

Dicha pasión comenzó a gestarse en 1962 cuando ingresó a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Politécnica de Wroclaw (Breslavia), formando parte del recién creado Departamento de Minería donde culminaría sus estudios en 1967.

“Comencé a trabajar pero Polonia seguía bajo la influencia de la Unión Soviética, no había ningún progreso ni nuevas tecnologías”, recuerda.

Debido a la situación política y a las pocas oportunidades que el país ofrecía, decidió viajar a Finlandia con un pasaporte por tres meses. Ahí tras ser contratado por una mina subterránea, fue reclutado por la filial finlandesa de Atlas Copco. Ahí conoció a su actual esposa y tras 12 años, la empresa le ofreció encabezar un proyecto minero en Chile.

Corría 1982 y Zablocki arribó a Chile acompañado de su mujer y sus dos hijos para hacerse cargo de un proyecto por 3 años. “Resulta increíble como estos 3 años se transformaron en 35”, reflexiona en voz alta.

De ahí en adelante, la historia es conocida  para muchos… es uno de los ejecutivos más experimentados –como el mismo se define- y con mayor trayectoria en la filial local de Epiroc (Atlas Copco). Ahora convertido en asesor senior, se da el tiempo para entregarnos algunos detalles del lado menos conocido de su persona.

Entre su familia y colecciones

Si bien, pese a estar semi retirado, confiesa tener muy poco tiempo libre, este pequeño espacio de libertad lo comparte junto a su esposa, su hija psicóloga y su hijo, empresario gastronómico.

En ocasiones juega tenis con familiares y amigos, pero lo que más lo apasiona es su colección de lámparas mineras.

Esbozando una amplia sonrisa, Zablocki se jacta de tener una colección de 50 lámparas de diferentes países entre ellos México, Suecia, Finlandia, Polonia, Alemania, Perú y Chile y confiesa que compite con un amigo -ex ejecutivo de Codelco- quién tiene la colección más grande y “siempre he tenido una más que él”, suelta entre risas.

Dicha recopilación las ubica en la sala de estar del según piso de su casa, atesorándolas en un estante de madera, ahí las guarda y ordena por antigüedad y nacionalidad. 

En ese mismo estante también almacena sus jarrones de cerveza que guarda año a año de sus viajes a su natal Polonia.  Entre ellos se ubica una particular figura de cerámica, que es un pequeño minero con vestimenta negra, que según él nos cuenta “es el traje de gala que ocupan los mineros en Polonia” y que él también guarda y ha usado en más de una oportunidad.

Su rol en la comunidad polaca local
Andrzej Zablocki, es actualmente el presidente de la “Unión Polaca de Chile Ignacio Domeyko”, agrupación establecida en 1990 de la mano de Zablocki, quien fue promotor y uno de los fundadores de la comunidad de inmigrantes y descendientes polacos en nuestro país. Además, es uno de los fundadores de la Cámara Chileno-Polaca de Comercio.

Un desafío: Historia de la Mecanización en Chile

Tras ser consultado por si ¿Vislumbra algún próximo desafío? Zablocki nos cuenta una pequeña anécdota que deja encaminado un sueño que este ingeniero polaco desea poder cumplir.

“El otro día me encontré con Diego Hernández, un ingeniero en minas, el cual conozco desde hace muchos años y me dice que hable con Álvaro Merino (Gerente de Estudios de Sonami), para ver la posibilidad de escribir en conjunto un libro sobre la historia de la mecanización en Chile durante los últimos 40 años, porque luego vamos a estar muertos y la gente se puede olvidar”.

Así que esa es la idea –nos cuenta - “poder escribir un libro y retratar, entre otras cosas, lo difícil que fue implementar nuestro trabajo en Chile”.

“Incluso hoy día cuesta convencer a los dueños de las minas de que inviertan en las nuevas tecnologías que van apareciendo. Los mineros son muy conservadores”, sentencia.