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Chile

Miércoles 11 de Mayo de 2016.- La trayectoria profesional de Jorge Arrau, fundador y gerente general de Portal Minero transita principalmente por el mundo de la ingeniería y la consultoría hasta que en 1999 recala en el lanzamiento de un proyecto visionario para la época, un portal web con contenido estratégico de negocios mineros, principalmente un catastro de proyectos de inversión de la industria en Chile.

A poco andar, y tras el éxito de la compañía surge la inquietud de Arrau por ampliar la oferta de negocios hacia los proveedores mineros, primer nicho establecido, nace entonces una plataforma más robusta que no sólo se enfoca en la industria minera sino que recoge oportunidades de negocios en sectores como el energético, inmobiliario, industrial, sanitario, infraestructura e incluso forestal.

Pero este camino, que Jorge Arrau ha transitado en los últimos 17 años obedece a que “siempre he sido inquieto mentalmente” como el mismo define.

Pero, ¿cómo se cultiva esta inquietud intelectual, como se encauza? Es en estas respuestas en que surge una arista poco conocida para muchos.  “Hace 25 años atrás que partí con el tai chi, me fascinó y no lo he dejado más”, confiesa Arrau.

Originalmente, el tai chi es un arte marcial interno que en tiempos actuales se lo considera como una práctica físico – espiritual para mejorar la calidad de vida tanto física como mental. Constituye una técnica de meditación en movimiento.

Se preguntarán cómo un ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile pudo partir en esta disciplina, pues bien, el ejecutivo nos comenta que, casi como un accidente, se encontró con esta práctica cuando estaba buscando una actividad para bajar el stress de la vida profesional fue así como “me encontré con un aviso en la calle que decía tai chi y decidí ver de qué se trataba”, nos relata.

El gusto por la disciplina fue inmediato y tras los primeros 5 años de práctica en el Instituto de Cultura Oriental “me ofrecieron hacer clases ahí mismo. Acepté y estuve 12 años haciendo clases en el instituto”, cuenta.

Lo único que existe es el aquí y el ahora

Pero no es todo, tras años en la práctica del tai chi, Jorge Arrau, declarado espíritu inquieto, conoce la meditación zen, disciplina que lo captura y que, en palabras de él mismo, “consiste en estar atento al presente. En el institudo donde hacía clases de tai chi conocí la meditación zen, que es una práctica que mantengo hasta el día de hoy”, rememora el ejecutivo.

En términos simples, los tres aspectos de la práctica de meditación zen consideran en primer lugar una posición corporal especial. Segundo, una respiración natural (con el diafragma) y finalmente una actitud de observación sin aferrarse.

A poco andar y tras ser cautivado por esta práctica, Jorge Arrau decide que la meditación lo acompañará en su vida por lo que se aventura a construir un dojo en su propia casa.

“Hace 8 años construí un dojo en mi casa para contribuir a la práctica y hasta el día de hoy van distintas personas a meditar a este lugar a las 7 de la mañana, dos veces por semana. Pero yo, personalmente, practico todos los días”, nos detalla.

Es en este camino de observación y autoconocimiento que Jorge Arrau ha encauzado aquel espíritu inquieto que el ejecutivo nos revelaba en el inicio de nuestra conversación.

Hoy por hoy, Arrau mantiene orientados sus esfuerzos a la innovación tecnológica, “llevo un tiempo trabajando y aprendiendo con microprocesadores, trabajando con impresoras 3D, prototipos de algunas invenciones que siempre están en mi cabeza y que hoy día tengo la posibilidad de realizarlas”, finaliza el inquieto Jorge Arrau Pons.

 

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