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Chile

La minera y el sindicato se sentarán en 18 meses más a negociar, con la futura legislación laboral, que estable entre otros punto el contrato colectivo pasado como piso de negociación.

Viernes 24 de Marzo de 2017.- Tras 43 días de huelga, más de USD 800 millones directos que se dejaron de ganar, USD 2.000 millones que se perdieron de manera indirecta, y una relación quebrada entre los trabajadores y la empresa, culminó la huelga más extensa y costosa de la que se tenga registro en la minería chilena.

La movilización, protagonizada por Escondida -la mayor productora de cobre del mundo y controlada por BHP- por la renovación del contrato colectivo tuvo un final inesperado: los trabajadores agrupados en el sindicato único de la minera -que agrupa a 2.500 operarios- se acogió al artículo 369 del Código del Trabajo, que establece la extensión del contrato colectivo vigente por 18 meses. Modalidad que, eso sí, no incluye el pago de bono por término de conflicto.

Al acogerse a esa modalidad, la próxima negociación se dará en el marco de la nueva legislación laboral, que establece como piso el contrato colectivo pasado. Dado ello, Escondida no podrá -salvo en determinadas condiciones financieras- reducir los beneficios ya adquiridos.

La medida, rara vez utilizada por los sindicatos, se explica por los últimos desenlaces del conflicto. Es que tras tres días de negociación, desde la empresa se negaron a otorgarle un punto que era clave para los trabajadores: la no discriminación de beneficios entre trabajadores nuevos y viejos, importante para cada uno de los actores. Esto, puesto que la empresa buscaba justamente reducir su estructura de costos en el mediano plazo.

La compañía, de hecho, no estaba dispuesta a igualar el contrato colectivo actual.

Con todo, ya desde la mañana de ayer se presagiaba un desenlace complicado. Esto, puesto que por un lado, la empresa informó que tras el fracaso de las negociaciones, retomarían las operaciones, y que la última oferta realizada a los trabajadores -que incluía un bono por término de conflicto por $11,5 millones y un reajuste acorde al IPC- será retirada el próximo 28 de marzo.

“Hemos llegado a la conclusión de que este proceso de negociación terminó, no hemos llegado a los acuerdos que queríamos por ambas partes, y de hecho estamos tomando la decisión de disolver la mesa negociadora, los gerente generales que estaban trabajando vuelven a sus puestos de trabajo a focalizarse en la normalización de las operaciones”, dijo el Presidente de Minera Escondida, Marcelo Castillo.

Posteriormente, desde el sindicato informaron su decisión definitiva: recurrir al artículo 369 de la ley laboral, que extiende el contrato colectivo vencido en enero pasado, sin entregar beneficios monetarios, obligando a las partes a sentarse nuevamente en un año y medio más.

“Se ha decidido dar aplicación a la facultad prevista en el artículo 369 del Código del Trabajo, la que se comunicará sólo el día de mañana (hoy), para eventualmente tomar funciones el 25 de marzo de 2017”, informó el presidente del sindicato, Patricio Tapia, a través de una declaración pública. Esto, ya que a su juicio el contrato presentado por la empresa afectaba sus derechos y conquistas laborales.

Para la minera la decisión fue sorpresiva. De hecho, indicaron que no estaban preparados para este escenario, por lo que deberán revisar su modelo de operación y planes de negocio (ver relacionada).

Las reacciones

Tras el anuncio del sindicato las reacciones no tardaron en llegar. El presidente de Sonami, Diego Hernández, afirmó que, tras 43 días de huelga, “los resultados de este proceso son malos para todos: para la empresa que no ha podido producir en este período y ha debido paralizar totalmente sus operaciones; para los trabajadores que, después de este extenso movimiento, retornan al trabajo sin ingresos ni bono ni reajuste; para la economía que, en un período de débil desempeño, se verá afectada en su crecimiento; para el fisco que ha dejado de percibir los ingresos que genera esta importante empresa minera y, por cierto, para la imagen del país, en un período que requiere urgentemente atraer más inversión”. Y añadió que “después de este proceso, cabe preguntarse entonces quién ha resultado beneficiado con esta extensa huelga”.

Los coletazos de este proceso, que involucró la paralización de la minera de cobre que representa el 20% de la producción nacional, no son menores. Esto, ya que se estima que el IMACEC de febrero y marzo será negativo, a lo que se suma una reducción de los impuestos que recibe el fisco en dichos meses, al tiempo que los proveedores de Escondida ya advirtieron pérdidas irreparables producto de la paralización de sus funciones.

En cuanto a Escondida, si bien desde la empresa aún no tienen una estimación de las pérdidas, expertos ya anticipan que por concepto de venta de cobre, la huelga significó que la minera, ligada a BHP, dejó de percibir unos USD 800 millones.

“Considerando una producción anual de Minera Escondida cercana a 1.200.000 toneladas y una paralización de 43 días, entonces dicha empresa habría dejado de producir alrededor de 141.000 toneladas, cuya valorización al precio de USD 2,6 por libra sería del orden de USD 800 millones, monto de ingresos que precisamente habría dejado de percibir la empresa”, comentó Álvaro Merino, gerente de Estudios de Sonami.

En tanto, el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, indicó que si se toman 44 días de paralización -ya que las operaciones se reanudarán este sábado- se han dejado de producir 130 mil toneladas de cobre, 14.300 onzas de oro y 733 mil onzas de plata, lo que se traduce en USD 780 millones que dejó de ganar de manera directa y casi USD 2 mil millones de manera indirecta, considerando el impacto en la cadena de proveedores de bienes y servicios.

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