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Chile

En las otras grandes mineras de la industria local siguen el tema con detención, en vistas que sus yacimientos terminen sumándose al movimiento.

26 de Julio de 2011.- Los altos precios del cobre han gatillado una inusual situación: hoy las dos principales compañías mineras de Chile ­la estatal Codelco y Escondida, que explican el 52% de la producción local­ se encuentran enfrentando paralelamente una serie de elevadas condiciones por parte de sus trabajadores, tanto de planta como de los subcontratistas, situación que ya ha encendido una luz roja en la industria local.

Es que ­sólo en el caso de Escondida­ el favorable escenario del metal rojo ha llevado a que el Sindicato N° 1 de la privada esté exigiendo un bono de término de año fiscal de $ 5 millones para cada uno de sus más de 2 mil trabajadores, del cual hasta ahora la empresa les ha asegurado $ 2,8 millones. Por esto, lo que la noche del jueves fue tomado como la decisión de hacer un paro de sólo 24 horas, ha terminado extendiéndose hasta hoy (cuando adicionalmente llegan a sumarse más de 9 mil trabajadores contratistas), totalizando cinco días en los que Escondida acumula una menor producción por US$ 150 millones.

Y eso es lo que ahora, independientemente de las demandas particulares, hace que en el sector miren el levantamiento de los trabajadores como el resultado de una “especie de efervescencia a nivel país, que podría seguir sumando adeptos” y, por ende, es que “estamos todos con los ojos bien puestos, a ver qué sucede ahora con este movimiento”, comentan desde una gran minera.

Lo mismo afirman desde otro grupo de la industria, donde a nivel de la alta plana ejecutiva “se observa con precaución el escenario general”, pese a que “el ambiente interno por ahora está tranquilo y que, en concreto, las señales son de normalidad, incluso en los sindicatos más grandes”. Por esto, enfatizan que “las preocupaciones en este momento van porque esto no se expanda”.

A eso se suma la expectación sobre “qué es lo que pueda hacer Escondida, porque todos sabemos que antes ya ha generado tendencias en la industria. Cuando Escondida negocia con sus trabajadores, da con eso una señal al mercado laboral y eso termina replicándose en otras empresas a las que les cuesta mucho llegar a hacer esto. Además, ellos también están muy atentos a esto, porque no sólo afecta al resto de la industria, sino que también a sus otras empresas (de BHP Billiton) que no son Escondida”.

En ese sentido, el secretario y vocero del sindicato de la firma, Marcelo Tapia, precisó que recién hoy a las 10:00 horas es cuando esperan que la firma se siente a negociar, en la Dirección del Trabajo de Antofagasta, lo que no implicaría bajar de inmediato la paralización.

Altas expectativas

Sin embargo, los expertos coinciden en que, pese a que el cobre está pasando por su mejor momento (con precios que rondean los US$ 4,36, su cierre de ayer), las exigencias y compensaciones demandadas por los trabajadores se escapan de las posibilidades reales.

El académico del Centro de Minería de la Universidad Católica, Gustavo Lagos, indicó que “desde el punto de vista de las utilidades, los trabajadores pueden pedir más, pero parece poco aceptable considerando que son de los mejores pagados del país” y, más aún, tomando en cuenta que sólo la producción de Escondida ha bajado más de 70% desde 2007, cuando registraba cerca de 1.483.000 de toneladas de cobre fino anuales (ver gráfico).

Desde ese punto de vista, “la opinión pública tiene mucho que ver con lo que pase en esta movilizaciones, por lo que no creo que prospere algo mayor”, sentenció Lagos.

El director ejecutivo de Cesco, Juan Carlos Guajardo, dijo que “hay expectativas que se han forjado, pero hay que estar atentos a que esto no pase a más allá de una negociación y se transforme en una fuente de conflicto permanente, que dañe las relaciones entre administración y sindicato, que en Chile se venían dando históricamente buenas” (DF).

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