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Perú

15 de Julio de 2011.- El Ministerio de Energía y Minas (MEM) informó hoy que espera lograr la formalización de 50,000 mineros artesanales informales según la meta del proyecto Apoyo a los Gobiernos Regionales en la Formalización de la Minería Artesanal (Apogore) que ha puesto en marcha con el apoyo de las Naciones Unidas.

Este proyecto se ha comenzado a trabajar intensamente en Puno con la instalación de una oficina técnica de apoyo a este proceso en el distrito de Ananea.

El director general de Minería del MEM, Víctor Vargas, dijo que este sector va a seguir trabajando en este campo hasta que se apruebe el proyecto de ley que crea el organismo que tendrá la función de implementar el Plan Nacional de Formalización que elaboró una Comisión Multisectorial formada para resolver este problema.

Explicó que la preocupación principal de todos es que en adelante la minería se realice en todo el país en un marco de legalidad y en la que exista seguridad, cuidado del medio ambiente y responsabilidad social

Comentó que ya se cuenta con los planes catastrales de los distritos de Ananea, Cuyo­Cuyo y Crucero; y que se empezará a laborar en estos lugares en base a la información disponible; formando oportunamente mesas de trabajo por zonas.

Vargas se reunió con casi un centenar de mineros artesanales, formales e informales procedentes de Ananea, Rinconada y diversas comunidades del departamento de Puno, así como autoridades distritales de las zonas mencionadas.

Por su parte, la asesora del MEM, Clara García, dijo que la Comisión Multisectorial espera resolver toda la problemática de la minería informal en cinco años, enfrentando este desafío con realismo y con transparencia.

Asimismo, el responsable de Apogore, Guillermo Medina, explicó que este proyecto del MEM bajo la gestión del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidos (PNUD) es fundamentalmente de apoyo a los gobiernos regionales para fortalecer sus capacidades e impulsar con eficacia la formalización de la minería artesanal.

Reiteró que es un programa de capacitación y no de inversión cuyo plazo previsto originalmente era de cuatro años.

“Hemos considerado conveniente insistir en la difusión de las ventajas de la formalización y en la importancia que reviste una minería de calidad mediante el empleo de la tecnología adecuada”, precisó.

Insistió en que la formalización es un proceso que se puede lograr de dos maneras, siendo el camino más fácil cuando se trata de áreas de libre disponibilidad.

Asimismo, precisó que el segundo caso es cuando el minero informal está en terreno de terceros, entonces se tiene que propiciar el acercamiento con el titular de la concesión minera.

“En este caso se puede actuar mediante un contrato de explotación. El MEM sólo cumple el papel de intermediario, no es árbitro ni puede dar opinión. Tiene que mantener una imparcialidad absoluta”, anotó (Andina).

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