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Chile

A fines del año pasado, la compañía finalizó la implementación de una nueva estrategia de planificación, que le permite reaccionar mejor a la volatilidad e incertidumbre del mercado.

Lunes 11 de Abril de 2016.- El año 2015 sorprendió al Grupo CAP. Pese al desplome del precio del hierro, su principal recurso, que cayó un 40%, la compañía obtuvo utilidades por USD 2,1 millones. Si bien estas ganancias estuvieron lejos de los USD 55,5 millones que ganó en el período previo, sí los desacopló de las pérdidas de otras operadoras globales. “La verdad es que nos sorprendió que ganáramos plata. Quedamos muy conformes con los resultados y eso demuestra que la reacción de CAP fue impresionante”, destaca Fernando Reitich, gerente general de Grupo CAP.

Este año, el hierro ha subido 24% y el acero en una proporción similar. Para la compañía, sin embargo, estos precios no están para quedarse y, más bien, trabajan sobre la base de un escenario de alta volatilidad e incertidumbre, el que estiman se prolongará hasta 2017 incluso. “Este año va a ser difícil y probablemente el que viene también”, anticipa el ejecutivo, quien este 2016 lo ve “con muchos desafíos, incertidumbre y volatilidad.

“A pesar del leve repunte de las materias primas y del acero en las últimas semanas, no existe un consenso sobre la sustentabilidad fundamental de éste en el tiempo”, comenta Reitich.

Con una demanda que proyectan estable, en el grupo aseguran estar mejor preparados para enfrentar un nuevo período adverso.

Su máximo ejecutivo precisa que el año pasado cambiaron la manera de planificar. “A mediados de 2015 comenzamos a trabajar una nueva estrategia de planificación. El plan estuvo implementado a fines de año”, relata.

Explica que la forma en que usualmente planifican las empresas -y que era lo que hacía la compañía- considera proyectar el PIB, la demanda, el precio y el tipo de cambio. Todas esas variables se combinan y se calcula el resultado final. “CAP ahora no trabaja bajo supuestos fijos ni rígidos, sino que toma en cuenta un abanico de escenarios y, dependiendo de los acontecimientos que ocurran, hay acciones que podemos gatillar y con las cuales nos podemos ir moviendo de escenario, adaptándonos”, subraya.

Ante una realidad incierta y volátil, dice: “Hoy tenemos una nueva CAP, con la metodología y la capacidad de responder con mayor agilidad a los desafíos. Trabajamos preparados para lo peor, esperando lo mejor”.

La estrategia del grupo también apunta a potenciar la diversificación de productos y áreas de negocios, además de profundizar en innovación, productividad y optimización operacional.

El mercado dio un espaldarazo a la firma por las mejoras implementadas. Hace unos días, la clasificadora Fitch Ratings ratificó la misma clasificación que tenía CAP cuando el mineral valía cuatro veces lo que se cotiza hoy. La acción, en tanto, ha escalado 17% este año, aunque en la empresa afirman que “no refleja lo que verdaderamente vale la compañía”. Su valor en Bolsa es de USD 439 millones.

Foco en rentabilidad 

Una de las cosas que hará CAP es optimizar su rentabilidad, no la producción. Esta última, si hay que subirla o bajarla, dependerá  de cuán rentable sea.  

Para este año, en el negocio del hierro (actividad desarrollada a través de CAP Minería), la firma tiene como meta alcanzar los 16 millones de toneladas, un alza de 4% respecto de 2015, “con la flexibilidad de disminuir esta meta si un tonelaje menor reditúa en una mayor rentabilidad”, acota Reitich.

Igualmente, en la línea de acero (CAP Acero) esperan despachar cerca de 760 mil toneladas, equivalentes a un aumento de 6% en relación con 2015. En el área de procesamiento de acero, en tanto, con su filial Cintac, estiman ventas de alrededor de 300 mil toneladas.   

El mix de productos también podría variar drásticamente en 2016, según las condiciones de mercado. Así lo hicieron en el segundo semestre de 2015, cuando en un momento el mercado prefirió minerales de menor ley. “Hicimos un cambio dinámico para cubrir esa mayor demanda. El año pasado triplicamos nuestra producción de sinter feed, que son minerales que en vez de tener hasta 69% de hierro, tienen 62%, y cuyo bajo costo de producción permite alcanzar mejores márgenes a la empresa. Es el segundo producto más redituable que tenemos, después de los pellets”, detalla el ejecutivo.

Los cambios en la producción implican, además, adecuar rápidamente no sólo los procesos productivos; también se requiere adaptar la parte comercial y financiera a esa nueva realidad.     

La nueva estrategia del holding apunta a elevar la eficiencia. En esa línea, a fines de 2015 el grupo decidió darles vacaciones obligadas a 400 trabajadores en Huasco. “Ese tipo de medidas perfectamente las podríamos repetir este año, dependiendo de las condiciones de mercado. Tenemos que ser flexibles”, enfatiza Reitich.

Para afrontar este 2016, la compañía pondrá énfasis en una continua reducción de costos y en mejoras de productividad. “Vamos a ahorrar lo más posible, sin comprometer el futuro de CAP.  Con visión de largo plazo, pero resguardando el corto plazo”, subraya.

En materia de productividad tienen metas concretas. En 2015, CAP Minería subió su productividad en 22%. Para este año esperan incrementarla en otro 15%. 

Potenciar activos de infraestructura 

La firma irá más allá de sus negocios tradicionales y puso como uno de sus objetivos la diversificación de su portafolio. “Nuestros activos de infraestructura, como los puertos y la planta de desalinización, juegan un papel importante al mitigar parcial y crecientemente la volatilidad en los emprendimientos más tradicionales del grupo”, sostiene Reitich.

La ventaja que tienen esos activos, precisa, es que los ingresos son muy estables y justamente por eso los activos tienen un altísimo valor. Hoy, aportan el 25% de los ingresos totales.

En la compañía ven espacios para duplicar el crecimiento de la planta desalinizadora de agua de mar, que operan en la Región de Atacama. En 2015, la instalación produjo 17 millones de metros cúbicos. “La planta puede crecer al doble, hay muchos interesados en comprarnos agua”, resalta el gerente general.

También estiman que pueden expandir al doble la carga que movilizan sus puertos. La minera tiene cuatro terminales distribuidos entre las regiones III y IV: Guacolda II, Las Losas, Guayacán y Totoralillo. “CAP se va a ubicar como un operador portuario. Nuestros puertos hoy están subutilizados y estamos en avanzadas tratativas con otros clientes para que utilicen nuestras instalaciones para la exportación e importación de productos”, indica Reitich.

En paralelo, negocian la opción de que provincias argentinas puedan exportar sus productos por los terminales de Atacama. 
La decisión de CAP de diversificarse también abarca a otros metales. Hoy están explorando la minería del cobre, en sociedad con la minera canadiense Hot Chili.

La firma ya estuvo en ella a través de su participación en Carmen de Andacollo, que vendió en 2007. Reitich es enfático: “La rentabilidad de las inversiones deberán ser tales que justifiquen los riesgos asociados a las incertidumbres imperantes, tanto en relación con la demanda a futuro como aquellas relacionadas con nuevas realidades en nuestro país, en materias de complicaciones en la obtención de permisos, costos, compensaciones, seguridad y estabilidad”.

Agrega que la compañía tiene un proyecto de más de USD 700 millones en etapa de prefactibilidad, en la III Región. “Estamos avanzando para luego determinar el mejor momento de tomar la decisión de inversión”, relata. 

Transformar el acero en productos innovadores es otro foco para CAP. En esa línea, a través de Cintac el holding impulsó un área de negocios de soluciones fotovoltaicas y de componentes estructurales para grandes plantas. Para comenzar, subraya Reitich, partieron la construcción de la mayor planta fotovoltaica del país sobre techo, en la misma Cintac, que tendrá una capacidad instalada de ocho megawatts (MW) y demandará una inversión de USD 8 millones. 

Codelco y el dumping

Lo que sí ven con preocupación en CAP es el negocio acerero, amenazado por la irrupción de las importaciones chinas que han bajado los precios fuertemente y afectado la demanda por los productos de la empresa.

En octubre del año pasado, la Comisión Antidistorsiones de Precios fijó como medida de salvaguardia provisional una sobretasa arancelaria de 37,8% a las importaciones de alambrón de acero. 

La medida, sin embargo, ha sido insuficiente para CAP. “La distorsión continúa y no sólo desde China. Esto pone en riesgo no sólo a Huachipato, sino a toda su cadena de valor”, enfatiza el gerente.

Y acusa: “Llama la atención que la empresa más icónica del país,  como es Codelco, propicie la importación de bolas para la molienda a precios distorsionados, aumentando la participación de las importaciones de éstas en sus compras”.

La Tercera

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