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Chile

El boom de los commodities empieza a quedar atrás y las mineras están buscando líderes con mayor pericia operacional para hacer frente a los desafíos en el horizonte.

Lunes 25 de Febrero de 2013.- La declinación en los precios de los metales y la presión sobre los costos están conformando un escenario distinto, más complejo, para las grandes mineras. Y están respondiendo con cambios en la plana ejecutiva. En el último año y medio hubo cambios (o anuncios de cambio) en las cuatro mayores mineras transadas en la Bolsa de Londres y en al menos otra media docena de compañías de menor tamaño. En casi todos los casos la salida del CEO fue involuntaria y responde a la disconformidad de accionistas con el desempeño operacional de las firmas.

Esta semana, BHP anunció que Andrew Mackenzie, jefe de su división de metales no ferrosos, reemplazará a Marius Kloppers a partir de mayo. El fracaso en la fusión con Rio Tinto, y luego de la unión de los activos de hierro de BHP y Rio en Australia, más la fallida oferta por Potash Corp, arrojaron dudas sobre la capacidad de Kloppers de lograr resultados.

Mackenzie, un geólogo que habla cinco idiomas, tiene experiencia en las industrias petrolera y minera y buscará sacar partido a la incursión de BHP en la industria del shale gas en Estados Unidos.

La lista de cambios es larga. En enero, Tom Albanese fue despedido de Rio Tinto al mismo tiempo que se anunciaba que la firma asumiría un cargo de US$ 11.000 millones por menor valor de activos relacionado con la compra de Alcan por US$ 38.000 millones a mediados de 2007. La operación estaba en marcha cuando Albanese asumió el puesto, pero otro cargo selló su salida: el de US$ 3.000 millones por los activos de carbón en Mozambique, comprados hace menos de dos años por US$ 3.700 millones. Lo reemplazó Sam Walsh, quien estaba a cargo de las operaciones de hierro.

En octubre, Cynthia Carroll presentó su renuncia a Anglo American a partir de abril de este año, por los problemas en Minas Rio, un yacimiento de carbón en Brasil, cuya puesta en producción ha tardado y costado mucho más de lo presupuestado. Los gastos hasta enero de este año eran de US$ 8.000 millones, muy por encima de los US$ 2.600 millones presupuestados en 2008. Y a fines de enero informó de una amortización por menor valor de activos de US$ 4.000 millones.

Marcelo Awad tuvo que dejar Antofagasta Minerals en marzo de 2012 y en su lugar asumió en julio Diego Hernández, quien había renunciado a Codelco a fines de mayo. Ese mismo mes, Roger Agnelli salió de la brasileña Vale. También hubo movimientos en tres de las cinco mayores auríferas del mundo: Aaron Regent fue reemplazado por Jamie Sokalsky en Barrick y Tye Burt cedió el mando a J. Paul Rollinson en Kinross Gold, mientras que en Newmont Mining, Richard O’Brien será sucedido por Gary Goldberg en marzo.

¿Qué pasó? Una hipótesis es que la experiencia de los mineros en los ‘80 y ’90, antes de que la demanda china se disparara e hiciera subir los precios, no los preparó bien para manejar la bonanza. La abundancia de dinero condujo a una serie de caras compras y fusiones y proyectos multimillonarios. “No había el mismo nivel de escrutinio y proceso de selección natural para los proyectos que cuando los presupuestos eran limitados”, dijo Rob Clifford, de Deutsche Bank, a Financial Times.

Ahora el escrutinio se impone. Según Bloomberg, las grandes mineras y siderúrgicas han disminuido en unos US$ 50.000 millones las valuaciones de sus proyectos en un año, y siguen revisando las consecuencias de una década en la que las compras y fusiones sumaron US$ 1,1 billón. Las amortizaciones de Rio son las más altas, pero en una señal de lo que vendría, a mediados del año pasado Kinross redujo en US$ 2.490 millones el valor de la mina Tasiast en Mauritaria, comprada como parte de una operación por US$ 8.000 millones en 2008.

Vale rebajó en US$ 4.200 millones la valuación de una mina de níquel y su participación en la productora de aluminio Norsk Hydro. Más aún, se espera que Vale informe una segunda disminución “de entre US$ 50 millones y US$ 100 millones en varios activos diferentes” cuando entregue sus resultados para 2012 este mes, según su gerente de finanzas, Luciano Siani, en una presentación en Londres en diciembre.

Los ejecutivos que vienen priorizarán la gestión operacional, la generación de dinero y el control de costos. Además, el financiamiento será más desafiante, sobre todo para las firmas de menor tamaño. Un estudio de Ernst & Young concluyó que las firmas mineras y de metales recaudaron US$ 249 mil millones en ofertas públicas iniciales y préstamos bancarios el 2012, menos que los US$ 340 mil millones de 2011. El impacto fue mayor para firmas pequeñas y medianas, pero deja claro el cambio de ánimo entre los inversionistas.

LTOL

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