Home   +562 2225 0164 info@portalminero.com

Síguenos

Skip to end of metadata
Go to start of metadata

Perú

Jueves 26 de Septiembre de 2013.- En una carretera sinuosa en las montañas al este de Lima, la capital peruana, se encuentra Morococha, una ciudad ubicada a 4.500 metros sobre el nivel del mar.

Las casas están construidas con ladrillos de barro o rocas con planchas de metal como techo, y algunas están por colapsar. El agua sucia fluye hacia las tierras más bajas, dando lugar a muchos estanques sucios.

No obstante, a menos de siete kilómetros, está naciendo un nuevo pueblo. Construidas por la Corporación de Aluminio de China (Chinalco), las casas con techos naranja están alineadas, rodeadas por montañas nevadas. Arroyos limpios fluyen alrededor del pueblo y continúan hacia los lagos donde las aves revolotean.

En la entrada hay un gimnasio con capacidad para 5.000 personas. Desde que fue construido el año pasado, se han organizado cuatro conciertos de música pop allí.

El nuevo pueblo de Carhuacoto está equipado con todas las instalaciones indispensables de una ciudad moderna como un hospital, una iglesia, un mercado, una escuela primaria, un jardín de infantes, una estación de policía y un ayuntamiento. También hay 12 áreas de juego específicamente para los niños y caminos especiales para las personas con problemas de discapacidad.

Hace seis años, Chinalco compró la mina de cobre de Toromocho en Morococha, algo que hizo famoso a este pequeño pueblo andino y generó expectativas sobre si la compañía china sería capaz de manejar el traslado de 5.000 residentes del pueblo antiguo y sus puestos de trabajo.

Una vida mejor

El esposo de Silvia trabaja en la mina de cobre y la mayor de sus tres hijas estudia en la universidad. Su nuevo hogar tiene dos habitaciones grandes, una que usan como tienda de vegetales y otra que es el estar. La familia tiene acceso a agua corriente, televisión por cable e internet, que no tenían en el pueblo antiguo.

“Ni siquiera hay agua limpia en el pueblo antiguo, ni pensar en lugares de entretenimiento. Chinalco compró nuestra casa vieja y nos dio una nueva casa aquí. Está ordenada y tenemos un buen ambiente para vivir”, dijo la mujer de 41 años de edad a Global Times.

Perú es rico en minerales, pero era una práctica común que las compañías mineras pagaran una pequeña suma de dinero para el traslado de los residentes locales que tenían que arreglárselas por sí mismos. Chinalco es la primera compañía en Sudamérica que ha construido un pueblo nuevo para la gente que debía trasladarse.

Está programado que la mina de cobre entre en producción a finales de este año y se expandirá hasta el antiguo pueblo en siete años, pero Chinalco ha comenzado con el desarrollo de la mina y la construcción del pueblo nuevo de manera simultánea.

“Decidimos comenzar la construcción del pueblo como estaba programado, aunque la producción de la mina debió ser postergada”, dijo Huang Shanfu, presidente de Minera Chinalco Perú S.A., la subsidiaria peruana de Chinalco.

Los habitantes locales han tenido problemas con el agua sucia durante décadas, Chinalco construyó una pequeña planta de tratamiento de agua para ellos. Se les dio la propiedad de sus nuevas viviendas cuando se mudaron, mientras la mayoría de ellos sólo podía alquilar en el pueblo antiguo.

Gilo, que recientemente se mudó a Carhuacoto, tiene una sastrería en el pueblo antiguo y un trabajo en la mina. Se mudó porque la mayoría de los residentes se había trasladado al nuevo pueblo, lo cual había dificultado su negocio, dijo Gilo a Global Times.

Un total de 1.050 casas han sido construidas y 790 han sido ocupadas, lo que representa el 82 por ciento de la población del pueblo antiguo, dijo Álvaro Barrenechea, un empleado de Chinalco.

Álvaro dijo que algunos de los que se quedaron en el pueblo antiguo dijeron que querían una indemnización mayor por parte de Chinalco, algo que es común en el desarrollo minero en Perú.

Recientemente el congreso peruano aprobó dos leyes, que decían que el pueblo antiguo de Morococha no es adecuado para residir y nombró al nuevo pueblo como la capital del distrito de Morococha. Esto proporciona más apoyo legal para los esfuerzos de traslado de Chinalco.

La inversión de Chinalco ayudaría a mejorar las condiciones laborales y de vida de los habitantes, lo que sienta una buena base para el futuro desarrollo de la región, dijo Ezio Buseli Canepa, vicepresidente de la subsidiaria de Chinalco en Perú.

Nuevo modelo

La localización es un principio al que Chinalco se ha adherido desde el comienzo. Cerca del 98 por ciento de los empleados de Morococha son lugareños y los gerentes de proyectos tienen experiencia multinacional, y sólo cinco ejecutivos son chinos.

A pesar de estos esfuerzos, las compañías chinas aún enfrentan muchos problemas a la hora de invertir en Perú. Chinalco está intentado hacer que los residentes que aún quedan en el pueblo antiguo se muden por medios legales y Shougang Hierro Peru SAA ha tenido algunas huelgas.

“Están creando un nuevo modelo, mientras se esfuerzan por encontrar soluciones para los problemas (que tienen al operar fuera del país). Por eso han generado tanta atención por parte de sus colegas”, dijo el empleado de una empresa de inversión extranjera en Perú, que pidió permanecer en el anonimato.

Un camino duro

La mina de Toromocho tiene una reserva de cobre que equivale hasta el 19 por ciento de las reservas totales de China y puede producir cerca de 250.000 toneladas al año, un tercio de la producción anual en China.

Sin embargo, invertir allí no es una tarea fácil. “Chinalco llegó tarde y las minas que son fáciles de desarrollar ya han sido tomadas por otras compañías extranjeras. No nos quedó una opción mejor”, dijo Huang.

Cientos de años de minería no han beneficiado a los habitantes locales. Algunas familias mineras han generado una gran riqueza a través de su trabajo industrioso, pero viven en la pobreza por generaciones.

Xinhua

Portal Minero