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Internacional

23 de Mayo de 2011.- ¿Qué trata de decirnos el mercado de commodities? Después de un alza constante y casi ininterrumpida desde la recuperación de la crisis de crédito que comenzó hace dos años, muchos de los commodities más observados han protagonizado una reversa dramática este mes. Pero el desempeño menos llamativo de commodities anodinos resulta más preocupante.

Comencemos con el espectáculo de la plata. Este año se vio el crecimiento y subsiguiente estallido de una burbuja especulativa clásica, En menos de cinco meses, ha ganado 63% y vuelto a caer 35%.

¿Esto debe resonar más allá del mercado de la plata? No necesariamente. La plata siempre se ha tratado como un subproducto especulativo del oro. Con los metales preciosos demandados como cobertura contra la inflación, no sorprende que la plata se despegara de sus fundamentos. Desde que comenzó la especulación sobre un programa de compras de bonos de la Reserva Federal de EEUU en septiembre, el precio de la plata más que se duplicó respecto del oro, a un máximo de 30 años, y luego saltó de regreso.

Como al momento de escribir este artículo la plata muestra aún un alza de 15,5% en el año, tiene sentido ver esto como la corrección de una breve pero estúpida burbuja especulativa y nada más siniestro.

Yendo al oro, su avance es un producto natural de la creencia en el doble fenómeno del resurgimiento de la inflación en occidente y un dólar estadounidense desvirtuado. La gente lo compra como la última moneda “dura”, que conservará su valor si la política monetaria relajada de la Reserva Federal lleva a una inflación desatada en EEUU.

Sobre esta base el oro, que ha declinado un poco en las últimas semanas, está diciendo que el temor a la inflación llegó a un máximo a comienzos de este mes. Esto tiene sentido porque los datos económicos que salen de EEUU y Europa occidental siguen siendo débiles, con escasa o ninguna señal de la presión salarial que se requiere normalmente para hacer subir la inflación.

Más aún, el Banco Central Europeo sorprendió al mercado este mes virtualmente descartando un alza de tasas en junio, en otra señal de que el temor al recalentamiento ha comenzado a ceder. Las expectativas de inflación implícitas generadas por el mercado de bonos lo confirman.

Esto puede verse de dos maneras. Muchos celebran que la inflación no vaya a engullir al mundo en cualquier momento, pero es preocupante que la principal razón para esto sea la falta de crecimiento económico.

En cuanto al petróleo, los temores a que la primavera árabe interrumpiera la producción de crudo hicieron subir los precios este año, y el mercado luego se calmó. Eso parece explicar los movimientos de precios este año, con un incremento amenazador seguido por la corrección.

Los commodities agrícolas e industriales, sin embargo, son más preocupantes. Los metales básicos, según los índices Dow Jones­UBS, tocaron techo a comienzos de este año. Ahora están 11% por debajo de ese máximo, no más arriba que donde estaban hace seis meses, y se cotizan bajo los promedios móviles de 50 días y 100 días. Si los precios de los metales son una medida del sentimiento hacia la economía, entonces hay una evidencia fuerte de que ese sentimiento tocó techo y ahora está declinando.

El índice Dow Jones­UBS de commodities agrícolas es similar. De nuevo, el índice ha oscilado sin dirección este año y está casi 10% debajo de su máximo.

Más preocupante, examine los futuros forestales, que son un vehículo algo menos especulativo porque no están incluidos en los índices transados y son más difíciles de comprar. Deberían, sin embargo, ser una medida decente de hacia dónde creen los proveedores que se encamina la industria estadounidense de la construcción. Si es así, la historia que cuentan es inquietante, ya que han caído más de 30% este año.

Todo esto importa por los vínculos con otros mercados. La correlación entre commodities y acciones, a menos a nivel global, sigue estando prácticamente blindada. Grafique juntos el índice accionario FTSE­All World y el de metales industriales Dow Jones­UBS y es difícil ver la diferencia. No hay razón para que esto deba ser siempre así. Precios de commodities más altos implican mayores ingresos para algunos pero también costos más altos para otros.

A lo largo de la historia, los períodos de fuertes alzas en los precios de los commodities han tendido a coexistir con desempeños planos para las acciones. Así que una simple mirada desde arriba en que los precios de los commodities se consideran indicadores anticipados de crecimiento económico global aún predomina.

Eso tiene la desagradable implicación de que el problema en los commodities conlleva problemas para otros mercados y para la economía. Y la serie de miniburbujas en los precios de los activos (visible en las recientes colocaciones de acciones de Internet en Nueva York tanto como en la plata) hace pensar que los inversionistas encuentran cada vez más difícil ganar dinero y están comenzando a desesperarse (DF).

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