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Argentina

Scioli envió la Infantería a la planta de YPF para disuadir a los manifestantes, que acampan en la zona.

7 de Octubre de 2011.- Una orden que le hizo llegar el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, a su ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, para que interviniera con efectivos de guardia de Infantería logró ayer levantar el bloqueo que un grupo de ex empleados petroleros hacía sobre la destilería de YPF en Ensenada. El despeje coincidió con el repliegue de ex trabajadores que hacían lo mismo frente a una planta de despacho de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Aun así, y sin soluciones al reclamo de base, el conflicto persiste: los manifestantes mantenían anoche el campamento frente a las instalaciones de la empresa.

El desenlace, que le permite al gobierno nacional ganar tiempo tal vez hasta que termine el fin de semana largo, no había anoche aplacado la escasez de naftas y gasoil en vastas zonas del país. Los estacioneros consultados por La Nación preveían que sólo para esta noche el abastecimiento se normalizaría. Hasta última hora de ayer todavía persistían las largas colas en casi todas las provincias.

La protesta es encabezada por ex trabajadores de YPF que le exigen al Estado el cobro de fondos que reclaman desde la privatización de la empresa, en 1993, por el Programa de Propiedad Participada. Todos se reunirán esta tarde en San Lorenzo para consensuar cómo continuarán.

Así, el regreso de los volúmenes de combustible será lento. "Si bien todavía hay demoras para abastecerse, los camiones de YPF ya están entregando nafta y gasoil. Ante un bloqueo similar, siempre tenemos que calcular un retraso de unas 48 horas para que las estaciones estén totalmente provistas, sobre todo las más alejadas del centro de expendio", explicó el presidente de la Federación de Expendedores de Combustible y Afines de la provincia de Buenos Aires, Luis Malchiodi.

El panorama es el mismo en otras zonas del país. Por ejemplo, en Mar del Plata, que volverá a tener este fin semana afluencia turística y que recién ayer, con las últimas luces del día, empezaba a recibir los primeros camiones. Antes, durante toda la jornada, los automovilistas habían tenido que hacer verdaderos derroteros en busca de carga, en especial en ciudades vecinas como Villa Gesell o Pinamar.

Córdoba y Santa Fe vivían anoche una situación parecida, particularmente con algunos combustibles específicos, y en Entre Ríos todo era bastante más grave. "A las otras estaciones, al recibir el volumen que venden las YPF, que es casi el 60 por ciento del mercado, la situación las ha tomado de sorpresa y no han calculado que iban a tener tanta demanda", dijo la secretaria de la Cámara de Expendedores de Combustible, Marta De Bueno.

También en Mendoza cesaron transitoriamente los bloqueos del Sindicato Unido de Petroleros del Estado (SUPE), que reclamaba mejoras contractuales. Sin embargo, el anuncio de la "normalización" del abastecimiento que hizo YPF no se tradujo en mejoras ostensibles, y algunas estaciones situadas en puntos importantes de la ciudad mostraban el ya habitual panorama de filas largas, caras serias y carteles de faltantes de nafta, nafta premium, diésel o diésel premium. Esas colas frente a estaciones de YPF contrastaban con la tranquilidad de determinados puntos de venta de Shell, cuyos precios siguen siendo superiores a las de la petrolera argentina: $ 6,60 la nafta premium (frente a $ 6,05 en YPF); $ 5,65 la nafta común ($ 4,82 en YPF); $ 6 el diésel premium ($ 5,43 en YPF), y $ 5,33 la diésel común ($ 4,07 en YPF).

Al mediodía, YPF había emitido un comunicado que indicaba que, tras el levantamiento de las medidas de fuerza en Ensenada y San Lorenzo, el suministro se normalizaba en todo el país.

En Ensenada, el bloqueo que mantenían los ex empleados desde la mañana del lunes en los accesos de la destilería fue levantado de manera pacífica anteanoche, pasadas las 23, cuando un grupo de unos 300 efectivos de Infantería arribaron al lugar. "Nos quisieron asustar por que nosotros éramos 15 y nos obligaron a irnos", dijo uno de los manifestantes.

Fuentes de la gobernación confirmaron que fue Scioli quien le pidió al ministro de Justicia y Seguridad que enviara policías a la zona de conflicto. El gobernador cuestionó la actitud de quienes bloqueaban. "No se puede permitir que unas pocas personas que mantienen un conflicto económico con la empresa tengan de rehenes a millones de personas que utilizan el combustible para trabajar o transportar la producción", dijo, tras el desalojo.

Hasta ayer, los ex trabajadores no habían logrado comunicarse con Scioli. "No hubo avances en nuestro reclamo y nadie del gobierno se acercó para hablar", afirmó Ramón Mercado, vocero del grupo (La Nación).

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