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Argentina

Los aumentos de los combustibles en la ciudad casi hicieron desaparecer la brecha de entre 15 y 20%.

7 de Octubre de 2011.- Quizá Dios ­si es que existe­ siga atendiendo en Buenos Aires, pero al menos ahora no es tan privilegiado a la hora de llenar el tanque. Los precios de los combustibles líquidos, que durante los últimos años costaron entre un 15 y un 20% más caros en las estaciones de servicio del interior, acortaron la brecha en el último tiempo y hasta llegaron a eliminarla en algún caso puntual.

El proceso, aunque paulatino y no lineal, abarca a la mayoría de las provincias. Lo demuestran los datos oficiales de precios que publica la Secretaría de Energía. Cargar nafta súper en una YPF de Tucumán o de Catamarca era en agosto de 2009 15,7% más caro que en la Capital. En 2010, esa diferencia ya se había reducido a 8,7% y el mes pasado ya se ubicaba en 7,7%. En el caso de la nafta premium, el acortamiento fue más pronunciado: la brecha de 12,6% de hace dos años se transformó en un exiguo 1,5% con los precios actuales.

Pero esa menor desigualdad no se logró por el abaratamiento del combustible en el interior, sino de ajustes de precios más fuertes para los automovilistas de la Capital Federal y el conurbano. En los últimos doce meses, la nafta súper y el gasoil común aumentaron en las estaciones porteñas entre 26 y 29%. En los combustibles premium, el ajuste llegó al 33%.

"Este ha sido un reclamo nuestro desde hace mucho tiempo. Se lo hemos pedido insistentemente a YPF, que es la formadora de precios, y también a las secretarías de Comercio Interior y de Energía", dijo Raúl Castellano, secretario de Asuntos Institucionales de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), una de las entidades que agrupan a los dueños de estaciones. "La brecha llegó a estar en más del 15% y hoy está en menos de la mitad. Era insostenible en el tiempo porque generaba desigualdades muy grandes y malestar en las provincias."

La sensación de los estacioneros ­nunca reconocida por el Gobierno o las petroleras­ era que la mayor presión oficial estaba hasta no hace mucho puesta en los precios de Buenos Aires por dos razones: son los que el Indec mide para el IPC oficial y cualquier aumento en esta ciudad cobraba mayor visibilidad a través de los medios nacionales. Pero el tácito visto bueno que el Gobierno parece haber dado para que las petroleras actualicen sus precios les permitió acercar los precios de todo el país.

No es el único caso en el que los habitantes del interior se sienten perjudicados por la actual política. Tanto la energía eléctrica como el gas son mucho más baratos para los porteños, pese a que los ingresos medios de este distrito son superiores a los del resto del país.

En un reciente informe sobre la disminución de la brecha de precios, el sitio especializado Surtidores.com.ar destacó que hoy los combustibles premium "cuestan casi lo mismo en cualquier lugar del país", aunque "aún persiste la disparidad en los hidrocarburos de mayor rotación, la súper y el diésel tradicional".

La reducción de esta brecha no ha sido pareja para todas las provincias ni para todas las petroleras. En Córdoba, por ejemplo, YPF pasó de vender la súper un 13,7% más caro hace dos años a sólo 5,59% por encima de los precios porteños en el último relevamiento, mientras que Shell redujo la brecha de 16 a 8,1% en este mismo combustible, pero la incrementó de 7,6 a 13,3% en el gasoil.

En cualquier caso, ya no se ven diferencias del 23,2% como pasaba con el gasoil que YPF vendía en Misiones y en la Capital hace dos años (hoy la brecha es 5,9%). E incluso está el caso extremo de Mendoza, donde hace dos años la súper de esa marca era 13% más cara ­y el gasoil, 19,4%­, mientras que hoy comparte los mismos precios que la ciudad de Buenos Aires (otras petroleras, sin embargo, siguen manteniendo allí una brecha con los precios porteños).

El año pasado, el diputado nacional por Mendoza Enrique Thomas (Peronismo Federal) presentó un proyecto de ley que buscaba obligar a las petroleras a aplicar un precio único en todo el país. "No hay ninguna justificación para que el combustible en la Capital sea más barato que en el resto del país", dijo el legislador, que espera que su proyecto sea analizado en breve en la reunión de asesores de la Comisión de Energía.

Fuentes de YPF confirmaron que la empresa tomó la decisión de "ir unificando los precios", pero descartaron que se pueda eliminar por completo la diferencia por diversas razones, que tienen que ver con los distintos costos logísticos de llegar a cada plaza, con la ventaja de la escala de mercado en las ciudades más grandes y con la imposibilidad de cerrar demasiado la brecha si eso implica quedar con un precio muy por debajo del de la competencia (La Nación).

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