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Chile

Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, destacó la pujanza económica de Chile, su progreso social y solidez institucional. "Chile ha sabido articular un entorno favorable para la atracción de inversión extranjera", dijo.

21 de Noviembre de 2011.- En abril pasado, la eléctrica noruega SN Power decidió vender el mayor proyecto que tenía en carpeta en Chile, Trayenko, a su socio Gustavo Pavez. Era, hasta ese momento, su iniciativa más emblemática: una central hidroeléctrica de US$ 1.000 millones y 400 MW, en la XIV Región.

Esta operación, sin embargo, no significó su salida del mercado. De hecho, la firma nórdica tiene una nueva estrategia para crecer en el país y duplicar su tamaño hacia 2015. Hoy tiene 201 MW.

¿Cómo lo hará? Construyendo centrales hidroeléctricas de pasada; esto es, sin embalse. En total, SN Power planea adicionar 200 MW, con una inversión de al menos US$ 500 millones.

La compañía fue fundada en junio de 2002 por la estatal noruega Statkraft. En 2006 llegó a Chile, donde construyó y actualmente tiene operando el Parque Eólico Totoral (en la Región de Coquimbo, con 46 MW) y las centrales hidroeléctricas La Higuera y La Confluencia (en la Región de O"Higgins, con 310 MW en total). Estas últimas, en sociedad, en partes iguales, con la australiana Pacific Hydro.

"Estamos en una etapa de consolidación en Chile y al mismo tiempo, buscando nuevas oportunidades de crecimiento", dice Rodrigo Quinteros, gerente comercial y desarrollo de negocios de SN Power Chile. La expansión se dará apuntando a tamaños de centrales en torno a los 100 MW. La compañía tiene derechos de agua en la VI Región, pero también está evaluando comprar recursos hídricos en otras zonas. Para ello, maneja un catastro de opciones desde la VII a la X Región.

El nuevo diseño de su apuesta en Chile no contempla seguir con la energía eólica. "No está dentro del lineamiento corporativo estratégico. Nos tenemos que enfocar en energía hidráulica", señala Quinteros. Para ello, no necesariamente está pensando en partir de cero; también mira con interés incorporarse a proyectos específicos como socio mayoritario o, incluso, adquirirlos. "Hemos contactado a algunos inversionistas, pero aún no hemos tomado una decisión. Todas las opciones están abiertas. La idea es concretarlas en 2012", comenta Quinteros.

A la noruega también se han acercado operadores para invitarla a sumarse a otros desarrollos. Uno de ellos es la suiza Xstrata, que a través de Energía Austral planea construir en la Región de Aysén un complejo hidroeléctrico por 1.000 MW. Al ofrecimiento, SN Power respondió de manera negativa. "Ese tipo de proyectos no está dentro del objetivo, está fuera del rango. Nuestra visión sobre el respeto por las comunidades y el medioambiente nos hace ver esos proyectos con un poco más de cuidado", afirma el ejecutivo.

Preocupación regulatoria

Además de planes para crecer, la firma tiene en mente dos preocupaciones. La primera, el desarrollo del sistema de transmisión. "La actual planificación, cada cuatro años, es alejada de la realidad", dice Quinteros. Y da un ejemplo. Cuando terminaron la construcción de La Higuera y La Confluencia, "no pudimos conectarnos al sistema troncal de transmisión en el nivel de tensión que necesitábamos. Tuvimos que invertir en transformadores para operar en otros niveles de tensión. Enfrentamos más pérdidas de energía y un riesgo cierto de congestión".

Otra de sus inquietudes tiene que ver con los contratos de venta. "No hay energía competitiva en el sistema", reconoce Quinteros. El ejecutivo propone revisar las licitaciones de suministro para introducir mayor competencia en el mercado. "El actual mecanismo de licitaciones sólo adjudicó a las compañías existentes, que ofrecieron una energía que proviene de centrales en operación hace muchos años", explica. Para los futuros procesos espera que haya cambios. "Que los contratos de largo plazo se orienten a nuevos actores que desarrollen nuevos proyectos", señala. Junto con ello, sugiere que estos nuevos operadores puedan compartir los riesgos con las distribuidoras.

"Con un proyecto nuevo, tengo pocas opciones de competir con empresas que ya están operando y que tienen un portafolio diversificado", sostiene. Para mitigar los riesgos, añade, hay que ver qué parte de esos riesgos deben asumir los inversionistas y qué parte el contratante. Sin ese resguardo, advierte, no habrá nueva inversión y seguirán los precios altos de la energía. "Si bien hay un poco más de transferencia de riesgos, habrá más inversión y más oferta de energía competitiva", asegura el ejecutivo (LT).

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