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Bolivia

Con la inauguración del proyecto Termoeléctrica del Sur, Bolivia ya está en condiciones de enviar al mercado argentino hasta 100 MW este año. Pero el volumen podría ampliarse a partir de 2015.

Viernes 14 de Noviembre de 2014.- Bolivia se afianza como un socio energético insustituible para Argentina. No sólo se trata del principal proveedor de gas natural, sino que prontamente suministrará energía eléctrica al voraz mercado local.

En el país altiplánico se acaba de inaugurar la planta Termoeléctrica del Sur, situada en la fronteriza localidad de Yacuiba, en el Departamento de Tarija; que con una potencia inicial de 160 MW le otorga la posibilidad técnica de inyectar hasta 100 MW al parque eléctrico argentino en lo que resta del año. De todos modos, según el Ministro boliviano de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, a partir de 2015 esa cifra podría ser mayor.

“Para no poner en riesgo nuestro sistema de generación, al inicio podremos venderles hasta 100 MW. Previamente, sólo habrá que acordar el precio del kilowatt por hora (Kwh) y definir qué infraestructura hace falta, entre otros detalles”, indicó el funcionario, que suscribió en agosto un entendimiento para el intercambio de energía eléctrica con el Ministro de Planificación de Argentina, Julio De Vido.

Basado en el Acuerdo Marco de Integración Energética que ambos países sellaron en 2007, el nuevo convenio refuerza la complementación binacional en materia de energía, con el foco puesto en favorecer el intercambio de electricidad.

Actualmente, Bolivia produce poco más de 1.500 Mw, con lo que cubre su demanda (alrededor de 1.200 MW) y obtiene un mínimo excedente. “No obstante, nuestra idea es duplicar esa cifra con fuertes inversiones y así convertir el país en un exportador neto, con al menos 1.000 Mw disponibles para mercados internacionales como el argentino”, anticipó Sosa.

En Argentina, el crecimiento del consumo de electricidad promedia los 2.000 Mw anuales (hoy la demanda totaliza unos 26.000 MW por año), mientras que en el parque eléctrico boliviano la suba oscila en torno a los 75 MW.

Financiamiento local

La construcción y puesta en marcha de la planta termoeléctrica de Yacuiba demandó una inversión final de USD 122 millones, que se financió con un préstamo del Banco Central de Bolivia. A cargo de la estatal Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), la instalación llegará a producir hasta 480 MW (es decir, casi 10 veces más de la demanda total de Tarija, que no sobrepasa los 50 MW).

Vale destacar que en el mismo complejo se instalará una megaplanta separadora de líquidos que estará entre las tres más importantes de toda Latinoamérica.

Según datos de la estatal YPFB, tendrá una capacidad de procesamiento de 32,19 millones de metros cúbicos  de gas natural por día, con los que podrá producir diariamente unas 3.144 toneladas métricas de etano, 2.247 Tnm de gas licuado de petróleo (GLP), 1.044 barriles estándar de isopentano y 1.658 unidades de gasolina natural.

Hasta 2018, Bolivia tiene confirmadas inversiones en transmisión y generación de energía eléctrica por casi USD 1.300 millones. “Vamos a adicionar al sistema al menos 786 Mw, lo que representará un desembolso de USD 1.100, además de tender 516 kilómetros de líneas, obra que significará otros USD 119 millones”, puntualizó Sosa.

Entre 2010 y junio de este año, agregó, se llevan invertidos USD 438 millones para generar 377 Mw y USD 135 millones en el tendido de 767 kilómetros de líneas de transmisión. “O sea que, en total, el Estado boliviano destinará casi USD 1.860 millones a los proyectos ejecutados hasta 2018. Y buena parte de esa inversión será respaldada por el Banco Central de Bolivia”, resaltó.

Además de la implementación de iniciativas termoeléctricas, como las centrales del Sur, Warnes y Bulo Bulo, la nación del Altiplano viene apostando decididamente por la generación hidroeléctrica, con emprendimientos como Miguillas, San José y Misicuni, entre otros.

Otras iniciativas

Bolivia no es el único estado vecino que planea exportar electricidad a Argentina. A fines del año pasado, el récord de consumo registrado en el país obligó a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) a comprar energía uruguaya, tal como confirmó la Administración del Mercado Eléctrico (ADME) charrúa. El Gobierno argentino minimizó la trascendencia de la operación, al enmarcarla en un “convenio de cooperación” que ambas naciones mantienen desde hace décadas. No obstante, el director de Energía de Uruguay, Ramón Méndez, confía en que los despachos de electricidad a Buenos Aires se tornen cada vez más habituales.

“Con la expansión de nuestro parque eólico, contaremos con más de 1.000 MW de procedencia eólica que se sumarán a nuestra histórica producción de energía hidráulica”, afirmó. A ello hay que agregar las negociaciones de YPF para importar gas natural licuado desde Puntas de Sayago, una planta regasificadora ubicada frente a las costas de Montevideo que estará operativa a fines de 2015. Construida por Gas de France (GDF), la central tendrá capacidad para producir 10 millones de metros cúbicos diarios del recurso, es decir, el doble de lo que consume Uruguay.

En Chile, la ampliación de la terminal de Quintero hace ilusionar al país con la posibilidad de proveerle a su ex proveedor (Argentina dejó de enviarle gas de manera definitiva en 2011, aunque los recortes venían de unos años antes). De hecho, el gerente general de GasAndes, Raúl Montalva, explicó que la iniciativa podría ser técnica y económicamente viable.

“Con una inversión de USD 4 millones, podríamos revertir la dirección de un gasoducto que pasa cerca de Mendoza y enviar el recurso a Argentina, que seguirá teniendo un marcado déficit gasífero durante los próximos años, sobre todo en invierno”, señaló. 

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