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Chile

La institución financiera habría tomado dicha decisión para acelerar el proceso de liquidación de activos de la compañía del sector eléctrico. Trascendió que también se pedirá la quiebra de Tierra Amarilla.

2 de Septiembre de 2011.- Tras varios intentos para llegar a un acuerdo con los acreedores a través de un convenio judicial preventivo, la compañía de generación eléctrica Campanario solicitó ayer su propia quiebra ante la Corte de Apelaciones de Santiago.

Según detalla el escrito de 21 hojas que presentó la eléctrica, controlada en 80% por el fondo de inversiones Southern Cross y 20% por Gasco, Campanario "ha cesado en el pago de obligaciones mercantiles, y no cuenta con los recursos suficientes para hacer frente a sus pasivos en la forma y oportunidad debida" con sus acreedores. Los tres principales son el Banco de Crédito e Inversiones (Bci), Bolsa de Productos Agropecuarios y Transelec.

Según fuentes ligadas al proceso de negociación, Bci no accedió al convenio judicial preventivo, decisión que obligó a la generadora a tener que solicitar su quiebra. Trascendió que Campanario mantendría pasivos cercanos a los US$ 140 millones con la institución financiera ligada a la familia Yarur.

El monto representa más del 50% de las acreencias totales de la eléctrica, por lo que, según afirman fuentes del mercado, pese a que generadoras como Colbún, Gener y Endesa apoyaron la vía del convenio, la decisión final siempre estuvo en manos del banco.

Conocedores del proceso explican que la decisión del Bci responde a la convicción de que un proceso de quiebra simplificará la recuperación de las acreencias a través de la venta de activos a inversionistas. Las estimaciones que se manejan en la financiera son de al menos seis meses para que se produzca la enajenación de los bienes.

Sumado a lo anterior, trascendió que en los próximos días Southern Cross también solicitará la quiebra de su central Tierra Amarilla, la cual opera en la zona norte del país.

La severa crisis financiera de Campanario se produjo por el saldo negativo que le provocó el alza de los costos marginales ­que llegaron a superar los US$ 200 por megawatt por hora (MWh) este año­, en contraparte de los contratos que firmó la empresa con las distribuidoras CGE y Saesa por un valor cercano a los US$ 110 MWh. Dicho diferencial responde a la sequía que afectó al país y el retraso de la puesta en marcha de algunas centrales térmicas.

Respecto a lo anterior, en el escrito que presentó Campanario a la Corte de Apelaciones se detalla que la generadora encargó una serie de estudios a las consultoras Synex, ligada a Sebastián Bernstein, y Systep, dirigida por Hugh Rudnik, para analizar las proyecciones operacionales de la eléctrica. Éstos arrojaron que la compañía alcanzaría flujos positivos en 2011, pues no previeron que se elevarían los costos de la energía en el mercado spot . Tanto Bernstein como Rudnick forman parte de la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico que apoya al Ministerio de Energía.

Finalmente, la empresa también hace referencia al fallido intento de colocar un bono con el banco Itaú por US$ 40 millones en junio pasado, con el que esperaba mejorar el flujo de caja.

US$ 87 millones en pérdidas arrojó el contrato de suministro con las distribuidoras CGE y Saesa al 31 de julio de 2011.

53 son los acreedores entre generadoras , transmisoras y distribuidoras que tiene en el Sistema Interconectado Central Campanario. A ellos se suma el Banco Bci y las bolsas de productos de Chile y Agropecuarios.

US$ 40 millones fue el monto del bono que intentó colocar la firma en julio pasado con ayuda del banco Itaú. Sin embargo, la colocación fracasó por el deterioro de los mercados internacionales.
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ESTUDIOS

Campanario encargó estudios a las consultoras Systep y Synex, las que no previeron riesgo en la operación de la eléctrica.

Generadoras: distribuidoras también deberían asumir el costo de comprar energía a firmas poco confiables

Tras la decisión de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) de suspender la operación de Campanario para mantener la cadena de pagos del sistema eléctrico, las demás generadoras que participan del sistema CDE­SIC tuvieron que asumir el abastecimiento de 220 MW.

La obligación de asumir las responsabilidades de Campanario no dejó indiferente a la Asociación Gremial de Generadoras de Chile. René Muga, gerente general de la entidad, afirma que el caso ha generado un gran daño a la industria y que tiene en difícil posición a las generadoras más pequeñas, que no tienen respaldo financiero suficiente para asumir la tarea. Además, agrega que los contratos de licitación deben ser reformulados, con la idea de que las distribuidoras también asuman el costo de comprar energía a una empresa poco confiable.

­¿Fue la mejor opción que todas las generadoras tuvieran que asumir el costo de entregar mayor energía al sistema?

"Las empresas generadoras han actuado con mucha responsabilidad y afortunadamente hoy están en condiciones de asegurar el suministro que es el bien superior que se persigue. En este sistema interconectado la solución más fácil de implementar era esta. Pero por lo mismo nosotros queremos hacer ver que se trata de una solución transitoria y debe ser corregida a la mayor brevedad posible".

­¿Y hasta cuándo debería durar ese período?

"Creemos que la solución debe ser rápida e ir por la vía de la relicitación de los contratos y que debiera tomar el menor tiempo posible. Hacia fines de año esto debería quedar ya normalizado. Ahí debieran tener los distribuidores, que estaban con estos contratos, una situación normalizada en la seguridad de su suministro de largo plazo".

­¿Qué lecciones deja la situación de Campanario?

"La situación actual nos debería llevar a ver como se perfeccionan las licitaciones, donde se debieran considerar una mejor distribución de responsabilidades. (...) Acá claramente el tema es de garantías y respaldo en base a un adecuado modelo de negocios que se va a extender por un período bastante largo, que son los períodos que cubren los contratos de licitación. También hay que pensar que al otro lado están los distribuidores, quienes a nuestro juicio también debieran poder exigir un mayor respaldo y mayores garantías para evitar los compromisos que se vean afectados y, de alguna forma, asuman parte de este riesgo y de los costos".

­¿Pero es justo que las distribuidoras respondan en estos casos?

"Las distribuidoras adquieren un compromiso en que la ley los obliga a garantizar el suministro que entregan a sus clientes. Desde ese punto de vista,, creemos que deberían exigir mayores respaldos y garantías de cumplimiento a las compañías con las que contratan la energía".

­¿Hay falta de rigor por parte de las distribuidoras a la hora de contratar estos servicios?

"Yo no hablaría de eso. Lo que veo es que aquí hay un tipo de contrato, un tipo de licitación que tiene que ser revisado para que ese tipo de responsabilidades también sean asumidas por quienes contratan los servicios de energía".

­¿Qué le parece la decisión de Campanario de solicitar su quiebra?

"Esta es una situación inédita, pues es primera vez que se produce un proceso de esta naturaleza en una empresa del sector. Esto refleja el gran daño que se ha provocado esta situación a la industria, porque hace que las pérdidas que dejó Campanario se repartan entre todas las generadoras".

­¿Las figuras como intermediarios y no generadores de energía debe revisarse?

"Este es un ámbito donde se requiere la diversificación y los respaldos necesarios para asumir los compromisos de largo plazo y eso requiere de modelos de negocios robustos y sólidos en donde los generadores tienen que demostrar que tiene los modelos de negocios robustos. Depender de una sola fórmula de generación le pasó la cuenta a esta compañía".

­¿Se generarán más costos dentro del sistema por la situación de Campanario?

"Eso dependerá de las relicitaciones de los contratos que se hagan. Los contratos hoy están vigentes y para efecto de los consumidores estos están vigentes hasta que no se reliciten. Y los precios que van a salir de esos contratos van a depender de la situación de ese momento y los procesos de las empresas que concurran a ese proceso de licitación. Es imposible adelantar un proceso que es eminentemente competitivo" (Emol).

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