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Chile

Tras la petición de quiebra de Campanario, el fondo tiene otros dos grandes proyectos: la central Pacífico, en Iquique, ya aprobada, y Río Corrientes, aún en trámite ambiental.

5 de Septiembre de 2011.- La solicitud de quiebra de Campanario Generación no pondrá una lápida a la incursión de Southern Cross en materia energética. El fondo de inversión, que dirigen Raúl Sotomayor y Norberto Morita, tiene el 50% de Gastacama, donde es socio de Endesa, y está abocado a sacar adelante otros dos proyectos de generación eléctrica que involucran US$ 1.780 millones de inversión y 1.050 MW de capacidad. Cada uno, en distintas fases y con diferentes complejidades. Ambos corresponden a un proyecto que Southern Cross denomina Eagle y que financiará en parte con recursos del fondo 3. En Campanario invirtió con el fondo 2.

La apuesta más adelantada es la central termoeléctrica Pacífico, que el fondo quiere desarrollar a través de la sociedad Río Seco. A principios de mayo, el proyecto a carbón, de 350 MW y US$ 750 millones de inversión, obtuvo la aprobación ambiental por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de Tarapacá. La planta termoeléctrica estará ubicada a
63 kilómetros de Iquique.

El proyecto, no obstante, aún no parte. La directora de la Conama de la Región de Tarapacá, Luz Ebensperger, explica que los gestores tienen tres años, desde la aprobación ambiental, para desarrollar el proyecto. Pasado ese tiempo, se caduca la autorización. La empresa tampoco ha gestionado ante el Municipio de Iquique los permisos para iniciar la construcción.

El fondo quiere perseverar en el proyecto y ya trabaja en la ingeniería de detalle. Para Southern Cross, el financiamiento no está en dificultades, tras sus problemas con Campanario: se hace a través de otro fondo, es un proyecto distinto, de mucho mayor tamaño, y donde ya ha tenido ofrecimientos de recursos de bancos internacionales. El grupo pretende desarrollar el proyecto bajo la modalidad de project finance, es decir, como un proyecto independiente, con su propia deuda y capital. Esta modalidad incorpora, incluso, la eventualidad de que nuevos socios puedan participar en este proceso, algo que Southern Cross ya ha explorado.

En el gobierno hay preocupación por la demora en el inicio de las obras, debido a que se trata de una oferta de energía eficiente de que dispondría el norte del país a partir de 2015. La ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, María Isabel González, dice que se trata de un proyecto estratégico, "por el crecimiento de la demanda de energía que se espera para esa zona a partir de 2015". Por ello, agrega, si la empresa no puede desarrollar el proyecto, "no sería difícil encontrar socios, porque es un activo clave para el suministro futuro del norte".

Hugh Rudnick, académico de la Universidad Católica, cree, sin embargo, que si el proyecto se demora o no se materializa, podrá ser suplido por otras centrales a carbón que se proyectan.

La otra ficha de los gestores en el rubro energético es Río Corrientes (RC Generación). Se trata de la central a carbón que Southern planea construir en la localidad de Ventanas, comuna de Puchuncaví, Región de Valparaíso. La planta está concebida con 700 MW de generación y considera una inversión de US$ 1.081 millones. Sin embargo, sufrió un traspié.

El 31 de mayo, la Comisión Ambiental de la Región de Valparaíso rechazó la evaluación ambiental de Río Corrientes, aduciendo que no cumplía con la normativa ambiental vigente y no compensaba adecuadamente los impactos. La empresa ha defendido el proyecto, argumentando que sus emisiones equivalen a menos del 2,5% de las emisiones totales de la zona y que considera la última tecnología a nivel mundial. El 28 de julio, Southern Cross presentó una reclamación ante el Comité de Ministros, recurso que el 11 de agosto fue admitido a trámite.

La directora de la Conama de la Región de Valparaíso, Magdalena Prieto, explica que la entidad se encuentra preparando los antecedentes que debe presentar al Comité de Ministros para que esta instancia tome una resolución respecto del proyecto. "Lo más probable es que durante este mes hagamos llegar ese informe", dice. En el mercado ven con pocas posibilidades la apelación de Southern, pero el fondo aún cree que es posible revertir el dictamen adverso.

Mientras tanto, y tras no obtener el apoyo necesario de los acreedores para el convenio judicial preventivo, el fondo se encuentra concentrado en responder a los acreedores. "Seguiremos trabajando para consensuar con los acreedores un convenio que maximice la recuperación para todos ellos, porque nuestro objetivo es que la compañía cumpla al máximo sus compromisos", dijo en la semana Raúl Sotomayor, socio de Southern Cross.

El caso Campanario dejará lecciones, prevé Rudnick. "Cualquier contrato de energía futuro va a exigir que el oferente ofrezca un precio acorde con su costo variable. La inversión en equipos de respaldo, como Campanario, no van a continuar desarrollándose", advierte.

Las fichas del fondo

Central termoeléctrica Pacífico: El proyecto a carbón de 350 MW de potencia y US$ 750 millones de inversión obtuvo la aprobación ambiental por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de Tarapacá a inicios de mayo. Hasta ahora, el proyecto no ha activado su construcción, pero para Southern Cross es una iniciativa estratégica. Ya trabaja en la ingeniería de detalle.

Río Corrientes: La central a carbón que planea construir en la comuna de Puchuncaví sufrió un traspié. La planta de 700 MW y US$ 1.081 millones fue rechazada por la autoridad ambiental, a fines de mayo. En julio Southern presentó una reclamación al Comité de Ministros, que el 11 de agosto la admitió a trámite. Se está a la espera del pronunciamiento (LT).

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