La ingeniera, la operadora y la abogada… tres mujeres mineras

Chile

"Lo que ha significado, es aprender, conocer un nuevo mundo".

Viernes 07 de Marzo de 2014.- Primera Mujer: Daniela Álvarez Mena, Ingeniero Civil de Minas del Ministerio de Minería

¿Qué ha significado trabajar en minería?
Cumplir un desafío, mi padre (Q.E.P.D), fue Ingeniero Civil de Minas, cuando le conté que iba a estudiar lo mismo que él, sus palabras fueron “te vas a meter en las patas de los caballos”, al principio no entendí mucho, pero después lo tome como un desafío personal, el cual he ido cumpliendo.

He tenido la fortuna de conocer la gran minería (cuando realice mis prácticas), mediana minería (ya cuando estaba titulada) y pequeña minería (llevo casi 3 años trabajando con pequeños mineros).
Además por mi actual trabajo he desarrollado la vocación de servicio, uno no solo va a visitar las faenas, sino que también escucha los sueños, penas y alegrías de los mineros.

¿Cómo ha sido el recibimiento de los mineros?
Actualmente me relaciono con pequeños mineros, el recibimiento de ellos ha sido muy cordial y con mucho respeto. Al principio cuando llegaba a sus faenas, al verme no me hablaban y se dirigían a conversar con el Topógrafo o Logístico, ellos les explicaban que yo era el ingeniero a cargo de su plan de explotación, me miraban y se acercaban a conversar.

Ha sido muy gratificante cuando mineros me han felicitado por haber estudiado mi carrera y estar trabajando en minería.

¿Cuáles son los mayores desafíos que has enfrentado?
Ganar el respeto y confianza de los mineros. Ser líder del equipo técnico de proyectos en la Seremía de Minería, Región de Coquimbo.

¿Qué esperas a futuro…?
Continuar trabajando en minería, aprender más de este rubro, ser Experto en Prevención de Riesgos de la Industria Extractiva Minera; y seguir creciendo como persona y profesional.



Segunda  Mujer: Paula Alarcón,  Operaria Fundición Chagres, Anglo American

¿Qué ha significado trabajar en minería?
Antes nunca había trabajado en minería. Hace 5 años, buscando pega postulé a esta empresa, sin tener mayor conocimiento de lo que se trataba, me seleccionaron.  En ese instante trabajaba manejando ambulancias en Quillota, lo cual me favoreció en la postulación.

Lo que ha significado, es aprender, conocer un nuevo mundo.

Hoy mi trabajo consiste en la recepción de concentrado de Los Bronces y El Soldado. Descargar los envíos con otro equipo de trabajo, recepcionarlos, clasificarlos en tolvas y yo me ocupo de operar el cargador frontal.  Mi tarea es sacar el concentrado de las tolvas, según las solicitudes de los ingenieros y trasvasijarlos para hacer una mezcla homogénea de cobre, fierro, azufre, etc. Y luego se envía a la fundición para iniciar el proceso pirometalurgico.

¿Cómo ha sido el recibimiento de los mineros?
Cuando entre éramos 2 o 3 mujeres. Fuimos las primeras en operación en División Chagres. No hubo reticencia… los hombres tenían muchas expectativas, al igual que nosotras. Al llegar sólo hubo cambios menores como baños y casa de cambio aparte.
Los hombres tuvieron que cambiar sus hábitos como moderarse y hablar menos garabatos. Fuimos muy bien aceptadas hasta hoy.

¿Cuáles son los mayores desafíos que has enfrentado?
Sin lugar a dudas, romper con los paradigmas propios. Hacer un trabajo, que por años, fue de hombres y hoy lo hago yo.

Cuando empecé a trabajar encontraba todo sucio (antes de llegar me desempeñaba en una ambulancia, en un ambiente pulcro al 100%); en cambio aquí todo es oscuro, lleno de concentrado, hay que utilizar mascarilla, etc.  Mi mayor adaptación para mí y mi familia es el trabajo en turnos. Esa fue mi principal barrera. Hoy estamos abriendo las puertas para que más mujeres puedan desempeñarse en minería y espero que sean mejor que uno.

Hoy el trabajo es a la par con hombres, incluso si hay que tomar una pala o una barreta, simplemente hay que hacerlo. Si aceptaste el desafío… hay que ensuciarse y tomar la pala…

¿Qué esperas a futuro…?
Aprender cada día más. Hasta hoy nos estamos convirtiendo en la primera faena dónde una mujer va a ser parte del equipo de un Horno Flash. Con el avance de las tecnologías debemos seguir adelante y ante problemas buscar soluciones prácticas…



Tercera Mujer: Ana María Araya Marín, Abogada especialista en Minería

¿Qué ha significado trabajar en minería?

He estado vinculada desde siempre al  mundo minero. Crecí y me formé en el campamento minero de El Salvador, en el cual mi padre se ha desempeñado los últimos 30 años de su vida. Por esta razón es que desde siempre me fue familiar el proceso productivo del cobre y la vida en un mineral. Y aunque me titulé de abogado, he tenido la posibilidad de compatibilizar el ejercicio del derecho y la vinculación con el acontecer minero.

Trabajar en minería ha sido la mejor decisión que he tomado en orden a mi ejercicio profesional, me ha llenado de gratificación y orgullo.

¿Cómo ha sido el recibimiento de los mineros?
Me he sentido muy contenta con la recepción que se me ha brindado, tanto a mi trabajo como a mí en lo personal. Durante un tiempo trabajé directamente en faenas, en la Rampa Inca de la División Salvador.  Esta función me permitió tener trato directo con los trabajadores,  conocer su problemática y participar activamente en la solución de muchos de estos conflictos, tanto en el aspecto personal como en el laboral.

Finalmente, esta misma cercanía ha provocado que la recepción de parte de los mineros y mineras sea, a mi juicio, muy positiva. Sin embargo, debo establecer que esta actividad está en un proceso de transición muy importante, ya que tradicionalmente ha sido una actividad de hombres que día a día está viendo cómo las mujeres van conquistando espacios, y cómo los varones han tenido que ir flexibilizando sus conceptos y tradiciones. Es un proceso paulatino de cambio, sin embargo, confío en que los resultados serán satisfactorios.

¿Cuáles son los mayores desafíos que has enfrentado?
Un desafío que puedo destacar, ha sido ser parte de esta generación de mujeres que ha creído en que si es posible abrir espacios a las diferentes disciplinas en la actividad minera y que también considera que la mujer es efectivamente un aporte laboral; que es necesario derribar  los mitos y generar condiciones para dar cabida al género; que el empresariado debe confiar en las cualidades femeninas y abrir campo laboral para nosotras; mujeres que buscamos compatibilizar la maternidad con la labor y que queremos establecer, también,  que aunque muchas veces calcemos bototos seguimos siendo femeninas, que aunque nos estemos abriendo paso en un mundo de hombres existe dentro de nosotros la sensibilidad de ser mujer  y que aunque muchas veces podamos lucir frágiles, somos mujeres y  también somos fuerza.

¿Qué esperas a futuro...?
Espero que Chile, como país minero, genere políticas  de integración a la fuerza laboral  femenina, que se nos reconozca como un potencial, que se incentive la inversión en orden a establecer condiciones técnicas y materiales que permitan un ejercicio profesional, técnico y humano acorde con las diferencias de género; que Chile, como país minero, potencie a la actividad como un nicho atractivo de trabajo, de sustento y de progreso. Esa es mi expectativa, y quiero seguir siendo  parte de ese proceso.

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