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Chile

Lunes 24 de Marzo de 2014.- El miércoles pasado, la constructora china Zhejiang Xingrun se declaró en default. El aumento de las exigencias crediticias de la banca de ese país complicó la situación de la empresa familiar, que no tuvo cómo cubrir sus deudas con 15 entidades, por un monto de US$ 564 millones.

La noticia podría ser casi una anécdota si no fuera porque muchos analistas ven en este hecho la confirmación de la inestabilidad que se teme esté azolando a todo el sistema productivo chino que ha sido el motor de la economía mundial durante estos últimos años y, por lo tanto, un demandante importante de materias primas como acero, cobre y oro, entre otros.

Esta incertidumbre, precisamente, ha arrastrado al metal rojo a cotizarse bajo los US$ 3 la libra por primera vez en más de cuatro años, sembrando una tendencia bajista para el metal considerado como nuestra mayor exportación. El viernes, el cobre terminó las operaciones a US$ 2,96 la libra en la Bolsa de Metales de Londres.

Y esta incertidumbre también ha afectado al oro, del que China es el segundo mayor comprador, tras India.

El metal precioso ha sido históricamente el principal indicador de la estabilidad mundial, y ha reaccionado al dilema sobre China de manera errática, como también a los problemas de Europa del Este. En lo que va del año se ha apreciado un 14%, recuperando así casi todo lo que perdió en 2013.
Sin embargo, los fundamentos que soportan el precio del metal dorado estarían deprimiéndose. “El sesgo está a la baja”, dice el analista Marcos Aguilera, analista técnico de Mercados Internacionales de FXCM Chile.

El gran problema del oro es que, esta vez, son pocos los que se atreven a anticipar qué camino tomará. Las grandes agencias internacionales han revisado sus apreciaciones casi todos los meses y analistas como Jason McNellen, de Kitco, explican que hoy hay que interesarse más en “si las ganancias son sostenibles y por cuánto tiempo”.

En esta incertidumbre no dejó de llamar la atención la venta del negocio de materia prima de JPMorgan Chase & Co. a Mercuria Energy Group, en una transacción que deja al banco de inversión solo como inversionista del mercado, operación que se dio en la misma semana en que el banco notificó su idea de que este año el superciclo de precios de las materias primas terminaría definitivamente.

Y, en el caso del oro, Jeffrey Currie, de Goldman Sachs, apuesta a que después de su mejor comienzo de año desde 2007, “crecen las probabilidades de que el oro caiga a US$ 1.000, por primera vez desde 2009”. Hoy la onza se cotiza en US$ 1.330.

Eso sí, la mayoría de los analistas apuestan porque una baja en el mediano plazo podría llevar al oro a sus valores de inicio del año, y no menos, aunque cualquier inestabilidad geopolítica podría hacer que su valor escale hasta los US$ 1.400 la onza, dejando en el consenso una franja de casi US$ 100 para el precio objetivo del metal.


Chile pierde competitividad

La incertidumbre mundial complica, a su vez, el ya complejo escenario minero en Chile. Esto, debido a que el inicio del superciclo de altos precios del metal precioso impulsó hace ya seis años la proliferación de nuevos proyectos auríferos, con miras a aprovechar los recursos locales.

Chile posee el 6,7% de las reservas de ese metal, con lo que es el cuarto país con mayores recursos de oro del mundo, tras Australia, Sudáfrica y Rusia. A pesar de eso, nuestro país ocupa el lugar 14 en producción, por debajo de países como Perú, el quinto productor mundial, aunque tiene la mitad de nuestras reservas.

Pero esta “subexplotación”, como la definen en la industria, podría haber quedado atrás el año pasado, con la entrada en operación de varios proyectos auríferos que hoy están postergados, como el varias veces pospuesto Pascua Lama que ya anunció que recién podría comenzar a procesar material a mediados de 2016.

Entre 2012 y 2013 se detuvieron Pascua Lama (Barrick, US$ 8 mil millones), Lobo-Marte (Kinross, US$ 800 millones) y Cerro Casale (Barrick y Kinross, US$ 6 mil millones).

En ese período, también la peruana Buenaventura desistió de seguir explorando cerca de El Indio, mientras Codelco suspendió junto a PanAust Inca de Oro.?

Si los proyectos auríferos no se hubiesen retrasado, Chile habría producido 68 toneladas, y en 2016 podría haber exportado 104 toneladas del metal dorado. Pero en realidad, el año pasado solo produjo 55 toneladas, según datos de la USGS de Estados Unidos.

Con eso, solo en 2013 Chile dejó de vender cerca de US$ 610 millones en oro, el 1,5% de las exportaciones mineras nacionales. Si no hubiera US$ 15 mil millones en inversiones auríferas en pausa, Chile podría ser el octavo mayor productor de oro del orbe, desplazando a México. 

Emol

Portal Minero