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Chile

El ejecutivo estima que el sector está enfrentando una encrucijada: crecer en producción o estancarse. A su juicio, el nuevo gobierno resolverá los problemas que están aquejando a la industria.

Lunes 24 de Marzo de 2014.- ¿Estamos frente a un nuevo ciclo en la minería chilena?, se pregunta el presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Diego Hernández. La respuesta es incierta porque, a su juicio, el sector está en medio de una encrucijada respecto de seguir creciendo o estancar su producción de cobre y perder el posicionamiento que tiene el país al ser responsable de un tercio de la producción mundial de ese mineral. El quiebre productivo se sintió en 2013, año en que se logró aumentar en 6,1% la producción y alcanzar los 5,7 millones de toneladas de cobre.

Para este año, las estimaciones también son positivas, ya que se proyecta dar un salto histórico y llegar a las 6 millones de toneladas de cobre. Sin embargo, el también ex presidente ejecutivo de Codelco hace un llamado de alerta: si no se solucionan los desafíos que tiene el sector, como es el suministro de energía y agua a precios competitivos y mejorar la productividad de las empresas mineras, el sector no podrá dar ese salto. Para eso se necesita, comenta, que todos los grupos de interés, incluyendo a las autoridades y ONG, se pongan de acuerdo.

A horas de lanzar la nueva imagen corporativa de la minera del grupo Luksic y de dejar Chile para entregar los resultados de la compañía en Londres, Hernández señala que el 2014 es el año en que se deben resolver esos desafíos. “Ahora es el momento de abordar estos temas y solucionarlos. Primero, porque estamos en un nuevo gobierno y, segundo, porque las condiciones más difíciles del mercado, con precios del cobre más bajos, son una señal de alerta para poder reaccionar y no cabe duda que así será”, argumenta.

En la nueva imagen corporativa están posicionando el hecho de ser el mayor grupo minero privado de Chile, ¿por qué?
Tenemos que asumir la responsabilidad de ser el grupo minero privado más grande de Chile. Somos parte de los tres grupos -mineras internacionales, nosotros y Codelco- que tienen que ponerse de acuerdo para contribuir con las autoridades y los otros grupos de interés a que haya una continuidad en el círculo virtuoso de la minería que hemos visto en Chile y que hoy está un poco en duda, porque tenemos grandes desafíos en los que tenemos que avanzar. Para eso, necesitamos que todos los grupos de interés estén de acuerdo.

¿Responde a unificar las voces  ante el escenario más complejo que están viviendo?
Se trata de contribuir a la discusión de manera que podamos ser exitosos en poder abordar los temas que nos aquejan, como es la energía y el agua, en relación con la disponibilidad y su costo, también tener personal calificado y el otro tema que es mejorar la productividad del sector.

¿Por qué se hace ahora? ¿Qué cambió?
Estamos en una encrucijada donde si resolvemos bien estos temas, la minería va a poder seguir desarrollándose. Ahora es un período importante, donde hay una nueva etapa en la minería chilena que tenemos que abordar. Nuestra expectativa es que podemos seguir creciendo como industria, pero si no lo hacemos bien, nos vamos a estancar.

¿Cuál es esa nueva etapa de la minería?
La industria ha tenido distintas etapas: una que es anterior a la década del 90, donde la producción estaba relativamente estancada y no había inversiones. Después, entre 1990 y 2004, hubo inversiones nacionales y extranjeras que permitieron un gran desarrollo y con esas inversiones se alcanzó una producción de 5,6 millones de toneladas de cobre, que es un tercio de la producción mundial. Pero entre 2004 y 2011, a pesar de que hubo inversiones importantes en minería, la producción se estancó, porque las minas están más maduras y hay costos más altos. En 2013, la producción aumentó y el 2014 podría nuevamente subir, eso esperamos. Entonces, la gran pregunta es: ¿esto es el inicio del nuevo ciclo, donde a pesar de que hay desafíos importantes, con yacimientos con leyes más bajas, pero con una cartera de proyectos que se puede materializar, podemos seguir creciendo para mantener nuestra participación de mercado en el mundo o vamos a estancarnos con pocas inversiones y con producción declinante? Esa es la gran decisión que  tenemos que resolver.

Hasta ahora no ha habido avances, ¿qué pasa si no cambia nada?
La otra alternativa sería estancar la producción y si hacemos eso, porque no somos capaces de responder a todos los desafíos, la producción empezaría a declinar y la participación de mercado podría disminuir. Eso significaría que no seríamos capaces de capturar todo el potencial que tiene la minería para seguir contribuyendo al desarrollo de Chile.

¿Es realista, entonces, pensar que Chile dará el salto y producirá seis millones de toneladas este 2014?
No he hecho el cálculo, pero si consideramos el 2013 y lo que proyectamos para este año, se ha quebrado la tendencia de producción plana y efectivamente, hay un aumento de producción. Este año deberíamos terminar con 10% más que lo que teníamos el 2013.

¿De quién depende solucionar estos problemas?
Depende del gobierno, de las autoridades, de nosotros y de las comunidades. Depende de un mayor número de personas de las que hemos estado acostumbrados.

Concretamente, ¿cómo se puede cambiar el escenario?
Es algo que tenemos que solucionar entre todos, incluyendo a las ONG. Esto, en el entendido de que la mayoría quiere que el país siga desarrollándose económicamente, pero ese crecimiento también tiene que ser sustentable e inclusivo, es decir, que todos nos beneficiemos de ese desarrollo y para eso hay que ponerse de acuerdo. Requiere de conversaciones, discusiones, acuerdos y negociaciones. Eso es lo que tenemos que enfrentar. Por ejemplo, una cosa que necesita fortalecerse es la institucionalidad legal. Todavía hay hoyos, en el sentido de que la legislación no ha dado respuesta a todas las inquietudes y todos los temas que están sobre la mesa. Eso hace que haya ambigüedad y eso hay que aclararlo.

¿Qué rol cumple en esta encrucijada la cartera de proyectos por más de US$ 100 mil millones?
Si resolvemos todos estos desafíos ya mencionados, es importante que esa cartera de proyectos esté preparada y suficientemente avanzada como para que cada empresa vaya tomando sus decisiones de inversión lo antes posible, siempre considerando la coyuntura de mercado. Lo que sucedió antes es que las grandes empresas mineras se comprometieron con carteras de proyectos muy ambiciosas y a partir del inicio de 2012, el mercado nos empezó a castigar, porque las empresas estaban haciendo adquisiciones y/o proyectos considerados caros por los analistas e inversionistas. Y así fue. La consecuencia fue que las grandes empresas mineras redujeron sus inversiones, porque con la baja de los precios había menos disponibilidad de cajas. Ahora, entre 2013 y este año, las empresas ya tienen comprometida su generación de caja para poder seguir haciendo los proyectos que no fueron detenidos y que eran rentables. Pero hacia 2015 y de ahí en adelante va a haber más flexibilidad. Esto, porque los compromisos van a ser menores y nuevamente las grandes empresas mineras van a poder abordar nuevos proyectos, si es que las condiciones de mercado son favorables.

Entonces, ¿se podrá reactivar la cartera de proyectos?

Si miramos los resultados del 2013 y los comparamos con los del 2012, los costos de operación fueron más altos en 2013 que en 2012. Ahora, lo que esperamos este año -y estamos seguros de que así será- es que esa tendencia ya la quebramos y los costos no van a seguir subiendo y para muchas empresas, incluso van a comenzar a disminuir. La tendencia se quebró y lo mismo en los costos de los proyectos de inversión. Y eso es un buen mensaje para los inversionistas.

Viendo ese análisis, este ejercicio se transforma en el año para solucionar estos problemas...

Diría que este es el año, por la coyuntura. Primero, estamos en un gobierno nuevo. Segundo, estas condiciones de mercado más difíciles, con precios que son más bajos, son una señal de alerta para poder reaccionar, y no cabe duda que así será.

¿Hay mayores expectativas en relación con el nuevo gobierno y con la solución de estos temas que se vienen arrastrando por varios años?
Si analizamos la evolución del país en estos últimos períodos, este es el año para solucionar los desafíos de la minería. Es el momento de abordarlos y solucionarlos. Son temas que difícilmente se pueden seguir postergando.

¿Pero por qué ahora?
Se llegó a un tope. Si uno está en una condición donde hay energía disponible y sus precios todavía son normales, a lo mejor la autoridad se podría permitir el lujo de no desarrollar un proyecto que a algún grupo de interés no le gusta. Eso ya pasó acá. Tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo para poder desarrollar proyectos de energía. Este escenario nos obliga a ser más realista y más pragmáticos, respetando los distintos intereses que pueden existir en la sociedad.

En el tema medioambiental, ¿existe una crítica del sector al actuar de la Superintendencia de Medioambiente? ¿Debería fortalecerse la nueva norma ambiental?

La legislación está ahí, ahora hay que aplicarla. En estas instituciones nuevas es crítico cómo empiezan a funcionar, porque eso marca la ruta de sus actuaciones. Creo que también, porque la sociedad está muy volcada a esos temas, a veces la parte comunicacional se hace más importante que los contenidos. Ahí se necesita un equilibrio. Las nuevas instituciones ambientales se legitimizarán en función del trabajo que hagan y por cumplir los objetivos por lo que fueron creados. No creo que para legitimarse necesiten de grandes golpes comunicacionales.

¿Cuál es la visión que tiene del ministro de Energía, Máximo Pacheco?
Creo que es una persona que tiene mucha experiencia. No cabe duda que por su trayectoria de ejecutivo, es una persona que está acostumbrada a tomar decisiones y que tiene muy claro que las decisiones deben ser tomadas de forma oportuna. Me parece que estos temas se están abordando de una buena manera.

¿A pesar de declaraciones en contra de proyectos tan relevantes como HidroAysén?
Estamos hablando de temas generales. Si hay un proyecto que debe desarrollarse más que otro, bueno, eso es otra cosa. Todos tenemos claro que necesitamos más generación de energía y que existen distintas alternativas y eso es lo que hay que decidir: cuál es la matriz que queremos y empezar a tomar decisiones para comenzar con la ejecución de los proyectos.

¿Qué espera del nuevo gobierno de Bachelet?
Espero y creo que así será, que ella cumpla su programa. Ese es el compromiso que tiene con el país y por eso la eligieron.

¿Cómo podría la minería beneficiarse con ese cumplimiento?
El deseo es que el país siga creciendo, pero que sea de acuerdo con la realidad actual y con las expectativas que tiene la gente hoy día. Creo que eso que parece obvio, no es tan obvio y es importante tenerlo claro.

¿Ella lo tiene claro?
Sin duda, creo que lo tiene claro.

LTOL

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