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Perú

Miércoles 19 de Junio de 2013.- Encontrar un hueco en la agenda de Óscar González Rocha es toda una labor de exploración, pues a sus 73 años el ejecutivo continúa al pie de la ‘mina’ y divide su tiempo entre el Perú, México y Arizona. “Sigo al mismo ritmo, porque si no a lo mejor me voy a enfermar”, dice el presidente y CEO de Southern Copper Corporation, quien pasa dos semanas y media al mes en el país andino, una en Arizona y una y media en su México natal. El ejecutivo, que el año pasado celebró sus cincuenta años de labor profesional y curiosamente sus bodas de oro, comparte sus obligaciones en Southern Copper Peru, el Grupo México y la minera con base en Tucson Asarco, que no tiene la intención de dejar, a menos que el directorio se lo pida. “Quizá si dejo de trabajar no me vaya muy bien y mi mujer me echa de la casa”, bromea.

En enero de este año, González Rocha fue situado en el puesto 45 en el ranking de los 100 CEO con mejores resultados a nivel mundial de la revista Harvard Business Review, un reconocimiento del que se quita mérito, pues asegura que recae sobre los resultados de la empresa.

En su más de una década en el Perú, González Rocha ha sido testigo en primera línea del boom minero, cuyo devenir está sobre la mesa con el descenso de los precios de los metales y la oposición minera. Precisamente esta oposición devino en la suspensión del que iba a ser uno de los proyectos más destacados de cobre en el Perú: Tía María. No obstante, pese a ser consciente de que el movimiento antiminero se mantiene, la que es una de las mayores productoras de cobre del mundo persiste en su intención de desarrollar este proyecto y los demás que tiene en cartera en el Perú.

Con ellos Southern Copper podría superar el millón de toneladas de cobre fino en 2015. “Tú no dejarías tú casa”, dice sin rodeos al consultarle si dejará de lado a Tía María. Por lo pronto, mientras avanza en el Perú y en sus minas en México, la compañía explora proyectos en Ecuador, Chile y Argentina.


-La producción de minerales en el Perú no ha aumentado considerablemente en los últimos años , y en algunos casos se ha reducido. ¿A qué cree que se debe y qué podría hacerse para revertir la situación?

-La producción ha caído porque han bajado las leyes de algunos de los proyectos existentes y también porque no han salido los proyectos planeados que pudieran empezar a producir por diversas razones. La principal es que ha habido un trabajo antiminero. Esta oposición ha impedido que puedan llevarse a cabo más rápidamente proyectos de inversión nuevos y ampliaciones de los existentes. Esto se puede deber a que las empresas mismas no han tenido suficiente comunicación o relación con las comunidades donde tienen proyectos para lograr la aprobación. Además, el gobierno se ha visto un poco lento en tratar de aplicar la ley.

-¿Cómo gestiona Southern su relación con las comunidades aledañas a sus proyectos?

-Nuestra empresa es de las más antiguas. Tiene más de cincuenta años en el Perú, y hay relaciones que ya se tienen en regiones como Tacna o Moquegua, donde tenemos más tiempo trabajando con las comunidades. En otras nuevas como Apurímac o Arequipa hubo probablemente errores de la compañía o de las empresas que se han contratado para que hagan los estudios de impacto ambiental, lo que ocasionó que no se progrese en el desarrollo de nuevos proyectos y ampliaciones.

-¿Cómo avanzan sus principales proyectos en el país?

-El proyecto Los Canchas, en Apurímac, está un poco retrasado. Apenas estamos terminando el estudio de factibilidad y viendo bajo qué bases se va a invertir. En principio se trata de un proyecto con una inversión de cerca de US$1.200 millones, aunque tiene que confirmarse esa cifra. En cuanto a Tía María, ya tenemos varios años tratando de sacarlo. Fue suspendido por el ministerio de Energía y Minas. No obstante estamos haciendo nuevamente el estudio de impacto ambiental. Estamos trabajando porque queremos llevar a cabo nuestros proyectos. Somos insistentes y perseverantes, y no nos vamos a dejar abatir porque son proyectos que van a beneficiar al país. La inversión superaría los US$1.000 millones porque los costos han subido, y cuando se suspendió vendimos los equipos. Trabajamos con las comunidades para realizar de nuevo la participación ciudadana, que incluye dos talleres. También trabajamos en la ampliación de Toquepala con las comunidades para lograr que la audiencia se haga a mediados de año y podamos iniciar la construcción.

-¿Han contemplado la posibilidad de dejar esos proyectos en el caso de que las comunidades se opongan?

-No dejamos nada. Lo que tenemos ya lo tenemos. Tú no vas a dejar tu casa. Puede que la vendas, pero no pensamos vender nuestras concesiones.

-El precio del cobre viene cayendo y el promedio anual en abril se situó en US$3,51. ¿Continúa siendo viable sacar adelante los proyectos detenidos?

-Nuestro costo de operación en 2012 fue menor al dólar, así que a US$3 todavía es viable. Ahora, sí es cierto que son menores los ingresos y las utilidades. El año pasado, el ingreso bajó. Vendimos unos US$6.600 millones y nuestra utilidad fue de cerca de US$2.000 millones. Claro, en 2012 el precio promedio fue de US$3,61 y ahora está en los US$3,51, a pesar de que ha bajado en abril.

-¿Cuáles son las previsiones de Southern respecto al precio del cobre?

-Tenemos pronosticado para este año alrededor de US$3,50 por libra. Los analistas son muy variables. Hay quienes predicen más de US$4 y otros que dicen US$2,80. Nos da la impresión de que hay un poquito de especulación de los mismos agentes de bolsa o analistas, porque no es posible que cambien tanto las condiciones en un mes para arriba y para abajo.

-Con menores precios y una producción en descenso, ¿cree que el Perú ha dejado de ganar mucho dinero?

-El Perú ha dejado de recibir los impuestos que corresponden. Por lo tanto, sí ha dejado de percibir más dinero, a pesar de que el año pasado el gobierno de Humala restituyó el impuesto especial a la minería. Nosotros en 2012 pagamos S/. 1.300 millones en impuestos. El impuesto especial se negoció con el gobierno y se acordó que iba a utilizarse para desarrollar infraestructura en las zonas más pobres del país, pero hasta ahora no hemos visto nada de eso, aunque hay indicaciones del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de que se va a invertir en nuevas carreteras y mejorar las existentes. Nosotros intentamos que el gobierno siguiera con el impuesto de aporte voluntario anterior porque las comunidades nos pedían lo que querían y lo ejecutábamos con ese impuesto rápidamente. Desgraciadamente se dijo que el Gobierno Central necesitaba fondos, y se puso ese impuesto.

-¿Cuál es su estrategia para prevenirse de los descensos del precio del cobre?

-Los costos a nivel de minería han subido también bastante y nosotros hemos tratado de disminuirlos. Lo hacemos en Toquepala y Cuajone a base de mejorar las condiciones tecnológicas de operación, y estamos invirtiendo en ello. En el caso de Toquepala, por ejemplo, hemos eliminado el ferrocarril poniendo un edificio de chancadoras para mandar por banda o faja el mineral hasta la concentradora. Debería empezar a trabajar a finales de año. Lo mismo haremos en el caso del material de desmonte en esa mina y en Cuajone.

-¿Cómo esperan que les vaya en 2013?

-Este año si comparamos el primer trimestre con el mismo de 2012 las utilidades netas bajaron cerca de 20%. Aunque aumentaron las producciones de Cuajone y una de nuestras minas de México, en la mina mexicana de Buenavista y en la peruana de Toquepala bajaron las leyes. En molibdeno bajaron las leyes de Toquepala y Cuajone. No obstante, creemos que los resultados de producción mejorarán el resto del año, y esperemos que el precio se mantenga dentro de los rangos que hemos previsto.

-¿Qué inversiones planean llevar a cabo este año?

-Esperamos invertir US$1.800 millones, de los cuales US$1.450 millones se invertirán en México, en nuestra mina de Buenavista y los US$350 millones restantes en el Perú. Este año en Tía María tenemos únicamente US$50 millones invertidos. La mayor inversión sería en 2014 y 2015 porque nos llevará dos años construir la mina para que se pueda producir tras la aprobación.

-¿Piensan hacer nuevas emisiones para conseguir financiamiento?

-Hasta ahora tenemos los US$1.500 millones de la última emisión y hemos estado usando nuestras utilidades; no se han repartido todas entre los accionistas. En 2014 la inversión probablemente supere los US$1.800 millones porque incorporaremos una nueva concentradora en Buenavista, que supondrá más de US$1.000 millones, y esperamos que Tía María y la ampliación de Toquepala entren y serán más de US$2.000 millones. Si fuera necesario tendríamos que recurrir al mercado emitiendo nuevos bonos.

-En 2012 su producción de cobre fue de aproximadamente 650.000 toneladas. ¿Cuándo esperan superar el millón?

-Cuando Buenavista pase de 180.000 toneladas a 480.000 toneladas para finales de 2015 y si se lleva a cabo la ampliación de Toquepala, que son otras 100.000 toneladas, y Tía María, que son 120.000 toneladas. Para esa fecha deberíamos andar en 1.200.000 toneladas.

América Economía

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