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Chile

Los lectores de Diario Financiero lo eligieron el Mejor Empresario de 2011, destacando los decididos pasos que el grupo está dando en el exterior y en el área de la minería.

16 de Diciembre de 2011.- Roberto Angelini Rossi, quien encabeza el Grupo de Empresas Angelini, cree que el premio al mejor Empresario 2011 que le concedieron por votación los lectores de Diario Financiero es un reconocimiento a los mismos atributos empresariales que en 2000 hicieron que su tío Anacleto fuera galardonado: una vocación para conducir los negocios en forma seria, responsable, estudiosa y conservadora.

Un estilo reflexivo que no le ha impedido al grupo dar pasos sustantivos, los que en los últimos años han tomado la forma de una potente internacionalización, una robusta expansión del área financiera y un expectante desarrollo del área minera.

­¿Qué define en términos estratégicos lo que ha hecho el grupo en el último tiempo?
&
­Estos años, y especialmente 2011, hemos mirado más hacia el exterior sin descuidar las inversiones nacionales, que siguen multiplicándose con fuerza en todas las áreas en que operamos, centradas en los recursos naturales y energía, y desde Arica a Magallanes. Desde Arica, porque allí estamos construyendo una planta de alta tecnología para producir ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 provenientes del aceite de anchoveta, con una inversión de US$ 80 millones; y hasta Isla Riesco, donde estamos llevando a cabo un proyecto de minería de carbón, con procedimientos modernos y amigables con el ambiente. En todas estas inversiones predomina nuestro espíritu de innovación y sustentabilidad como condiciones fundamentales para su desarrollo.

­Pero lo internacional en esta fase ha sido más determinante.

­Efectivamente, lo internacional está siendo muy relevante. Tanto, que en estos últimos dos años la mayor cantidad de recursos se han invertido en el extranjero. Y lo hemos hecho enfocándonos en lo que son nuestros rubros históricos. Es decir, responde al desarrollo sistemático y estratégico de las capacidades, ventajas y expertise de nuestras empresas.

­¿Cuáles?&

­Bueno, nos hemos expandido en energía y distribución de combustibles en Colombia, con la compra del 56% de Proenergía, una sociedad que controla Terpel, la cual tiene instalaciones y un modelo similar a Copec. Ha sido una experiencia que nos ha resultado muy cómoda, ya que es un negocio que conocemos y que hemos potenciado, sin prácticamente alterar la plana ejecutiva de la empresa. Estamos trabajando con entusiasmo y esperamos en poco tiempo potenciar la red de estaciones de servicio, desarrollando allí locales tipo Pronto, aunque adecuados a la realidad colombiana.

También en Colombia estamos muy contentos con la compra que hicimos, a través de Abastible, del 51% de Inversiones del Nordeste, empresa que reúne a cinco distribuidoras de gas licuado, con una participación de mercado cercana al 34% en ese país.

­¿Y en el área forestal?

­ En este sector hemos concretado inversiones muy relevantes en Brasil, con la adquisición de bosques y complementando nuestras instalaciones industriales para crecer en el mercado de los tableros, que promete tener un alto nivel de actividad por el crecimiento de la economía y el desarrollo inmobiliario.

Otra proyecto muy significativo, y que representa la mayor inversión privada de Uruguay y la más importante del grupo hoy, es la construcción de una planta de celulosa en ese país, con recursos superiores a US$ 2.000 millones, en conjunto con Stora Enso. Esta firma sueco finlandesa, de la cual ya somos socios en Brasil en gestión de bosques y producción de papel para revistas, es un gran aliado que tiene muchas similitudes con nosotros en términos de áreas de actividad, con el agregado de que ellos fabrican papel y nosotros no. Esta planta será la más grande del mundo para procesar madera de eucaliptus, y estará lista a principios de 2013.

­¿Cómo llegan a decidir que el frente internacional debía tener más prioridad ahora?

­Es un proceso paulatino y natural, que nos confirmó que podemos replicar en el exterior lo que sabemos hacer bien en Chile. Este es un grupo estudioso y conservador en su proceder, que piensa en el largo plazo, en sus accionistas y trabajadores y en la sustentabilidad de sus negocios.

Ahora, cómo fue que decidimos hacer esas inversiones en específico. Bueno, mirando y analizando la idiosincrasia, la estabilidad y la afinidad latinoamericana.

­¿Sólo están mirando América Latina?

­No estamos cerrados a ir a otros países que estén más alejados. De hecho, hoy tenemos oficinas en decenas de naciones (en China estamos hace más de 30 años). Todas esas delegaciones nos aportan información para tomar decisiones y para ser evaluadas en los departamentos de estudio que tienen las empresas y el propio grupo.

­¿No han mirado el área pesquera y Perú, por ejemplo?

­La pesca es la actividad más antigua del grupo, comenzamos hace más de 55 años (lo que, de paso, demuestra que es una actividad de largo plazo y sustentable para nosotros). Ahora bien, y yendo a su pregunta: es cierto que los sistemas de pesca que tenemos en el norte son muy similares a los de Perú, y es cierto también que conocemos muy bien a los productores peruanos, pero hoy no tendría mucho sentido ingresar a este sector en ese país, porque es una actividad que allá está muy consolidada.

Lo que sí puede ser interesante en Perú, está más bien en otros sectores. Nosotros tenemos oficinas comerciales y una infinidad de clientes de productos forestales en ese país y, por cierto, es un mercado muy activo y que ha tenido altas tasas de crecimiento.

­¿Qué balance hace de este proceso de internacionalización?

&­El balance es bueno, partiendo por Argentina que es donde tenemos inversiones hace más años. En Brasil estamos muy optimistas, porque ahora hemos entrado con más fuerza a una fase de inversiones y los resultados esperados son buenos. En Colombia hemos logrado saldos muy favorables y hasta crecimiento en las participaciones de mercado, lo que también es muy alentador.

­Otra de las noticias que ha definido al grupo en 2011 es su renovada apuesta en el área minera.

­En minería (muestra sobre su escritorio dos piezas minerales, una de carbón de Isla Riesco y otra con trazas de oro de Petorca), estamos activos e ilusionados.

En Isla Riesco, que es de más larga data y que suma unos US$ 500 millones de inversión en conjunto con los Von Appen, estamos comprometidos a hacer el mejor trabajo posible. Es una mina a rajo abierto que se va desarrollar en fases consecutivas, donde las áreas intervenidas se van a ir cerrando con los sistemas más modernos y amigables con el medio ambiente. De hecho, ya tenemos un invernadero para poder plantar árboles autóctonos en áreas intervenidas cuando se terminen las faenas. Incluso, hemos iniciado actividades ganaderas para mostrar su compatibilidad con la minería.

Otra parte del brazo minero es el yacimiento Los Bronces de Petorca, enfocado a producir oro, que Copec compró hace poco a través de Minera Can Can. Ya hicimos una inversión muy interesante, del orden de US$ 45 millones, que permitió comprar la mina en operaciones y una fundición, que en menos de un año ha aumentado su producción en más de 40%.

­Pero eso es lo histórico. Además están abriendo nuevos frentes.

­Por cierto. Por ejemplo en este último yacimiento tenemos opciones de crecimiento en pertenencias y por supuesto que las estamos ejerciendo, para continuar filones o vetas que hemos detectado en la explotación. Todo ello nos llevará a estudiar inversiones muy superiores a las que hicimos con la compra inicial; tenemos optimismo de que valdrán la pena. Estimamos que habrá que ampliar la fundición, desarrollar una planta de lixiviación y mejorar los procedimientos ambientales y de seguridad laboral.

Además, continuamos procesando relaves de oro de unas operaciones antiguas de Can Can en la Región de Atacama.

­¿Y en cobre?

­Estamos proyectando y estudiando cobre en varias zonas. Primero, a través del yacimiento Diego de Almagro, que también está en la Región de Atacama. Es un proyecto importante, donde los sondajes son muy alentadores en cuanto a la ley del mineral. Pensábamos que sería una inversión de US$ 200 millones a US$ 300 millones, pero las primeras informaciones parecen indicar que se requerirán más recursos.

Hay una segunda zona, que es el proyecto Choquelimpie en la XV Región, al noreste de Arica. Una reserva que trabajó originalmente Shell y que luego compró Copec. Hemos hecho muchos estudios y sondajes allí, ya contamos con nuevos antecedentes que nos hacen recomendable realizar sondajes profundos (de más de 800 metros), porque creemos que bajo la primera capa de oro hay una mina de cobre.

­Cuando se habla de Copec, el nombre también se asocia a la energía, en donde albergan una inversión financiera en Colbún (9% y un director) y Guacolda, en donde producen energía en conjunto con Gener y los Von Appen. ¿Qué más proyectan hacer en esta área?

­Aparte de lo que menciona, tenemos una participación activa y gestionada por una empresa muy importante para el grupo: Arauco Bioenergía. Esta es una filial de Arauco que genera energía eléctrica y abastece al SIC, en sus plantas de celulosa y plantas ad­hoc, a partir de biomasa y de desechos forestales. Produce 600 MW, de los cuales un tercio se aporta al sistema, la que además estamos haciendo crecer. De hecho, pronto inauguraremos la planta de Viñales, cerca de Constitución, para incrementar el aporte al SIC.

También, a través de Copec y Arauco, formamos parte de unos consorcios que integramos otras empresas e instituciones, que están estudiando producir biodiésel. Estamos evaluando qué se puede hacer con algunos subproductos como la hemicelulosa, entre otras ideas en mente.

­Desde 2009 el grupo ha enfatizado el área financiera.

¿Por qué lo hicieron y a dónde esperan llegar?

­Este es un proyecto que en lo personal me interesa mucho, al igual que al resto del directorio. Aquí vimos que había espacio para desarrollar el buen nombre y reputación que tiene Cruz del Sur en el área financiera. Y lo hemos logrado, expandiéndonos a los mutuos hipotecarios, al APV, al corretaje de bolsa, etc.

­¿No calzaría en ese esquema un banco?&

­No es necesario. No hemos pensado en un banco. Estamos bien desarrollando todas las ramas de servicios financieros no bancarios, las que se complementan adecuadamente con los seguros de vida, mercado en el que participamos hace 20 años.

­¿Cómo se visualiza el área pesquera, en especial a la luz de lo que se habla a nivel legal?

­Llevamos más de 55 años en esta actividad. Hemos visto pasar a muchos actores y nosotros seguimos ahí, lo que prueba que somos un grupo que piensa en el largo plazo. Sabemos que es un sector de alta inversión, mucha volatilidad y expuesto a ciclos de clima, biológicos y migraciones de especies. Por eso mismo que operamos con mucha responsabilidad en la explotación y lo hacemos con bajo endeudamiento en la gestión.

Nosotros somos los mayores interesados en respetar las cuotas y las vedas, en especial por la naturaleza de estos recursos, que en los hechos son de todos y son de nadie. Tenemos muy claro que hay que operar con cuidado para que el recurso no desaparezca. A lo largo de los años hemos visto pasar distintos modelos de explotación y distintos gobiernos y aquí estamos. Esperamos que las autoridades y el Parlamento entiendan que es un tema complejo y que lo evalúen bien, considerando todas las variables. Eso significa considerar el peso y rol que tienen los llamados pescadores artesanales, los ciclos migratorios y biológicos de las distintas especies y las gigantescas inversiones en tierra y embarcaciones que han realizado las empresas.

­¿Qué espera del proyecto?

­Esperamos que salga lo mejor posible y que considere tanto lo que se ha visto como experiencia internacional, pero también lo que es la experiencia que tenemos dentro de Chile.

Con buenas fundaciones

Si hay otra dimensión que distingue al grupo Angelini es el apoyo que brinda a una serie de causas con alto impacto social y económico, en especial en las dimensiones educacional y de innovación.
Según Roberto Angelini, se trata de una vocación que viene de los orígenes del grupo hace casi seis décadas. “Recuerdo muy bien el caso de la planta pesquera de Arica que administraba mi padre. Ya en ese entonces recuerdo haberlo visto inaugurando conjuntos de viviendas Eperva para todos los trabajadores, las que eran financiadas por la empresa”.
De ahí viene esa tradición, dice, y agrega que desde entonces “el grupo ha hecho una infinidad de desarrollos y acciones pensando en las comunidades a lo largo de los años, entre otras áreas en la educación”.
Y para avalarlo no hay que escarbar, ya que es muy conocido el nivel de los colegios que el grupo ha construido y gestionado en las zonas donde operan sus plantas (Constitución, Arauco y Cholguán), y que ahora están entregados a las comunidades. De igual forma es conocida la continua contribución que hacen por distintos canales a la educación pre escolar, escolar y universitaria, ya sea a través de Belén Educa, la Fundación Educacional Arauco o la Fundación Juan Pablo II, de la cual Roberto Angelini es vicepresidente.

En materia de innovación y tecnología los aportes del grupo tampoco se quedan cortos. Acá, la Fundación Copec UC juega un papel crucial, lo que le ha permitido promover iniciativas profesionales para un buen uso de los recursos naturales del país, con logros variados como insecticidas a base de miel de abejas y preservantes naturales, entre otros. “Estamos tan entusiasmados con esta fundación, que estamos haciendo en conjunto con la UC un centro de innovación y tecnología en el Campus San Joaquín que será un verdadero modelo”, concluye Angelini (DF).

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