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Chile

Estudio del Consejo Minero pone el acento en que, si bien el costo de la electricidad es clave, no es lo único que frena los proyectos, la minería local ha perdido competitividad en aspectos en los que antes lideraba, como productividad, el costo de mano de obra y los servicios generales.

Viernes 28 de Diciembre de 2012.- A comienzos de año, e incluso desde antes, la minería chilena festejaba la irrupción de un boom de proyectos de inversión. Con sus cálculos particulares, entidades como la Sonami, el gobierno, universidades y gremios superaban mes a mes la proyección de inversiones para el sector. Se habló de sobre US$100 mil millones en carpeta, cifra inédita para el tamaño de la economía local y para los rangos históricos de inversión en el país.

Pero ese boom se desactivó casi a la misma velocidad a la que se anunció. El último anuncio de paralización del proyecto Antucoya, por parte de Antofagasta Minerals, vino a sumarse a ya una decena de iniciativas en stand by, entre las que se cuentan El Morro, Relincho, Cerro Casale, la ampliación de Salvador, Santo Domingo y varias otras.

¿Un aspecto común? La falta de energía a precios competitivos es señalado como el factor que desequilibra la balanza entre seguir adelante con un proyecto o no hacerlo. La coyuntura en Atacama, con la paralización de Castilla y la falta de certeza sobre la seguridad de suministro genera un escenario de incertidumbre más local.

Ante este panorama, el Consejo Minero encargó a McKinsey la elaboración de un estudio comparativo para analizar los diversos factores que inciden en la competitividad (enfocado en factores productivos) de los países mineros y sus diferencias con Chile. Se esperaba un resultado adverso, pero no tanto como realmente lo refleja el análisis privado.

La conclusión principal es que proyectando un precio del cobre de US$2,75 (muy cercano al precio de largo plazo, según las estimaciones que más toma en cuenta la gran minería), un tercio de la cartera de proyectos no es rentable. “Al comparar distintos arquetipos de proyectos mineros, llegamos a la conclusión de que con un precio por libra inferior a US$2,75 un 33% del incremento de producción de cobre no sería económicamente rentable en el país. Por lo tanto, si nosotros queremos elevar la producción tenemos que mantener los costos bajos, porque si esto no ocurre, al menos un 33% del incremento no es viable. Este precio no es lejano al precio proyectado de largo plazo”, explicó el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, quien presentó el miércoles estos resultados ante la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados.

El estudio del consejo separó los distintos tipos de proyectos en cuatro tipos, de acuerdo con la escala de producción y la ley de mineral. Así, las iniciativas de baja ley y escala, y de baja ley y media escala, muestran un costo de producción de US$3,43 y US$2,99 por libra, respectivamente.

¿La energía? Con US$121 por MWh en promedio, Chile tiene el segundo costo de la electricidad más alto de los países mineros, siendo sólo superado por Congo (US$141) y 83% más alto que Perú, considerado un competidor directo.

Así, la diferencia de costo de la electricidad llega a 67% en relación con el promedio de los países mineros. Para una minera de baja escala, la diferencia es de 91%.

Otro factor relevante es la mano de obra. En Chile, una minera de ley baja y escala media paga 188% más que el promedio de los países mineros.

“Desde 2001 a 2009 hay un 82% de aumento de costo en capital humano, pero sólo de 36% de aumento de productividad (debidamente ajustado). Para enfrentar estos desafíos se requiere un consenso país”, dijo el representante del gremio que agrupa a 16 de las empresas mineras más grandes del país.

“Nosotros tenemos una producción de 5,4 millones de toneladas de cobre al año y podemos llegar a tener 3,6 millones de toneladas adicionales a eso de producción. De eso, lo que está en duda es el 33%, por mayores costos de agua, energía, etc. Eso, si se mide en PIB, significa crecer un punto o hasta un punto y medio del PIB. Nos estamos jugando mucho en si se puede materializar o no esa inversión. En términos de aumento de ingresos fiscales, son 360 mil viviendas o 900 centros asistenciales al año, señaló Villarino.

Según el académico del departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile, Aldo Casali, no hay que alarmarse por la situación, porque es normal que un porcentaje importante de la cartera de proyectos se caiga pues son eso: proyectos.

“Es natural que como resultado de los análisis económicos y técnicos y de la oportunidad en que corresponda realizarlos, muchos de ellos se caigan o al menos se posterguen. Por supuesto que a menores precios de largo plazo el tema sea aún más exigente. La disponibilidad de inversiones, por otra parte, no es ilimitada y cada proyecto debe también competir con inversiones alternativas en otros países, en otros metales o incluso en otras actividades”, señaló Casali.

El profesor agregó que no hay nada de sorprendente en que a la fecha se anuncie la caída de cerca de un tercio de los proyectos que se anunciaban. “Eso es lógico. Lo que no es lógico es que muchos hayan dado por hechas todas esas inversiones y ahora se sorprendan porque algunas no se materialicen o se posterguen. De eso se trata: que exista una abundante cartera de proyectos, de los cuales los mejores llegarán a concretarse finalmente”, planteó.

Según Villarino, el avance de la cartera de inversiones representa hoy una oportunidad única de desarrollo para el país. “Chile puede vivir perfectamente sin minería. Pero si queremos pegar el salto al desarrollo y elevar el PIB per cápita a sobre US$20 mil, es indispensable que tengamos desarrollo minero. Esto no se puede postergar, porque permite a personas que viven en la pobreza salir de ella”, expresó el directivo, quien señaló que la industria también tiene mucho que hacer al respecto, pues también debe trabajar de buena forma con las comunidades y otros grupos de interés.

¿Qué ha pasado? 

El Consejo Minero presentó a la Cámara de Diputados un estudio comparativo sobre la competitividad de distintos países mineros, el cual señala que Chile tiene los costos más altos que el promedio en consumibles, servicios, energía y mano de obra.

¿Qué concluye sobre los proyectos? 
El reporte plantea que por debajo de US$2,75, cerca del 33% de la cartera de inversiones no es economicamente rentable bajo el actual esquema de costos del sector. Esta cifra está muy cerca del precio de largo plazo de distintos analistas y es similar al promedio anual de 2009, cuando el cobre se cotizó en US$2,34 por libra.

¿Qué consecuencias tiene? 
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, plantó que Chile podría perder ingresos fiscales que equivalen a 360 mil viviendas sociales o a 900 centros asistenciales al año. Esto, además, significa 232 mil empleos que se podrían haber creado y que no lo serán. Villarino llamó a un consenso nacional sobre estos temas.

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