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Internacional

Precios de electricidad en Perú son los más bajos de la región entre los que no se deben a una mayor intervención estatal, lo que es “una fortaleza y un importante propulsor del desarrollo”, señala un estudio local.

Lunes 08 de Septiembre de 2014.- En vísperas de la puesta en marcha del recorte gradual de subsidios previsto por el Gobierno de Argentina, el país aún cuenta con la segunda tarifa eléctrica más barata de Latinoamérica: apenas USD 0,02 por Kw/h. Tan sólo Venezuela presenta un valor inferior (USD 0,05 por Kw/h), según un informe de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), a partir de datos del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) de Perú.

El podio de este ranking, que toma en cuenta los consumos superiores a 500 Kw/h por mes, lo completa Paraguay, beneficiado por su capacidad de producción y exportación hidroeléctrica, con USD 0,041 por Kw/h. En cuarto lugar se posiciona Perú, con USD 0,074 por Kw/h. Le siguen Ecuador (USD 0,076), Brasil (USD 0,087), Costa Rica (USD 0,099), Chile (USD 0,104) y Bolivia (USD 0,106).

Finalmente, entre los países donde la electricidad resulta más costosa figuran Colombia, Uruguay, Panamá, Guatemala, El Salvador y México.

El trabajo no sólo destaca que el sistema eléctrico argentino depende de la generación térmica en un 59%, sino que también critica fuertemente el régimen de subsidios que rige tanto a nivel local como en el mercado venezolano. “Venezuela y la Argentina están sumidos en un desastre económico debido a sus controles de precios y subsidios indiscriminados, como es el caso de su energía. Sus cifras no tienen valor de comparación. A sus tarifas, nadie invierte”, sentenció la AFIN, una entidad gremial de la industria energética peruana.

Para el organismo, Perú tiene una de las tarifas de electricidad más bajas de la región, sin necesidad de una gran intervención estatal, lo que constituye “una fortaleza y un importante propulsor del desarrollo nacional”. Vale destacar que un 53,3% de la energía eléctrica que se consume en esa nación proviene de represas hidroeléctricas, mientras que un 42,9% es aportado por centrales térmicas a gas natural, en su mayoría de ciclo combinado.

En busca de inversiones

Según el informe de la AFIN, la actual infraestructura del sector eléctrico en Perú le permitirá contar con una tarifa de electricidad competitiva durante los próximos cuatro años, sobre la base de la demanda proyectada hasta 2018. “Para mantener la situación con posterioridad, deberán seguir ejecutándose urgentes inversiones. Una iniciativa clave, en ese sentido, será el Gasoducto Sur Peruano (GSP). Pero también será imperioso disponer de un esquema de subastas claro y atractivo, que permita atraer nuevas inversiones en el ámbito hidroeléctrico”, señaló el reporte.

Adicionalmente, señala, los capitales necesarios para garantizar que las tarifas energéticas se mantengan estables –o incluso se abaraten– permitirán que otras inversiones en sectores intensivos en el uso de la energía (como la manufactura y la minería) escojan como destino el mercado peruano. “La tarifa eléctrica de hoy es fruto de las inversiones realizadas en la última década, tras las reformas del sector experimentadas en los años 90, sin omitir el rol que cumple el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional  al promover la sintonía entre oferta y demanda de energía”, añadió la AFIN.

La organización agrupa las principales empresas concesionarias de infraestructura de servicios públicos en los sectores de la energía, el transporte, las telecomunicaciones, la salud y el saneamiento en el país gobernado por Ollanta Humala. 

Poda en marcha

Septiembre no será un mes más para el escenario energético argentino, ya que el Gobierno nacional lo fijó en el calendario de 2014 como el punto de partida para la implementación de una gradual poda de subsidios a la energía eléctrica. El retiro de los instrumentos se instrumentará bajo un esquema similar al usado con el gas natural y el agua: será parcial y escalonado durante los primeros meses, impactará con más dureza sobre los clientes de mayor nivel de consumo, se promoverá incentivos para el ahorro y se estipulará algunas excepciones puntuales. 

De todos modos, las autoridades saben que la aplicación del recorte a las tarifas del sector resultará bastante más compleja que la ejecutada con el gas, ya que las redes de distribución eléctrica distan mucho de estar a la altura de las circunstancias. Dado que las inversiones en el rubro no alcanzaron a acompañar la colosal suba del consumo, los cortes de luz se tornaron moneda corriente en los últimos años, sobre todo durante los picos de demanda de cada temporada estival.

Es por ello que el Ministerio de Planificación Federal, conducido por Julio De Vido, prometió cuantiosas inversiones el transcurso de los próximos dos años a fin de ampliar las redes disponibles en todo el país. Buena parte de esos desembolsos se canalizarán a través del Fondo para Obras de Consolidación y Expansión de Distribución Eléctrica, que era manejado por las empresas Edenor y Edesur, y que luego de los últimos cortes en el suministro pasó a ser administrado por el Estado.

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