Chile
Las aleaciones de cobre dorado han aumentado su popularidad entre los arquitectos de toda Europa
Miércoles 15 de Mayo de 2013.- El revestimiento de cobre puede mimetizarse fácilmente con el paisaje por sus tonos verdes o marrones, pero al mismo tiempo también puede transformar edificios en sorprendentes puntos de referencia urbanística. Gracias a las aleaciones de cobre, ahora este material está disponible en un brillante color dorado que cautiva a un número cada vez mayor de arquitectos por su espectacular carácter visual.
Debido a su alto valor estético, el cobre dorado es usado para dotar de una mayor belleza arquitectónica a diferentes edificios. Cuando es usado para recubrir un edificio por completo, se convierte en una elección innovadora y original con una clara intención: impactar. Fachadas de cristal y cobre dorado surgen cada vez más en paisajes urbanos. Tampoco la arquitectura de interior se queda atrás: paredes revestidas en cobre dorado, tabiques metálicos y particiones perforadas están apareciendo en halls y áreas comunes en edificios de toda Europa.
Los fabricantes han desarrollado dos tipos de aleaciones diseñadas bien para retener su color, bien para cambiarlo a lo largo del tiempo. Esto hace posible optar o bien por un color brillante que permanecerá con el paso del tiempo o bien optar por un color dorado que poco a poco pasará a ser marrón oscuro, reflejando así la evolución de la vida en las distintas estaciones del año a través de los distintos tonos que adopta.
Facilidad de instalación y longevidad: revestimientos dorados con todas las ventajas del cobre.
Conocido por su gran maleabilidad, el cobre y sus diversas aleaciones pueden trabajarse con facilidad. Además, el cobre cuenta con una gran variedad de texturas y patrones, lo que facilita la instalación de revestimientos en tiras, láminas o escalonado y hace posible casi cualquier innovación que un arquitecto pudiera imaginar.
Debido a su alta resistencia mecánica frente al viento, el cobre es un material excelente para ser utilizado en fachadas de edificios que deben soportar fuertes impactos y presiones del viento. Además, para mejorar la longevidad de las cubiertas, estas aleaciones doradas han sido tratadas de tal forma que no sufren los efectos de la oxidación y aseguran la duración del color a lo largo del tiempo, sin necesidad de mantenimiento o de volver a aplicar una pátina protectora.
Además, hay que tener en cuenta que el cobre, al ser 100% reciclable, también es elegido por su sostenibilidad, haciéndolo apto para construcciones respetuosas con el medio ambiente.
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