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Chile

Actas de directorio y comités revelan la compleja trama, además del rol de Ugarte, Solminihac y un ejecutivo de la Cámara de la Construcción.

Miércoles 22 de Mayo de 2013.- “Uno debe ser digno y dar un paso al costado”, dijo el ministro de Minería Hernán de Solminihac en la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados la semana pasada aludiendo al ex vicepresidente ejecutivo de Enami, Eugenio Cantuarias, quien dejó la empresa a comienzos de mes, cuestionando los motivos que habrían determinado su remoción.

El ministro dijo en la instancia parlamentaria que estaba muy molesto por los dichos de Cantuarias, quien deslizó que el secretario de Estado había actuado en función de "amiguismos".

Frente a la pregunta de por qué el Presidente Piñera perdió la confianza en Cantuarias, de Solminihac habló por primera vez del tema, señalando que éstos pudieron derivar del despido intempestivo del gerente general Enrique Valdivieso y porque Cantuarias no respondía a tiempo los requerimientos del directorio. “Son cosas pequeñas que van sumando”, dijo De Sominiahc.

La línea argumentativa del mininstro se suma a la carta de Alfonso Ugarte —sindicado por Cantuarias como uno de los protegidos del ex titular de MOP— quien dijo que el ex senador UDI —al que calificó de “Cantinflas”— había incumplido sistemáticamente requerimientos del directorio.

El episodio de salida de Cantuarias no fue claramente dilucidado por el ministro ante los diputados, por lo que pedirán información adicional del caso para luego decidir si conforman una comisión investigadora.

El Mostrador Mercados accedió a las actas de directorios y comité de la compañía, además de una serie de documentos, que revelan el extraño diferendo entre Cantuarias y algunos directores, incluyendo al ministro de Minería, y la forma en que se solucionó.

No es sólo una disputa personal con el ministro y no hay evidencias claras de que eso sucedió. Aun más, los hechos indican que no hubo tales problemas sino hasta fines de 2012, cuando Cantuarias presenta la licitación para designar auditores. Ese el punto de partida de las diferencias con él y parte del directorio.

Hasta ese momento, la labor de Cantuarias, quien asumió a comienzos de diciembre de 2011, parece seguir cursos normales. Luego de un primer semestre de 2012 agitado para el directorio y la vicepresidencia —por el impacto de las pérdidas de 2011, con cierre en marzo de 2012— y distintos problemas operacionales, la segunda parte del año tiene resultados felices para todos.

La empresa, que perdió US$ 75 millones en 2011 por el efecto de reconocer la inexistencia de mineral en sus plantas, pasó a ganar US$ 29 millones en 2012, mejorando la situación operacional de la compañía que aún seguía deficitaria.

De Sominiahc está conforme con lo obrado por Cantuarias, tanto que en tres oportunidades en 2012 es felicitado por la gestión del equipo que lidera. Así lo hace ver en el directorio del 12 de diciembre de 2012, donde destaca “los mejores resultados que está obteniendo la empresa y felicita a nombre del directorio a la administración” y también en el directorio del 20 de diciembre, donde reconoce la mejora a nivel operacional en la gestión de la empresa. Así lo señala el 5 de noviembre del mismo año a propósito del presupuesto, aunque en ese caso la presentación la hace el gerente general, Enrique Valdivieso quien luego se transformará en enemigo de Cantuarias.

La primera gran disputa se da el 21 de febrero de 2013 cuando llegan al directorio los resultados de la licitación para contratar la auditora externa. El proceso lo abrió Cantuarias, pero lo ejecutó la gerencia de auditoría.

La evaluación técnica ubica a PricewaterhouseCopper (PwC) con la peor nota: 73,5 puntos, superando marginalmente el mínimo de 70 exigidos para pasar a la oferta económica. Le ha superado KPMG (81,5) Ernst & Young (83,4) y Deloitte (87,2). El máximo era 100.

De los cuatro puntos a analizar, PwC es identificada como la peor en tres: contenido y calidad de la oferta, experiencia del oferente en la industria y plan de trabajo. En la categoría equipo de trabajo la firma que lidera Luis Enrique Alamos roza el primer lugar con 23,3 puntos (la supera Deloitte con 23,4).

Por el lado negativo, sobresalen dos puntos —de cinco posibles— que recibe por las sanciones que le aplicó la SVS por el caso La Polar y otro de la aseguradora ACE, y el haber tenido la nota más baja por ser la de menor experiencia en la minería (auditó 8 mineras, sólo Barrick entre las grandes, a diferencia de KPMG que ha trabajado principalmente con las empresas de grupo BHP, E&Y transversalmente con las grandes mineras como Codelco, BHP y Anglo y Deloitte con las empresas de grupo Luksic y Anglo).

Incluso, en un ítem aparte, la gerencia de auditoría señala que tanto E&Y como PwC no presentan ningún producto como valor agregado, a diferencia de KPMG que propone tres: verificar el reporte de sustentabilidad, un diagnóstico del gobierno corporativo y la revisión del proyecto de implementación del sistema SIG. Deloitte propone hacer talleres de IFRS.

Superada esa etapa, viene la económica. PwC queda como la segunda más barata, detrás de KPMG. PwC ha ofrecido trabajar 5.670 horas anuales a Enami, a un costo de UF 1,2 por hora y totalizando 13.608 UF por dos años (unos $ 310 millones). Le gana KPMG que cobra 10.500 UF, casi un 30 % menos como costo total, pero con 420 horas menos y una diferencia de costo hora de 20 % en su favor.

Pese a estos antecedentes, toma la palabra el director y presidente del comité de auditoría y finanzas, el gerente de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y representante del ministerio de Hacienda, Javier Hurtado Cicarelli, quien cuestiona a Cantuarias por llamar a licitación sin preguntar al directorio ni al comité y señala que no tiene sentido cambiar a PwC por KPMG (ganador según las ofertas) pues estos últimos auditores (entre 2009 y 2010) “no hicieron bien el trabajo y nunca entendieron el negocio”.

Además de Hurtado, los integrantes del comité de auditoría son Alfonso Ugarte (designado por Piñera) y Dieter Wunder (Corfo). Curiosamente, tanto Ugarte —que entró en abril de 2012 al directorio— y Wunder —que llegó en julio de 2011—, nunca trabajaron con KPMG, que cumplió labores hasta fines de 2010, comienzos de 2011. Hurtado, en tanto, llegó a la estatal en agosto de 2010, a cinco meses de que concluyera su contrato KPMG.

Hurtado advierte que PWC (sancionada por las superintendencias de Valores y Seguros y la de Bancos e Instituciones Financieras por el caso La Polar) está en medio de un trabajo de conocimiento y ordenamiento de los estados financieros y activos de la compañía que no se debe interrumpir.

La crítica de Hurtado y Ugarte hacia KPMG se debe a no haber detectado que la contabilización de los minerales que Enami tenía en sus plantas era muy distinta de la que realmente existía. Hurtado habla de un trabajo “nefasto” por parte de KPMG.

Sin embargo, menos de un mes antes, el 28 de enero de 2013, Hurtado y Wunder (Ugarte no asistió) encabezaron el comité de auditoría donde además de revisar los resultados del ejercicio 2012, tienen en tabla la licitación de auditoras y la evaluación de la negociación de contratos con mineros medianos y la fijación de precios para compra a pequeños mineros. Finalmente, sólo analizan en detalle el primer punto y los contratos y se decide llevarlos al directorio directamente.

Para la licitación de la auditoría, Wunder pide una reunión con la gerencia de auditoría, con el objeto de “analizar la metodología de selección” para luego traerlo de vuelta al comité antes de llevarlo al directorio, como ocurrió finalmente el 21 de febrero.

El 28 de enero, ni Wunder ni Hurtado expresan sorpresa ni rechazo por enterarse que la vicepresidencia ejecutiva no les había pedido autorización para iniciar el proceso. La sorpresa la señalan directamente el 21 de febrero.

En KPMG, consultados por este medio, señalan su extrañeza con los dichos de los directores de Enami, Ugarte y Hurtado. La auditora indica que fueron invitados al proceso de licitación, ganaron y nunca se les dio una explicación respecto de la decisión que al final tomó el directorio.

Incluso, en la firma aseguran que nunca fueron cuestionados por su labor entre 2009 y 2010 y que no hay ninguna carta ni documento  donde aparezcan dichos cuestionamientos a su trabajo.

En el directorio del 21 de febrero, Cantuarias no está solo. Los directores de Sonami, Alberto Salas y Patricio Céspedes, se desmarcan de la posición del comité de auditoría.

Salas expresa extrañeza por el cuestionamiento a que Cantuarias llamara a licitación, afirmando que en toda empresa la administración ve el tema de la auditoría, sometiendo las decisiones al directorio. Según Cantuarias, son numerosos los contratos que son licitados por la administración y que luego son aprobados por el directorio, reconociendo que en el caso de prospectos mineros y concesiones.

Céspedes muestra preocupación por las multas de la SVS a PwC, pero Ugarte defiende prorrogar el contrato.

Arnaldo del Campo —elegido por el Presidente de la República— será el principal crítico de la decisión del directorio de mantener finalmente a PwC. Señala que “en otras ocasiones, cuando se ha discutido un negocio minero o cualquier contratación de servicios, se ha sido enfático en este Directorio de que sí o sí se deben llevar a licitación”, lo cual no se da en ese caso.

Cantuarias amplía sus argumentos recordando que en abril de 2012 el entonces director en representación del Instituto de Ingenieros en Minas de Chile (IIMCH), Manuel Viera, había advertido la inconveniencia de seguir con PwC, por su mala fama tras el escándalo La Polar. Sus contradictores dicen que Viera —quien estuvo pocos meses en su cargo— reculó en otro momento, aunque al parecer no hay registro de ello.

Cantuarias saca todas sus balas y recuerda que el propio Hurtado había declarado en otra reunión que en las empresas donde él había participado se cambiaban los auditores cada dos años y que el ex director José Pedro Undurraga había opinado en meses anteriores que los auditores funcionan en la medida que se les vigile.

La discusión es larga entre Hurtado y Ugarte por un lado, y Cantuarias por el otro. Ugarte califica como imprudente la decisión de Cantuarias de hacer la licitación de las auditoras, dice que es “poco aceptable” cambiar tan seguido las auditoras y advierte que no tiene vínculos con PwC.

El ministro interviene y promueve llevar a votación. Salas y Céspedes se abstienen, mientras que Del Campo aprueba la adjudicación a KPMG. De Solminiac, Ugarte y Hurtado la rechazan y se ordena a Cantuarias negociar con PwC y extender el contrato por dos años.

Instruido por la mesa, Cantuarias logra disminuir el costo de la oferta de PwC, elevando las horas de trabajo, lo que informa al comité de auditoría el 18 de marzo de 2013. El costo total termina siendo de UF 0,95 por hora (era 1,15 UF hasta ese momento), pero al elevar de 4.583 horas a 5.475 horas, el precio final anual llega a 6.100 UF, un 16 % más que la oferta de KPMG, pero con 225 horas más.

La tensión, no obstante, sigue en la empresa. Cantuarias elabora el acta del directorio del 21 de febrero, pero se le pide ampliarla para equilibrar las posiciones.

Envía una nueva copia, la cual no alcanza a ser revisada por la mesa mientras él dura en el cargo pues el gobierno lo destituye a fines de abril, cuando aún no se ratificaba el acta, lo que ocurrió finalmente el jueves 16 de mayo pasado.

El enfrentamiento de Cantuarias con el ministro, Ugarte y Hurtado queda nítidamente reflejado en un correo que envía Javier Hurtado el 18 de abril de este año, dos días después de recibir el acta redactada por el secretario general de Enami, Francisco Baghetti.

En el email el gerente de estudios de la Cámara de la Construcción cuestiona la redacción pero la tolera dado el escenario de disputa interna. “Recibida la redacción, igual me parece pésima, pero entendiendo que es un gallito la debo aceptar”, escribe.

La disputa por PwC parece superada, pero la incomodidad con Cantuarias aparece con fuerza, en particular con Ugarte.

El millonario contrato de Valdivieso
El ministro Solminiahc dijo en la Cámara, que la destitución de Enrique Valdivieso por parte de Cantuarias, del cargo de gerente general pudo haber sido otro motivo por el que fue despedido por el mandatario. En ese mes, Cantuarias se va de vacaciones y de sopetón, dice Solminiahc, despide a Valdivieso.

Cantuarias afirma que el gerente general no cumplía los objetivos de producción, teniendo a su cargo cuatro gerencias. A su juicio, el cargo, creado antes que él llegara, no tenía sentido y era un costo innecesario, sobre todo considerando que Codelco había dado una señal para las estatales al alivianar la plana gerencial, con cinco ejecutivos menos.

Solminihac argumentó ante la comisión de Minería que le había informado a Cantuarias el 22 de abril y el 26 que debía renunciar, algo que el ex senador UDI niega. Sólo reconoce la conversación que tuvieron el 2 de mayo. Al día siguiente se concreta el decreto de vacancia y se informa a la SVS de su salida.

El mismo 22 de abril que el ministro asegura haber pedido la renuncia a Cantuarias, este aparece en una entrevista con El Mercurio, donde informa la nueva estructura gerencial, incluyendo el despido de Valdivieso y donde hace una defensa detallada de su gestión.

Según Felipe Barros, Cantuarias nunca consultó la decisión al directorio. Sin embargo, el ahora ex vicepresidente ejecutivo se defiende asegurando que, según un acuerdo del directorio del 28 de abril de 1981, el vicepresidente ejecutivo tiene mandato amplio para determinar la fijación y modificación de las dotaciones de la compañía, a lo cual agrega que en directorio del 25 de mayo de 1994 se recomienda al mismo cargo una serie de consideraciones para la estructuración del equipo de ejecutivos, donde no se indica que debe consultar al directorio.

Sólo existe en la sesión del 25 de febrero de 2011 un acuerdo que indica que el vicepresidente ejecutivo puede contratar subgerentes y luego informar al directorio y que en el caso de gerentes, para su nombramiento debe proponer una terna al directorio, aunque no se indica que debe pedir permiso o consultar para destituir a uno.

Según Barros, no tenía facultad para reestructurar organización, ni para desvincular, pero sí para contratar.

Pero no se irá gratis. El ex director del Sernageomin está a la espera de recibir $ 9,7 millones por el mes de abril, como parte de una asesoría al directorio. Cantuarias dice que no sabe qué trabajo hizo en ese mes. Hoy, el ex fiscal y ahora sucesor de Cantuarias, Felipe Barros, asegura que el pago corresponde por estudios que estaba elaborando Valdivieso antes que lo echaran —relativos a temas como procesos estadísticos— y que quedaron a medio camino con la destitución, pero que como empresa debían capturar.

El contrato fue preparado por Cantuarias a pedido de De Sominiahc, según el ex vicepresidente ejecutivo. Sin embargo, el ex senador UDI se niega a firmarlo si no lo autoriza el directorio. Estaba previsto que se viera en el directorio de abril que terminó postergándose.

Barros explica que el contrato todavía no se ejecuta, que “no se ha pagado un peso” y que se están negociando las condiciones.

Fuentes cercanas a la empresa revelan que dicho contrato no es más que una ingeniosa fórmula creada por De Solminiahc para pagarle una indemnización. Desde el ministerio indicaron que el ministro no se referirá a estos temas más allá de sus dichos en la comisión de Minería.

El becado
El verano entre Cantuarias y De Solminiahc se terminó de aguar con la tensa salida del ex senador, quien deslizó un tercer factor del quiebre: la cercanía de Ugarte con De Solminiahc y los beneficios que el ministro quería disponer para el que tuvo como fiscal nacional en el MOP.

Cantuarias afirmó que Ugarte fue el eterno candidato del ministro para subsecretario y que el jefe de la cartera le pidió reiteradamente que lo instalara como gerente de planificación o desarrollo estratégico. Cantuarias argumenta que se negó, porque Ugarte es abogado y requería ingenieros en puestos de gerencia.

La incomodidad de Cantuarias no era gratuita. En el ministerio es vox populi que Ugarte llegó a Minería en noviembre de 2011 con más medallas que el resto, con el encargo, según él mismo ha dicho, de asesorar al ministro en la disputa entre Codelco y Anglo American por la ex Disputada de las Condes.

Así lo demuestra su sueldo como asesor legislativo del ministro, de $ 5,1 millones bruto mensual, superior incluso al de la jefa de la división jurídica de la cartera, Jimena Bronfmann ($ 4,9 millones) y de su antecesor Franco Devillane ($ 3,8 millones). De hecho, su remuneración sólo es superada, entre los cargos con nivel directivo de planta, por el ministro ($ 7,3 millones) y el que en ese momento aún era subsecretario, Pablo Wagner ($ 6,7 millones).

A tal punto era el hormigueo por la buena situación del abogado que en los pasillos circulaba el apelativo de “El Becado” en alusión a Ugarte, quien en abril de 2012 ingresó al directorio de Enami.

Ugarte fue requerido por este medio pero no hubo respuesta.

En su carta pública de hace dos semanas Ugarte afirma que conoció al ministro cuando éste era titular del MOP, que entró por Alta Dirección Pública y que nunca ha usado el paraguas de nadie para acceder a cargos.

En el mismo documento, Ugarte devela cuestionamientos que hasta su salida no se conocían y que De Solminiac aludió en forma genérica en la Comisión de Minería.

Ugarte habla del retraso por parte de Cantuarias en revisar contratos de abastecimiento con medianos mineros que generan pérdidas a la empresa y su información al directorio “ha sido tardía e insuficiente”. También señala que llevaba más de un año sin disponer el plan de abastecimiento y manejo de inventarios y que también no ha dado respuesta suficiente a la solicitud de investigación de la pérdida de minerales de stock.

El Mostrador

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