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Chile

La caída superior al 7% que anotó el cobre la semana pasada llevó a los analistas a considerar los impactos de volver a un mineral bajo los US$3 la libra. Entre los efectos: deterioro de la cuenta corriente, déficit fiscal y faenas operando bajo el costo.

Lunes 22 de Abril de 2013.- La caída de más de 7% que sufrió el precio del metal rojo la semana pasada, generó la preocupación de los expertos respecto al impacto macroeconómico que tendría un nivel del cobre por debajo de los US$3 la libra en nuestro país.

El más importante, y directo, es el efecto fiscal que significaría un menor valor del commodity, considerando que el gobierno está financiando gastos permanentes con un cobre que ha estimado, mediante el comité consultivo realizado el año pasado, en algo menos de US$3,1 la libra.

Al respecto, Patricio Rojas, economista y socio de Rojas & Asociadas, sostiene que “esto significa que eso gastos permanentes tendrán que ser financiados con otro tipo de ingresos, porque si bien es cierto que cuando el precio del cobre cae, también lo hacen otros insumos como el petróleo. En Chile tenemos una situación de altos costos, tanto por el lado laboral y energético, por lo que disminuiría mucho el margen”.

En ese sentido, afirma que “el gobierno tendría que decidir qué hacer, porque pensar que la economía va a crecer por sobre el 5% para compensar esta menor caída, no es un supuesto razonable. O hace una racionalización del gasto (en 4,8% para este año) , o decide utilizar ahorros de los que tiene afuera”.

El efecto de esto último, sin embargo, sería un déficit fiscal, que hoy está contemplado como superávit, y la idea de irse moviendo hacia un balance estructural se vería bastante comprometida.

Sin embargo, para Francisco Klapp, investigador de Libertad y Desarrollo, “el aporte fiscal del cobre se ha ido reduciendo en el tiempo, respecto al comienzo del boom, por lo que el impacto no sería tan terrible por ese lado”.

Pero no es la única vía. Un bajo precio del metal rojo también generaría un deterioro en las cuentas externas, ya que tanto la balanza comercial como la cuenta corriente serían más negativas.

Así, las exportaciones chilenas, donde más de la mitad del total corresponde a cobre (53% en 2012), se verían notoriamente mermadas, a diferencia de las importaciones que según los economistas, seguirían creciendo a un nivel similar.

“Esto generaría una balanza comercial negativa, lo que involucraría casi un punto más de déficit en cuenta corriente. Es decir que si hoy estamos cerca del 4,3% nos iríamos por encima del 5%, lo que claramente es preocupante”, explica Rojas.

Otro efecto sería sobre el tipo de cambio, depreciando la moneda local. De hecho, la semana pasada la divisa norteamericana avanzó 1,45% ($6,8) tras varios días a la baja. Cristóbal Doberti, economista jefe de Bice Inversiones, afirma que “esto ejerce menos presión sobre el sector exportador, pero los consumidores ya no tendrían el acceso al mercado internacional que tenían antes, por lo que se genera un rebalanceo entre el sector transable y no transable”.


MINERAS CON PÉRDIDAS, POR COSTOS A LA BAJA

Entre julio y diciembre de 2008, el precio del cobre se desplomó 63%, pasando de US$3,81 por libra a US$1,39. La caída, en medio del estallido de la crisis subprime y la quiebra de Lehman Brothers, obligó a las mineras a realizar severos planes de ajustes, que incluyó el cierre temporal de algunas minas, como ocurrió por ejemplo con Michilla.

En el caso de Codelco, activó un severo plan de contención de costos que incluyó medidas como el congelamiento de las dotaciones, la baja de equipos de mantención costosa o derechamente ineficientes y se mejoraron los contratos con terceros. Esto permitió reducir los costos en US$0,2 por libra, cifra que permitió afrontar el chaparrón.

Otras mineras tomaron medidas similares, incluyendo el ya señalado caso de Michilla. Incluso se pospusieron inversiones.

¿Qué ocurriría si algo así se repite? En la industria plantean que el riesgo de la baja de precio es mucho mayor que antes, porque los costos son muy superiores. Mientras la propia Codelco tenía en 2008 un costo C1 (que elimina créditos por subproductos y costos corporativos) de US$0,7 por libra, hoy esa cifra se empina a los US$1,63 y subiendo. Es más: en el caso de Chuquicamata, el costo C1 alcanza los US$1,93 por libra,     cifra que representa un incremento de 78% en sólo dos años.

Es decir, si en 2008 había cierta holgura para mantener funcionando la gran mayoría de las operaciones mineras locales (lo que se vio beneficiado por una recuperación rápida de la cotización, que ya en noviembre de 2009 había vuelto a un valor superior a US$3), en 2013 ya no es así. Incluso más, el total de costos y gastos de Codelco, conocido como C4, llega a US$2,47. Apenas US$0,7 por sobre el cierre del viernes del metal.

Pero no todo es negativo. En la industria hay coincidencia en que una baja del cobre también arrastra los costos de los principales productos y servicios asociados a la minería, hoy disparados y en el centro del debate. Lo anterior, porque una baja del cobre, en el contexto de una merma generalizada en la cotización de los commodities, también implica una baja en los mismos insumos de las empresas, como las bolas de molienda, que son de acero, y los equipos, dado que en general, una cotización en picada obliga a frenar proyectos, mermando la demanda por maquinarias, camiones y otros.

También ocurriría un fenómeno similar con la mano de obra, tanto por el lado de los incentivos que las mineras pagan a sus empleados y que están indexados al precio del metal, o bien, por una reducción de las expectativas de los sindicatos. Es decir, los bonos de $20 millones ya no correrían.

Pero hay costos que no variarán aún si el cobre se desploma, como la energía. En la minería lo saben y, por lo mismo, es el tema que más preocupa, pues no se puede controlar.

Estimados

CARBÓN DEBERÍA REPUNTAR


El precio del carbón coke para generación eléctrica cayó desde US$170 por tonelada a aproximadamente US$165 por tonelada en el último trimestre de 2012,  tanto en el oeste de Canadá como en los mercados asiáticos.

Según Scotiabank Group, los precios deberían repuntar en el segundo trimestre de 2013.

La Asociación Mundial de Acero prevé un aumento de 3% de la producción mundial de acero en 2013, luego de que aumentara un 1,2% en 2012.


9% AUMENTÓ EL PRECIO DEL PALADIO DESDE DICIEMBRE A FEBRERO

Mientras que el precio del oro va en caída libre, el del paladio aumentó 9% desde diciembre de 2012 hasta febrero de este año (desde US$691 hasta US$731).

El mercado del paladio pasó de superávit a déficit en 2012, debido a menores ventas de estatales en Rusia y mayor demanda de catalizadores de autos. Se espera que el déficit aumente debido a una mayor venta de autos en China, que debería subir 10%.


PETRÓLEO WTI PROMEDIARÍA US$95

La demanda de petróleo de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha caído un 9% desde 2005 como resultado de precios más altos, mayor eficiencia y factores de recesión, que según el Fondo Monetario Internacional.

El organismo espera que las economías de los mercados emergentes expliquen el crecimiento de la demanda global en 2013, que se proyecta a sea de 0,8 millones de barriles diarios.

Las proyecciones del Bando de Montreal para la cotización del petróleo WTI apuntan a un promedio anual de US$95 en 2013 y US$99 durante el 2014.


ALIMENTOS AL ALZA

El FMI proyecta que el precio de los alimentos se mantendrá en niveles altos durante el primer semestre de 2013, debido a una escasa oferta de maíz, soya y trigo.

El riesgo del alza de precios ha aumentado ligeramente. Las condiciones climáticas adversas, precios más altos del petróleo y bajos inventarios contribuirán al alza de precios. Adicionalmente, la producción de biocombustibles podría desincentivar el cultivo de alimentos.


CELULOSA

El precio de la celulosa se ha mantenido relativamente fuerte durante 2013, cerrando la semana pasada en US$843 la tonelada métrica, anotando un alza mensual de 1%. En todo caso, frente a los precios de hace un año, acumula un descenso de 1,17%.

De acuerdo a las estimaciones del Banco de Montreal, este año el promedio debiera llegar a unos US$900 la tonelada métrica, mientras que para el próximo ejercicio alcanzaría valores similares.


METALES PRESIONADOS, PERO PODRÓAN SUBIR

Según el Fondo Monetario Internacional, las perspectivas para el precio de los metales están estrechamente vinculadas a la evolución de China, país que consume más del 40% de todos los metales. Se espera que el crecimiento en la demanda de metal china sea moderada, mientras que la economía se mueve más hacia los servicios. Los planes de infraestructura en el gigante asiático podrían hacer que el precio de los metales se incremente riesgosamente.

En lo que va del año, la plaza ha caído 21%, cerrando el viernes en US$23,66 la onza.

La cotización del oro, en tanto, terminó en US$1.414 la onza, con un descenso de 15%.

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