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Argentina

Miércoles 04 de Junio de 2014.- El consorcio conformado por General Electric, Duro Felguera y Fainser –la primera Pyme de origen nacional que participa en una obra de esta envergadura– se encuentra ultimando detalles para que la central termoeléctrica Vuelta de Obligado comience a inyectar energía al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) antes de lo previsto. “La idea es iniciar la producción comercial a ciclo abierto durante junio; es decir, dos meses antes que el plazo originalmente trazado”, anticipó a este medio un asesor del Ministerio de Planificación.

Ubicada en la localidad de Timbúes, 35 kilómetros al norte de Rosario (Santa Fe), la planta –cuya construcción demandó una inversión de alrededor de u$s 850 millones– se encuentra bajo control del Estado nacional, a través de Enarsa. La potencia inicial de sus dos turbinas será de unos 540 megawatts (Mw), cifra que el año que viene –cuando se cierre el ciclo combinado– se expandirá hasta 810 Mw.

“Ya completamos el 100% de la carga con gas de los 16 kilómetros de gasoducto y emprendimos la puesta en funcionamiento de las estaciones de separación y medición del combustible, por lo que está casi todo listo para empezar a generar formalmente”, señaló el especialista.

Debe destacarse que el aumento de la capacidad de transporte requirió la conexión de dos tramos del ducto al gasoducto troncal de Transportadora de Gas del Norte (TGN), el cual se halla montado en paralelo a la autopista Brigadier López, que une las ciudades de Rosario y Santa Fe. Asimismo, también fue necesario realizar el cruce dirigido de más de 600 metros bajo el río Carcarañá para llegar al terreno donde se construye la instalación.

Otro de los trabajos necesarios para posibilitar la inminente puesta en marcha de Vuelta de Obligado fue la ampliación de la estación transformadora Río Coronda, de 500 kilowatts (Kw).

En cifras

Vecina de la central termoeléctrica General José de San Martín, que tiene una potencia de 837 Mw y se encuentra en funcionamiento desde 2010, la obra fue adjudicada hace casi dos años, el 5 de julio de 2012, en el marco del “Acuerdo para la Gestión y Operación de Proyectos, Aumento de la Disponibilidad de Gene-ración Térmica y Adaptación de la Remuneración de la Generación 2008-2011” que firmaron la Secretaría de Energía y las empresas generadoras.

Englobada, además, dentro del “Plan Energético Nacional”, la iniciativa generó más de 1.800 empleos directos y actualmente le da trabajo a más de 1.200 personas y una veintena de firmas de distinta índole. Entre las sociedades generadoras involucradas se encuentran Endesa, Sadesa y participación minoritaria de Duke Energy.

Su estratégica localización junto al río Coronda garantiza el suministro hídrico de la usina, que tomará agua de dicho cauce para refrigerarse y asegurar el funcionamiento del ciclo combinado. Por otro lado, el predio cuenta con inmejorables facilidades de acceso por las vías terrestre, aérea y fluvial.

En cuanto a su generación de energía, ésta será de 5.500 gigawatts por hora (Gwh) anuales, volumen que cubrirá los requerimientos de casi 1.600.000 hogares. Las turbinas de la central podrán utilizar tanto gas natural y gasoil como biodiesel.


Orgullo local

Además de ser sede de las centrales térmicas Vuelta de Obligado y General José de San Martín, Timbúes alberga uno de los mayores proyectos de biodiesel de la Argentina.

La planta en cuestión, que demandó una inversión de u$s 480 millones, fue recientemente inaugurada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador santafecino Antonio Bonfatti. “Este emprendimiento, que es uno de los más grandes de su clase a nivel regional y global, nos permitirá transformar materia prima en aceite y combustible. Nos pone muy contentos ingresar divisas al país y generar empleo genuino”, celebró el mandatario provincial.

A su entender, los beneficios que la iniciativa traerá aparejados son múltiples. “Se trata de una propuesta productiva segura, de primer nivel tecnológico y respetuosa del medio ambiente”, afirmó.

Llevada a cabo en un lapso récord de apenas tres años, la obra contó con la colaboración de unos 890 profesionales argentinos, en su mayoría ingenieros procedentes de 15 universidades nacionales.

A cargo de Renova, compañía que ahora pertenece a Vicentín y Oleaginosa Moreno (Molinos Río de la Plata se desprendió de su participación en ella), la planta se encuentra instalada en un predio de 200 hectáreas (Has). Dotada de una capacidad de molienda de 20.000 toneladas (Tn) de soja por día, representa ni más ni menos que el mayor complejo agroindustrial integrado del mundo en términos de escala desde su concepción.

Revistapetroquimica.com/

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